Cantabria prorroga el cierre del interior de la hostelería y las limitaciones sanitarias de aforos pese al fin del estado de alarma

El cierre del interior de los locales de hostelería y restauración, así como las limitaciones sanitarias de aforos en ámbitos culturales, deportivos, laborales y de ocio seguirán en vigor en Cantabria tras el fin del estado de alarma. La comunidad prorrogará vía decreto estas restricciones al menos otros 14 días más, pese a que desde este domingo decae el toque de queda, el cierre perimetral de la región y la limitación de personas en reuniones sociales.

Así lo ha anunciado este miércoles el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, en una rueda de prensa en la que ha dado cuenta de la situación epidemiológica actual de Cantabria. Según ha resaltado, la pandemia roza el nivel cuatro de alerta, pero los parámetros se están estabilizando. “La cima es la mitad del camino, y parece que hemos llegado a una especie de cima”, ha explicado.

Así todo, Wallmann ha lamentado que desde este domingo la comunidad no vaya a contar “con el escudo que contribuía a la bajada de casos”, en referencia al estado de alarma, lo que, a su juicio conlleva que haya que “compensarlo” de alguna manera. Es por ello que este jueves, Sanidad publicará una resolución en la que las restricciones actuales que dependen de su departamento se mantendrán por lo menos otras dos semanas más.

En este sentido, aunque ya no habrá límite de personas en reuniones sociales, en las terrazas de los locales de hostelería y restauración, que seguirán al 75% de su aforo, el número máximo se mantendrá en seis por mesa. Asimismo, entre otras medidas, los casinos y los locales de juego y apuestas permanecerán cerrados, y el aforo en la cultura continuará al 50% y en el deporte limitado a grupos de cuatro al aire libre y prohibido en espacios cerrados.

El director general de Salud Pública ha señalado que pese a que todos los indicadores COVID se están estabilizando e incluso empezando a mejorar, sobre todo el de la transmisión comunitaria, el que tiene que ver con la hospitalización está experimentando un proceso contrario: la presión es alta, sobre todo en las UCI, y se espera que crezca más en los próximos siete días.

“Seguimos ingresando más que los que damos de alta”, ha resaltado Wallmann, quien ha puesto sobre relieve que la edad media ha descendido desde principios de año. “Sobre todo en las UCI, donde la media es de 64 años cuando era de 75”, ha detallado.

Algo similar ocurre con los contagios, según ha expuesto, señalando que la incidencia acumulada a 14 días en la franja de edad de mayores de 70 años está por debajo de los 125 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la de los de 20 a 29 es de 463. Así todo, y como consecuencia de la estabilización a la que ha hecho referencia, Wallmann ha recalcado que el número de brotes activos sigue siendo el mismo que hace una semana (115), siendo uno de ellos de la variante brasileña. Asimismo, el director general ha afirmado que este miércoles le han notificado otros dos potenciales positivos de esta cepa con origen de una visita familiar de Madrid a Cantabria.

Finalmente, Wallmann ha hecho hincapié en que Sanidad está especialmente “preocupado” por Castro Urdiales, municipio con elevada incidencia y positividad de las pruebas, pero cuya ocupación hospitalaria (la de Laredo que no supera el 10%), hace que esquive el confinamiento. En este sentido, el titular de Salud Pública ha dicho que su departamento está estudiando la posibilidad de aplicar restricciones como cierres perimetrales o toques de queda en municipios concretos con una situación delicada sin el paraguas del estado de alarma.

“Si hay alguna situación concreta preocupante actuaremos mediante una resolución que no pase por el juez, pero esa incertidumbre legal que tenemos se está estudiando”, ha explicado, tras asegurar que él es partidario de mantener las limitaciones del estado de alarma, pero que no lo propondrán a la espera de los pronunciamientos de los tribunales de justicia.