Comisión Reto Demográfico
El 10% de la población empadronada en Canarias se concentra en áreas turísticas litorales
El 10% de la población empadronada en Canarias se concentra en las áreas turísticas del litoral, que ocupan el 1,8% del territorio y donde se concentra el 45,8% de las plazas de alquiler vacacional. Además, en esas zonas se sitúan el 89,4% de los viajeros alojados, el 85% de las pernoctaciones, el 83% de los establecimientos turísticos y el 85% de las plazas alojativas hoteleras y extrahoteleras, ha asegurado el catedrático del departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna, Moisés Ramón Simancas.
Simancas ha intervenido este lunes en una nueva sesión de la comisión parlamentaria del reto demográfico y el equilibrio poblacional en Canarias, segunda comisión sobre este tema que se constituye en la Cámara tras la ya celebrada durante la pasada legislatura y que reunió a numerosos expertos y académicos.
Ahora Simancas ha afirmado que hay un proceso de concentración de la población en un área concreta del territorio, por lo que ha apuntado que el reto es abordar la convivencia entre locales y foráneos.
En Fuerteventura y Lanzarote el porcentaje de población empadronada en las áreas turísticas del litoral supera el 20%, ha resaltado el experto, quien ha sostenido que las áreas turísticas se han convertido en zonas residenciales, por lo que es preciso dotarlas de más servicios públicos educativos y sanitarios, entre otros.
En los municipios de Adeje, Tías, Pájara, Antigua, Yaiza, Teguise y Mogán la población empadronada alcanza el 50%, ha agregado Simancas.
Asimismo, ha detallado que en el 40% de las 19 áreas turísticas del litoral que hay en Canarias la vivienda principal supera a la que no lo es, porcentaje que, a su juicio, refleja que hay población que vive en las áreas turísticas y que la considera su hogar.
En cuanto a la población que vive en esas zonas, predominan las de origen extranjero y el 71% está en edad de trabajar, mientras que el 18% tiene más de 65 años y vive en las islas para disfrutar de su jubilación.
Ha advertido de que las áreas turísticas del litoral no fueron concebidas como ciudades, aunque en ellas hay residentes, y ha resaltado la importancia de empezar a planear procesos de convivencia entre el turista y el residente por razones laborales y de ocio.
El residente que vive allí por razones laborales lo hace atraído por sus expectativas y posibilidades de trabajo, ha indicado el experto, quien ha explicado que al ofertase apartamentos de 30 metros cuadrados por 700 euros al mes se provoca que la población que llega se va al extrarradio de los municipios turísticos.
El catedrático ha puesto sobre la mesa algunas propuestas, como limitar al 51% el alquiler vacacional, en las áreas turísticas del litoral de aquellos establecimientos extrahoteleros que ya no cumplen con la unidad de explotación.
Así, el resto, el 49%, se destinarían a viviendas residenciales, con lo que ha dicho que se puede contribuir a solucionar el problema habitacional, además de la declaración de zona tensionada para regular el precio del alquiler.
De esta forma ha indicado que se podrían conseguir 21.058 viviendas, que ahora se destinan a alquiler vacacional, para residentes de manera inmediata en Arona, Las Palmas de Gran Canaria, Adeje, La Oliva y San Bartomolé de Tirajana.
Respecto al alquiler vacacional ha añadido que es preciso plantear una moratoria “sí o sí” a este régimen alojativo, porque “ha diseminado” a los turistas por el territorio, lo que ha generado problemas medioambientales.
No obstante, en las islas verdes el alquiler vacacional está generando un beneficio “muy importante” y es un elemento dinamizador de zonas rurales, ha aseverado.
En definitiva, ha zanjado, habría que asumir que las áreas turísticas del litoral se han convertido en zonas residenciales que necesitan equipamientos públicos e infraestructuras.
Por ello es preciso también redactar un planeamiento urbanístico que haga compatibles los usos residenciales con los turísticos y el reforzamiento de la inspección técnica turística y de edificios, ha añadido.
En su opinión, en Canarias no existe la turismofobia, pues los datos que maneja no revelan que haya rechazo hacia el turista.
“El objetivo del turismo es la mejora de la calidad de vida de los anfitriones, de los residentes”, ha afirmado Simancas, quien cree que Canarias es un modelo de convivencia “con los de fuera”.
Más vivienda pública
En la misma comisión, el profesor honorario de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna José León García ha pedido a las administraciones la construcción de vivienda pública en Canarias, y no dejarlo todo en manos de la iniciativa privada y en la aprobación de leyes.
En este sentido, ha recordado que Canarias es una de las comunidades con mayores problemas de pobreza y de falta de accesibilidad a la vivienda por falta de salarios suficientes.
Ha reflexionado también sobre el modelo turístico de las islas, que necesita que la población trabaje “por bajos salarios” para poder competir con otros destinos, lo que hace que los inmigrantes que viven en las islas por motivos laborales tenga que “asumir” nóminas bajas.
Sin embargo, “el turismo no empobrece, empobrece el sistema que tenemos”, ha matizado el profesor, quien ha insistido en que las administraciones tienen que actuar para hacer atractivo desde el punto de vista económico que se pueda vivir en las islas no capitalinas y también en las medianías.
El experto, que ha pedido consenso para que se pueda vivir mejor en el archipiélago, ha comentado que es paradójico que cada vez hay más paro y más necesidad de que lleguen inmigrantes para cubrir puestos de trabajo que los residentes no quieren por sus bajos salarios y “cierta dureza”, como los relacionados con la limpieza de hoteles, hostelería y construcción.
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