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Consejos útiles para evitar la malaria
Desgraciadamente aún no se ha logrado una vacuna eficaz para evitar la malaria, una enfermedad que, según datos de la Organización Mundial de la Salud, afecta a más de 500 millones de personas cada año. 106 países del mundo tienen a esta terrible dolencia de carácter parasitario como enfermedad endémica, una circunstancia que mete entre la población de riesgo a más de la mitad de los habitantes del planeta. Un millón de personas muere cada año a causa de la temible hembra del mosquito Anopheles y los números, pese a los esfuerzos, no dejan de crecer.
La acción de la enfermedad es especialmente virulenta en África, donde, siempre según las cifras aportadas por los organismos internacionales, cada día mata a más de 3.000 niños. En Sudamérica, la región de riesgo se localiza en la cuenca del Amazonas. En esta zona del mundo, los viajeros están expuestos a la cepa Vivax, mucho menos virulenta que la africana Falciparum, que ocasiona el 90% de las víctimas mortales de esta enfermedad. Según la OMS, más del 50% de la población del África Subsahariana sufrirá la Malaria al menos una vez en su vida. La web viajar seguro es una buena opción para conocer las diferentes alertas sanitarias en tiempo real que se producen en los distintos lugares del mundo. La propia OMS ha elaborado un completo dossier para los viajeros que se adentran en zonas palúdicas.
Según informa el Servicio de Sanidad Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, los viajeros que se adentren en estas zonas de riesgo deben observar reglas estrictas de prevención:
Evitar las picaduras de mosquito: Es la clave del éxito. Hay que ponerles las cosas difíciles al transmisor de la enfermedad y existen estrategias para lograrlo. Lo primero es evitar la ropa oscura, usar mosquiteras para dormir y optar por lugares que cuenten con aire acondicionado. Hay que usar repelentes para aplicar en la piel (Relec o Aután-Activo, por ejemplo) y rociar la ropa con una solución de permetrina al 0,5%. Esta protección dura hasta dos lavados. Esta solución que se aplica en spray puede adquirirse en farmacias.
Tomar medicamentos quimio profilácticos contra la malaria: Una buena opción es el Malarone, que aúna atovacuona y proguanil. Hay que tomar una píldora al día comenzando un día antes de entrar en zona de influencia palúdica y continuar con tomas diarias hasta la semana posterior a haber abandonado el área de riesgo. Ojo, tomar este medicamento no garantiza protección al 100%.
Cómo se transmite la Malaria
Vamos a intentar explicar la mecánica de esta enfermedad para ser conscientes de su gravedad. La hembra del Anopheles que está infectada de malaria porta el virus en sus glándulas salivares. Es la saliva del insecto, que se inyecta para evitar la coagulación de la sangre, la que introduce en el organismo humano los plasmodios, parásitos unicelulares causantes de la enfermedad, que a través del torrente sanguíneo se desplazan hasta el hígado, lugar donde se introducen en las células hepáticas. Aún faltan dos semanas para que aparezcan los primeros síntomas. Cada una de las células hepáticas atacadas porta un solo plasmodio que empieza a multiplicarse devorando el interior de su víctima. Sólo hace falta uno de estos plasmodios para provocar la hecatombe.
En ese periodo de tiempo, los plasmodios pueden reproducirse hasta 40.000 veces. Las células huésped no aguantan la presión y estallan liberando a los invasores que, en un lapso inferior a un minuto, ingresan nuevamente en sus nuevas portadoras. Esta vez, las víctimas son los glóbulos rojos, que ‘ayudan’ a extender a las tropas enemigas.
Aún faltan un par de días para que, una vez repetida la operación de multiplicación, los glóbulos estallan liberando a millones de plasmodios que intentarán volver a repetir la operación. El cuerpo reacciona y empiezan a aparecer los síntomas. Las defensas se ponen en acción y comienza una batalla de proporciones épicas que se manifiesta, en nuestro cuerpo, a través de un ‘episodio palúdico’. Fiebre. Calor generado por el cuerpo para achicharrar al enemigo. Calor que se logra a través de movimientos musculares espasmódicos, sudoración, etc.
La lucha se desencadena y el cuerpo intenta que los ciclos vitales del intruso no se sigan produciendo. Si se pierde la batalla, el número de glóbulos rojos caerá hasta niveles que hacen inviable el funcionamiento del cuerpo que se ve desprovisto del oxígeno necesario para seguir funcionando. En estos casos, el paciente muere.