Antonio Martínez: “Me gusta presumir de que los aranceles de Trump no pudieron con el queso manchego”
La Denominación de Origen Queso Manchego cumple 40 años este 2022 y lo va a celebrar por todo lo alto. Pero sobre todo llega hasta aquí habiendo logrado el éxito de ser el queso que más se exporta de España, con una calidad reconocida y habiendo conseguido que una buena parte del consumidor sepa distinguirlo a través de campañas de información y de formación.
Ha ganado también batallas judiciales como la Sentencia del Tribunal Supremo de 18 de julio de 2019 que impide que quesos no manchegos utilicen elementos gráficos que puedan confundir al consumidor, uno de los hitos de estos 40 años.
Antonio Martínez es el presidente del Consejo Regulador, reelegido por unanimidad en 2020, pero además es el primer ganadero que ocupa este puesto. Es muy consciente de que tiene entre manos un producto de excelencia, tan exclusivo, dice él mismo, con el champagne, pero además con una historia y una cultura detrás de él. Está dispuesto a que siga estando en lo más alto y presume de que “los aranceles de Trump no pudieron con el queso manchego”
Son 40 años ya, y parece que el queso manchego está en la cumbre. ¿Qué hay que hacer para los próximos 40 años?
El reto es, sobre todo, seguir trabajando con la misma seriedad con la que estamos trabajando, caiga quien caiga, sin permitir que ninguna partida de queso incumpla el pliego de condiciones. Es muy difícil, por ejemplo, que un queso manchego salga salado porque se catan y se certifican todas las partidas, lo cual hace que haya unos controles de calidad estrictos. El Consejo Regulador no deja de ser eso, un sistema de calidad que lleva aparejado otras funciones como la formación, la divulgación. Creo que el Consejo tiene cada vez una misión más divulgativa y patrimonialista respecto a la sociedad, de ser parte de la sociedad de Castilla-La Mancha, ser parte de la sociedad de española porque dónde vamos se nos reconoce y se nos quiere y eso es fruto del trabajo de estos primeros 40 años.
En resumen, para los próximo 40 años, seguir con este prestigio, con este nivel y no bajar la guardia, seguir con una políticas con las que cada vez más hacemos al consumidor embajador y conocedor del producto, y así poder contar dentro de 40 años que el queso manchego sigue siendo el queso español más vendido en el mundo y el más reconocido a nivel internacional.
"Para los próximo 40 años, seguir con este prestigio, con este nivel y no bajar la guardia, seguir con una políticas con las que cada vez más hacemos al consumidor embajador y conocedor del producto"
¿Esta labor de formación y divulgación ha dado sus frutos? ¿El consumidor ya sabe y reconoce lo que es un queso manchego?
Cada vez el consumidor es más consciente. En los últimos seis años hemos hecho las campañas de promoción, quizá la más impactante a la hora de formación al consumidor ha sido la que hemos hecho con Alberto Chicote. Se trata de llevar ese tipo de políticas para que el consumidor sepa identificarlo y creo que hoy en día la gente es mucho más consciente que hace ocho años de lo que es manchego y lo que no. Cuando empezaron las campañas, el ruido mediático que hay alrededor del término manchego era enorme y la confusión llegaba a algunos porcentajes importantes. Lo que hemos hecho con nuestras políticas es que el consumidor, poco a poco, empiece a identificarlo y aprenda a distinguirlo, que no quiere decir que sea una guerra con otros quesos, nosotros solo queremos que el consumidor final sepa identificarlo y luego elija el queso que quiera.
¿Después de los españoles, a quienes les gusta más el queso manchego?
Creo que sobre todo a los americanos. Desde hace muchos años, a la chita callando, algún español fue para allá y se lo fue llevando y la verdad es que la acogida fue tan buena que ahora mismo más del 30% del queso manchego se exporta a EEUU. Hay una anécdota de la que me gusta presumir y es que los aranceles de Trump no pudieron con el queso manchego. Cuando surgió el problema de los aranceles, me preguntaban cómo nos va a afectar y yo estaba convencido de que la fortaleza de la marca ‘Queso Manchego’ iba a estar por encima del problema de los aranceles, porque es una marca destinada a un consumidor de un poder económico medio alto, que ese 20% de más como resultado a final estaba dispuesto a pagarlo porque lo que quería era queso manchego.
Por hacer un símil, cuando hablamos de queso manchego estamos hablando de un producto como puede un champagne. En España estamos acostumbrados verlo a diario, algo del día a día, pero en la mayoría de estos países que estamos hablando es un manjar, un producto exclusivo, un producto con una producción muy limitada, porque hay 85-86 millones de kilos y ya no hay más.
Se ha creado también una leyenda alrededor del queso manchego que ya no solo ha hecho que el consumidor americano se interese por el queso manchego, es que se interesa también por Castilla-La Mancha, por nuestra cultura, por nuestra forma de vida y cuando vienen aquí, las tiendas especializadas te lo dicen que el consumidor americano está muy concienciado poco a poco de lo que es queso manchego y de la historia que hay detrás que es una de las cosas que debemos empezar a contar y a transmitir.
En el 2021 hubo récord de producción con 17,1 millones de kilos ¿Qué producción se espera para el 2022?
Creo que hemos llegado a un momento de estabilidad porque venimos de unos años con un crecimiento muy importante, hemos ido aumentando dos o tres millones de litros de producción al año, pero en los últimos años sí hemos notado cierta sensación de cansancio o agotamiento en el sector producción, sobre todo porque la vida de un ganadero no es una vida fácil, aunque tengas tus días de descanso no es lo mismo, tratar de adaptar una profesión tan esclava al ritmo de vida del siglo XXI es complicado.
"Cuando hablamos de queso manchego estamos hablando de un producto como puede un champagne. En España estamos acostumbrados verlo a diario, algo del día a día, pero en la mayoría de estos países que estamos hablando es un manjar, un producto exclusivo"
¿La sequía de este año puede influir en la producción?
Sí, puede influir porque en Castilla-La Mancha la mayoría de las ganaderías se autoabastecen de sus propios forrajes y sus propias cosechas son para alimentar al ganado, entonces en un año de sequía lo normal es que la merma de cereales y de forraje haga que al final decidas no ampliar ganadería. Eso son los vericuetos que nos encontramos cada año y estamos acostumbrados y que hay que ir sorteándolos.
En los últimos años ha bajado el número de ganaderías. ¿Por qué?
Estamos viendo que no hay relevo generacional. La gente mayor se jubila, vende sus animales, vende su ganadería, porque no encuentra tampoco comprador para seguir con la actividad, ese es el principal problema que no es estamos encontrando.
Si es verdad que vemos con cierta perspectiva de futuro que las ganaderías que quedan se están haciendo cada vez mayores, cada vez más grandes, que necesitan mano de obra y también es un hándicap porque no hay mano de obra, y estamos trabajando con la Junta de Comunidades para crear esta escuela de pastores y tratar de hacer unos cursos rápidos de formación para que haya gente que vea en la ganadería una salida digna para poder trabajar.
¿La escuela de pastores puede ser ese enganche para que la gente joven aprenda y ame este oficio?
Creo que sí lo puede ser y lo debe ser porque ves mucho interés en la gente joven con volver al campo, hay nietos e hijos de ganaderos que tiene las instalaciones cerradas y lo ven como una salida porque no tiene ninguna otra opción laboral.
Creo que tenemos que tratar de avivar esa llama porque el problema que tenemos es que el sector ganadero tiene un problema de vocaciones, nos faltan vocaciones y tenemos que mirar la forma de incentivarlas y que crezcan. Para ello, a parte de la formación y de crear esa escuela de pastores que me parece una idea muy extraordinaria, es que las personas que se monta su ganadería tienen que va a ser un trabajo esclavo pero muy satisfactorio, pero tienen que ver sobre todo una viabilidad económica con la que puede mantener a su familia y ver una perspectiva de futuro como la han tenido todos los ganaderos hasta ahora.
¿Hay queserías con lista de espera?
Hay lista de espera porque ha habido este año el sector hubiera podido absorber 20 millones más de litros de leche. Hasta ahora siempre decíamos que ha habido una producción que ha ido creciendo pero ha habido un equilibrio entre oferta y demanda pero lo que ha pasado en el año 2021 nos dejó a todos muy sorprendidos. Es cierto que por efecto Filomena, hubo una merma de producción, pero aun siendo un año normal en producción de leche no hubiéramos llegado a satisfacer toda la demanda que hubo.
Para que haya lista de espera o para recuperar ese equilibrio entre oferta y demanda tenemos que trabajar con la Consejería para esa escuela de pastores, para incentivar al ganadero porque otro de los problema que podríamos llegar a tener es morir de éxito y sería una pena que al final el queso manchego fuera sustituido en los lineales, por no poder abastecer a esos mercados gourmet, por otro tipo de producto de una calidad que estoy seguro de que no sería de la del queso manchego.
¿La ganadería es la actividad que más población fija?
En Castilla-La Mancha, que es un de las Comunidades Autónomas donde la población está concentrada en las grandes ciudades, hay mucho pueblos en los que la única persona que queda es el ganadero porque el ganadero tiene que vivir cerca de su ganadería. En la agricultura hay mucha gente que vive en las ciudades a 60-70 kilómetros, se desplaza por las mañanas, hace sus trabajos y se vuelve. Pero la ganadería fija población, fija un recogida de leche diaria, fija una serie de actividades que dan vida a los pueblos.
Es el primer ganadero que ocupa la presidencia de la DO Queso Manchego ¿Qué ha aportado un ganadero a esta Denominación de Origen?
Creo que ha aportado el interés por la base de la producción de la leche. Cuando hablamos de queso parece que la figura del quesero es la fundamental, la más importante, pero existe esa base detrás que es la del ganadero que, sin su trabajo, es imposible conseguir la materia prima para hacer el queso. Hemos conseguido que la figura del ganadero tenga más presencia, que se miren más los problemas que tiene y su preocupaciones diarias y que el quesero sea consciente también de que el ganadero necesita un precio mínimo para poder mantener su ganadería y poder seguir viviendo de su ganadería él y su familia y las personas que hayan decidido vivir de esta profesión tan bonita que es la ganadería.
0