“Mi madre me ha enviado los higos desde Torrijos por correo urgente para elaborar mi plato”
Los higos de las higueras de Torrijos serán protagonistas de uno de los cinco platos que han llegado a la final del concurso Cinco Jotas Cooking Challengers, que se celebrara el próximo 29 de noviembre con una jurado presidido por Pedro Subijana.
La joven de Torrijos (Toledo) Blanca Carrillo, 19 años y alumna de la prestigiosa Basque Culinary Center, es una de las finalistas seleccionada entre más de 60 candidatos presentados a este premio, gracias a una creación que recrea los higos con jamón que comía en su infancia.
Y para recrear ese sabor de su niñez le pidió a su madre que le enviase a San Sebastián los últimos higos que todavía pendían de las higueras de su familia en Torrijos. “A mí me gusta transmitir los sabores de mi zona, por eso mi madre me los envío por correo urgente. Algunos están rotos pero otros están perfectamente para poder recrear mi plato”.
Son las palabras de esta torrijeña que sueña con recorrer mundo para conocer las distintas cocinas y absorber sus sabores para luego recrearlos en un restaurante. “Me veo en un restaurante y trabajar en cocina, que es lo que me gusta. Aunque sean muchas horas, me da igual porque me gusta”.
Una propuesta fusión de recuerdos y culturas
El plato con el que se ha impuesto a los demás candidatos es precisamente una fusión de sus recuerdos y de las cocinas viajeras con las que ha tenido contacto. Los higos de su niñez y el pulled pork que aprendió a hacer durante su viaje a Norte América se mezclan en este plato que ha llamado ‘Dulzura del jamón Cinco Jotas’ y que combina sabores, colores y texturas diferentes.
Para recrearlo utiliza el cuello de cerdo, “y con ello hago un guiso con muchas especias (pimentón, curry, pimiento, tomillo, ajo, canela...) cocinado mucho tiempo; y lo uno con una papada de cerdo y con miel y dátiles. Me gustan los dos sabores, la unión de las especias y lo dulce”, dice
Luego, con los higos de Torrijos recrea un carpaccios, una crema de higo con patatas y un higo frito, “nunca lo había hecho así, pero es un sabor que me gusta y dan buen color”, dice. “Finalmente añado Kale para darle un toque crujiente”.
Los sabores de su niñez
Blanca no es la primera cocinera de su familia. Como muchos de las grandes figuras de la gastronomía, su infancia transcurrió entre los pucheros que bullían en el restaurante que regentaba su abuela en la localidad toledana. De ella aprendió a cocinar y a valorar los productos de la tierra como la caza. “Recuerdo los platos de la infancia: la paella con conejo de mi abuela, las perdices, los gazpachos, y los domingos íbamos toda la familia y comíamos juntos y eso lo recuerdo mucho”, señala.
Todos estos recuerdos los refleja en sus creaciones. “Me gusta mucho el producto de caza, los guisos de Castilla- La Mancha y me gusta trasladarlo a lo que estoy haciendo. Por ejemplo, me gustan mucho los riñones de conejo, eso me encanta”.
A parte de la caza, tiene otra debilidad, el pimentón, tan unido a los platos de la región. “Me gusta mucho, a veces creo que incluso abuso. En casa siempre tiene que haber pimentón, unas migas manchegas, a cualquier plato le da sabor un poco de pimentón. Cuando vengo a San Sebastián me tengo que traer siempre una lata de pimentón, porque sin pimentón no puedo”, asegura.
A parte de la huella de su familia, en la cocina de Blanca hay muchos referentes: los hermanos Roca, “me encanta Mugaritz y crear, ir más allá, aportar nuevas cosas en el mundo de la cocina”, dice.
Pero le gustaría que a la hora de citar referentes la mujer tuviera más presencia. “Me gustaría poder decir 7.000 nombres de cocineras igual que de cocineros”, señala, y cree que ha llegado el momento de la mujer en la cocina. “Siempre parece que a la mujer nos da igual no ser conocida, pero no hemos tenido oportunidad de hacernos valer. Tenemos que tener más garra, hacernos más grandes, no somos delicadas”, asegura con energía.
Concurso
La final del Cinco Jotas Cooking Challenge tendrá lugar el próximo 29 con alumnos del Basque Culinary Center. Los finalistas tendrán que recrear los platos con los que se clasificaron para 50 personas.
El jurado, que estará presidido por Pedro Subijana, escogerá al ganador según los criterios de valoración siguientes: la concepción, creatividad e historia de la receta, la estética y presentación del plato, la armonía entre los ingredientes, la ejecución: gusto, aroma y temperatura y la comunicación: presentación oral del plato al jurado y asistentes.
De entre todos los candidatos presentados, se seleccionaron 5 finalistas que competirán por una beca para cubrir un año de sus estudios en el centro.