Cuando un trabajo de fin de curso se convierte en ayuda para profesores y alumnos durante el confinamiento

El pasado 23 de marzo, más de una semana después de declararse el estado de alarma en España por la pandemia de coronavirus, alumnos y alumnas del Máster de Formación del Profesorado de la Universidad de Alcalá (UAH) debían regresar a clase tras su periodo de prácticas y comenzar el segundo cuatrimestre. No fue posible de forma presencial y, como buena parte del alumnado del país, tuvieron que afrontar el final de curso confinados. La diferencia es que en su caso, su profesora, Ana Blanco, les propuso un trabajo de final de curso: preparar material didáctico para poner a disposición de profesores y alumnos de Lengua y Literatura en Educación Secundaria y Bachillerato.

Esta docente, que les imparte Didáctica de la Lengua e Innovación Educativa puso sobre la mesa la posibilidad de que desarrollaran este trabajo durante el segundo cuatrimestre ante la imposibilidad de continuar con las clases presenciales y “construyendo entre todos”. Cuenta la profesora que consideró que era una buena idea que el alumnado consiguiera sus competencias previstas en el Máster organizándose por grupos y preparando material didáctico para ponerlo a disposición de profesores.

Crearon seis grupos y cada uno de ellos diseño una página web muy sencilla donde han ido colgando este material. Allí, estudiantes y profesores de Lengua y Literatura de ESO y Bachillerato pueden acceder a todo tipo de recursos para seguir trabajando desde casa. “De esta manera, su trabajo universitario cobra pleno sentido haciendo algo útil y eficaz, y ellos aprenden, en un contexto real, a enseñar Lengua y a innovar en esta situación que estamos viviendo”, apunta Ana Blanco.

“Fueron más allá de la idea inicial”

Según explica, este proyecto ha sido una “motivación” para los y las estudiantes después del ‘shock’ inicial del confinamiento y de “verse encerrados en sus casas y sin poder realizar sus prácticas”. “Acogieron la idea con mucho entusiasmo e incluso han ido más allá de la idea inicial. Lo que en principio era un trabajo para estas asignaturas se ha convertido en un proyecto solidario donde han querido ejercer de profesores, que es su vocación”.  

Los seis grupos crearon seis páginas webs y en cada una de ellas hicieron una programación y una planificación de los contenidos correspondientes al tercer trimestre de Lengua y Literatura de ESO y Bachillerato, además de realizar un repaso de aquellos temas que el currículo de la Comunidad de Madrid o de Castilla-La Mancha considera como fundamentales. Junto a ello, han ido incorporando unidades didácticas semana tras semana. Todas estas webs se han agrupado en otro ‘site’ genérico de presentación del proyecto.

Así, las seis páginas creadas con su correspondiente material didáctico y programaciones son: ‘Ponte las pilas con ESO’, ‘Aprendemos lengua en casa’, ‘Lengualízate en Tercero’, ‘Aprende Lengua en el confinamiento’, ‘Lengua para la cuarentena’ y ‘Asesinato en la EvAU’.

La profesora elogia el hecho de que las hayan desarrollado sin poder salir, casi sin recursos y sin apenas formación en diseño. “Solo con muchísima imaginación y creatividad”.

“Creo que precisamente por eso el material es tan valioso y tan fresco, porque lo han acompañado de vídeos, tutoriales y explicaciones. Este proyecto además les ha servido para que maduren mucho como profesores y sean muy conscientes de lo que es enseñar estos contenidos de una forma sencilla, dinámica y útil; trabajarlos de forma adecuada y hacerlo en un contexto muy poco favorable”. Sobre todo, deja claro que es “un proyecto de ellos, hecho por ellos” y que “si ha servido para algunos profesores y estudiantes, los objetivos están cumplidos”.

Los alumnos y alumnas detallan también la experiencia de aprender a ser profesores en pleno estado de alarma. Desde el grupo que ha preparado los contenidos de 1º de ESO, Gabriela Esther Fariñas Maciel, Rebeca González-Moral Ruiz y Mª Isabel López Quevedo, consideran que la crisis sanitaria ha cambiado sus vidas “de forma radical”. “Duele y dolerá durante años, pero también ha estimulado la creatividad de empresarios, comercios, emprendedores, profesores y alumnos”, afirman, y por ello confían en que su proyecto continúe y se siga ampliando con más ideas y contenidos.

Por su parte, los contenidos que para 2º de ESO han preparado Judith Mangas, Paloma Serrano y Sandra Céspedes también les han supuesto “una gran oportunidad”. De hecho, algunos profesores con los que hicieron las prácticas los han usado para “salir del paso y adaptarse lo mejor posible a la situación”.  

Una oportunidad y un reto

Jennifer de Luz y Carmen I. Martín, alumnas del Máster encargadas de hacer la web para 3º de ESO, subrayan que la iniciativa ha servido para que puedan contribuir a un nuevo modelo educativo con su “pequeño granito de arena”. También Lucía Martínez  y Sandra Fernández, del grupo de 4º,  lo consideran un “reto personal” y “una oportunidad para desarrollar la imaginación”. “Nos ha servido para continuar enseñando, aunque sea desde la distancia, eso que tanto nos apasiona: nuestra lengua”.

Por su parte analizan su generación Lola Burgos, Alba Garraleta y María Pascua, las que han elaborado el proyecto para 1º de Bachillerato, remarcando que al haber crecido en contacto con las nuevas tecnologías, la docencia online “nos toca más de cerca de lo que pensábamos”. En su opinión, es una ventaja para ponerse en el lugar de los estudiantes y pensar “en cómo nos apetecería aprender desde casa si tuviéramos 16 o 17 años”. “Hacer que una clase sea atractiva es fundamental para que esta docencia a distancia pueda funcionar y para mantener al alumno ‘enganchado’ al contenido. Esta situación ha sido la excusa que necesitaba la educación para reinventarse”.

Finalmente, Irene Areses Martínez, Beatriz Fernández Molpeceres, Lucas Juarranz Morales y Lorena Muñoz Roma, del grupo encargado de 2º de Bachillerato, destacan haber adquirido “la capacidad de ser flexibles, prácticos y de adaptarnos a una situación que nadie se esperaba y que nos ha obligado a cambiar temporalmente nuestra perspectiva sobre la docencia”. De hecho, confían en que la actividad docente “sabrá reinventarse y adaptarse a la nueva situación haciendo uso de la creatividad y de las posibilidades que el mundo digital ofrece”.