Desde Toledo, la Plataforma feminista 8M nos hace llegar una perspectiva distinta sobre la cuarentena y la actual crisis sanitaria. Cómo no podía ser de otra manera, la perspectiva de género difunde análisis que muchos no llegan a plantearse.
El estado de alarma llegó de un día para otro. Muchas personas ya contaban con sus gafas moradas pero otras es muy probable que nunca antes hayan oído hablar de ellas. Sea como fuere su existencia cambia el modo de ver el mundo y, cómo no, el confinamiento.
Compartiendo la positividad que desprende la Plataforma 8M, la etapa que nos ha tocado vivir puede ser una oportunidad para el feminismo en tanto en cuanto sea el contexto perfecto para pararse a reflexionar sobre la igualdad de género. Quizá este paréntesis en nuestras vidas, la soledad iluminadora o el tiempo en familia, haga que muchas personas salgan de la crisis sanitaria con unas gafas moradas. Al menos así lo cree la asociación feminista quien recuerda que el coronavirus nos ha proporcionado un tiempo extra para reflexionar sobre muchos aspectos y, como no podía ser de otra manera, el feminismo es uno de ellos.
“Yo tengo una familia monoparental con dos menores a mi cargo y solo yo puedo ir a la compra. En una de estas salidas me pasó algo muy curioso. Me encontré con dos hombres, uno con lista de la compra y otro sin ella. Durante su devenir por los pasillos del supermercado, el hombre sin lista se preguntaba acerca de los productos que debía adquirir, ya que en tiempos de no cuarentena es su esposa quien realiza la compra. Sus dudas las compartía otro señor que, cuando me encontré con él, ojeaba los diferentes tipos de tampax de una forma que me hizo darme cuenta de que posiblemente sería su primera experiencia comprando tampones e incluso en un supermercado.
Aquellos hombres que se han hecho con la tarea de salir a hacer la compra, un privilegio en tiempos de cuarentena, ahora tienen muchas cosas que plantearse y, una vez en el supermercado, la cosa cambia porque surgen complicaciones. Lo que parecía un privilegio puede convertirse en un problema.
Nos encontramos en un momento en el que, quien está cerca del movimiento feminista, reflexionará y quizá haga de un comportamiento excepcional un hábito para esa nueva normalidad. Somos positivas y creemos que pasar tanto tiempo juntos, en el mismo hogar, está dando lugar a este tipo de reflexiones que nos permitirán seguir avanzando.
Hay que tomarse la cuarentena, el confinamiento y esta crisis como una oportunidad porque de un parón así tienen que salir cosas buenas“.
0