Una fiesta para celebrar el final (feliz) de la larga historia en la cervantina Venta de la Inés
La Venta de la Inés, en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) tiene agua corriente desde mediados de este mes de mayo. En el inmueble, catalogado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Sitio Histórico viven Felipe Ferreiro, de 88 años, y su hija Carmen, de 59.
La noticia no tendría mayor importancia si no fuera porque esta familia ha venido manteniendo un pulso con ‘el poderoso’ (así llama Felipe Ferreiro al propietario de ‘La Cotofía’, la finca que rodea la Venta) desde 1986 para conseguir que su casa tuviese agua corriente y luz.
En los últimos días, Felipe ha podido regar su huerto, abrir el grifo con total normalidad o incluso preparar unas migas sin tener que usar agua comprada, tal y como relataba Pedro Romero, presidente de FUCI Castilla-La Mancha durante una visita a la Venta esta misma semana. Algo impensable apenas unos meses atrás.
La historia es larga y compleja, tribunales incluidos. Cuando se negaron a vender al propietario de la finca que rodea su casa comenzó su calvario. Desde entonces han sido más de 30 años de pleitos porque el dueño de la finca colindante les negó el acceso a través del camino que atraviesa su propiedad y la posibilidad de acceder al agua y a luz.
Los Ferreiro consiguieron la luz en 2007 gracias a una subvención de la Diputación con la que pudieron poner una línea eléctrica distinta a la del vecino. La Venta de la Inés fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2009 pero el propietario de la finca colindante, ‘La Cotofía’ lo recurrió y no fue hasta 2014 cuando el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ratificó tal condición. De esta forma el edificio no solo no puede demolerse sin permiso de la Junta sino que al tener la condición de Sitio Histórico cualquier persona puede visitarla.
Hoy la batalla la han ganado Felipe y Carmen, con el apoyo de varios colectivos, entre ellos Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia. Su portavoz, Vicente Luchena, sostiene que la familia ha vivido una “campaña de acoso” y, añade, “por fin se ha hecho justicia con la presión de mucha gente” aunque reprocha tantos años de “mirar para otro lado” por parte de la Junta y también de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
La consejera de Fomento, Agustina García Élez, comentaba coincidiendo con la llegada del agua a la Venta que “se trataba de dar respuesta a una reivindicación histórica y justa para la familia Ferreiro, en la que el Gobierno del presidente García-Page nos hemos querido implicar, solucionando una situación que era insostenible en el siglo que vivimos”.
En febrero se declaraban de Interés Regional las obras de abastecimiento de agua a la Venta de la Inés y el Consejo de Gobierno aprobaba a la realización de las actuaciones necesarias con un gasto cercano a los 10.000 euros para captar el agua del río Tablillas, previa autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
El vicepresidente segundo de la Junta, José García Molina, ha visitado la Venta varias varias veces durante la presente legislatura. “Estoy muy contento por Felipe, por Carmen, por la familia”, comentaba a eldiarioclm.es. “Admiro su lucha…y sus migas. Siempre que hemos estado allí lo hemos pasado muy bien. Cuando supimos lo de la canalización le hice llegar un mensaje: que estaba deseando brindar con él con agua y no con vino”.
“Lo importante es que el agua ha llegado y que la lucha de Felipe, Carmen y su familia…También de muchísima gente durante estos años, al final ha visto la luz”. Para García-Molina es “una victoria de la gente. No creo que lo sea de los gobiernos o de los partidos políticos, que hemos sido meras transmisores de una cuestión que para nosotros era de justicia” porque “la historia de Felipe es la de alguien que ha llamado a muchas puertas y por hache o por be nadie resolvía su problema. Ahora sí, y eso es lo importante”. En este sentido, lamenta que “partidos políticos y gobiernos hayan ido siempre por detrás de la movilización ciudadana y de la lucha del propio Felipe”.
Una fiesta pública para celebrar el retorno del agua
El próximo día 10 de junio, Ecologistas en Acción organiza una fiesta para celebrar el retorno del agua a la Venta de la Inés. “Todos los defensores de la venta y sus propietarios, del Valle de Alcudia, del patrimonio natural y cultural de esta tierra, y de la Justicia estáis invitados”, señala la organización que invita a la preinscripción a través de internet.
Una ruta senderista por la orilla del río Montoro (Arroyo de los Caballeros) hasta la Venta de la Inés culminará con una comida colectiva con la familia Ferreiro Alarcón que pese a todo, “todavía teme que el vecino pueda intentar otra maniobra”.
“La Venta de la Inés merecería un apoyo decidido de las administraciones públicas, igual que se subvencionan talleres, empresas de todo tipo. Habría que poner dinero sobre la mesa para que la Venta pueda seguir viva”. Cree que el “escaso valor” que se da al patrimonio es una “lacra” en Castilla-La Mancha.
Se trata de una típica venta castellana que funcionó desde tiempos de los romanos como lugar de descanso y avituallamiento y cuyo aspecto actual data del siglo XV. Se conoce sobre todo por la relevancia que Cervantes le dio en su obra. La Venta de la Inés, o del Alcalde, debe su nombre actual a su propietaria en 1761, Inés Ruiz Castellanos. Cuenta con un conjunto de edificaciones: cuadras, cocina exterior, la Venta propiamente dicha y cochera que se alinean en la margen del Camino Real de Toledo a Andalucía, o Camino Real de la Plata, al pie del collado que sirve para cruzar la Sierra de la Umbría de Alcudia. Esta venta cumple, más que otras, con la imagen literaria, ya que aparece en ‘El Quijote’ y en ‘Rinconete y Cortadillo’, del magistral Miguel de Cervantes.