La oferta de apartamentos y viviendas de uso turístico cae un 60% en Castilla-La Mancha a causa de la pandemia
La crisis sanitaria generada por la pandemia ha golpeado con fuerza al mercado del alquiler turístico. A pesar de una leve recuperación de la actividad en verano, las restricciones de movilidad y los efectos socioeconómicos de la COVID-19 han provocado este año una caída muy elevada del número de apartamentos turísticos y viviendas de uso turístico (VUT) en Castilla-La Mancha. Mayor aún ha sido en Toledo capital, la ciudad de la región en la que se ubican la mayoría de estos inmuebles.
En concreto, de los 585 apartamentos turísticos y viviendas de uso turístico que había registradas en Castilla-La Mancha en 2019 por estas mismas fechas, quedan ahora 228, un 61% menos. La mayoría de ellas se ubicaban en la provincia de Toledo -393, de las que ahora quedan 133, un 66% menos- y, sobre todo, en la capital regional, que es la que ha sufrido un mayor descalabro. De las 348 que contabilizaba en 2019 -el 60% del total de la región-, quedan actualmente 89, un 75% menos.
“Estamos en un punto en el cual parece poco probable que las cosas vayan a peor. Cualquier cosa que venga será mejor, para los que sobrevivan, porque lamentablemente estamos asistiendo a una situación dramática”. Así resume el calvario que está atravesando este sector Javier Blanco, presidente de la Asociación de Propietarios de Apartamentos y Viviendas de Uso Turístico en Castilla-La Mancha (Apturcam).
Los datos en el resto de provincias de la región también registran un descenso significativo. En Ciudad Real se pasó de 47 en 2019 a los 28 de este año; en Cuenca han bajado de 103 a 51, más de la mitad; en Guadalajara de 28 a 11 y en Albacete de 14 a 5. En total, incluidos los de Toledo, hay 357 apartamentos y VUT menos inscritas en el registro tras la pandemia, según los datos proporcionados por la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, que registró el año en que se publicó el decreto regional que regula la actividad de este sector -2018- un total de 141 alojamientos, la mayoría de ellos en Cuenca -72-, mientras que Toledo tenía 22, Albacete 18, Guadalajara 11 y Ciudad Real 10.
La caída del número de viajeros y del número de pernoctaciones durante este año está pasando una fuerte factura al sector de la hostelería y al del turismo, que supone más del 20% del PIB en ciudades como Toledo. El impacto socioeconómico que está teniendo la crisis sanitaria “no es comparable al de ninguna otra, ni siquiera si se toma como referencia la crisis de 2008”, aseguraba ya en el mes de abril José María López Morales, vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y Turismo de la Universidad de Alcalá.
Incremento del alquiler residencial
Así lo corrobora, meses después, el presidente de Apturcam, quien ya apuntaba también a este medio el pasado mes de mayo que las previsiones de turismo respecto al pasado verano no eran “muy halagüeñas” para este mercado. Sí lo fue un poco más el mes de septiembre, que tuvo “un balance más equilibrado”, aunque tampoco ha evitado que “muchas familias, para poder atender al pago de hipotecas” hayan optado por alquileres “a medio o a largo plazo”. En este último caso, con el traslado de estos inmuebles por parte de los propietarios al alquiler residencial.
En este sentido, remarca que quienes optan por alquileres residenciales han de darse de baja del registro regional y si en un futuro quieren volver al alquiler turístico, han de completar de nuevo un proceso de inscripción en la Administración regional. Blanco teme que muchos propietarios “no vayan a tener aliento para llegar a ver la recuperación” que pueda producirse si la evolución de la pandemia en los próximos meses es favorable. No obstante, sobre el funcionamiento de la propia asociación, subraya que, a pesar del descenso de alojamientos turísticos registrados, Apturcam está recibiendo más peticiones de asociación por parte de propietarios. “Cuando hay dificultades es cuando el mayor número de personas ponen su mirada en algún grupo asociativo”.
Aunque no son cifras oficiales, a través de portales inmobiliarios como Idealista, se puede ver un incremento exponencial en los últimos meses en la oferta de viviendas de alquiler residencial en la capital castellanomanchega. Según los últimos datos del mes de octubre, Toledo tiene un 93% más de inmuebles en esta modalidad de alquiler que el año anterior -al pasar de 170 a 328-. La mayoría de ellos situados en la zona más turística, el Casco Histórico, donde hace un año se ofertaban 44 inmuebles en alquiler y el pasado mes había 144. A pesar del aumento de la oferta, este mismo portal no registra un descenso de los precios alquiler que, por el contrario, rozaban en octubre su máximo histórico en la ciudad.
Respecto a la posibilidad de destinar estos alojamientos al alquiler social, como han propuesto desde el Ayuntamiento de Barcelona aunque con escaso éxito hasta el momento, Blanco cree que “puede ser una buena solución para un inversor que tiene un edificio o 20 pisos porque evidentemente necesita rentabilizar la inversión”. “No es el caso de Toledo. Gran parte de los propietarios de VUT está dentro del colectivo de personas que necesitan esa renta para sobrevivir. Si la pusieran en alquiler social es probable que ni les llegase para pagar la hipoteca y se quedarían sin los ingresos que obtienen con el servicio que prestan las mismas familias en cuanto a la atención o la limpieza de las viviendas”.
“Las autoridades no toman consciencia del sector, se nos deja fuera de las ayudas”
A juicio de Blanco, las autoridades no están “tomando consciencia” de la situación que atraviesa el sector. “Se arbitran ayudas para el sector turístico o bonos para turistas y se nos deja fuera. El Ayuntamiento de Toledo habla de ayudas para el sector de la hostelería y no hay nada para el de viviendas de uso turístico, que está sufriendo esta crisis más que cualquier otro sector”, lamenta el presidente de Apturcam, que muestra su estupor por que “Toledo haya sido nombrada como Capital Europea de la Economía Social”. “No hay nada más social que las viviendas de uso turístico. Se trata de familias que tienen su base económica en estas viviendas y que redistribuyen el dinero del turismo de la más manera más social posible”, agrega.
También critica el presidente de Apturcam que “el modelo del Ayuntamiento de Toledo, y seguramente el que tiene también la Junta, no aboga por un turismo sostenible sino por planteamientos arcaicos de turismo de aglomeración que no pernocte, y si pernocta que lo haga en hoteles, de los que algunos eliminan manzanas o barrios en vez de abogar por un turismo que incluya el flujo local, que es lo que promovemos desde las VUT”, manifiesta Blanco.
El presidente de la asociación indica que no han vuelto a tener contacto con la Junta desde que pusieron “todos los apartamentos a disposición de la administración en la primera oleada para alojar a sanitarios, personal de seguridad o de las fuerzas armadas”. “Sí lo hemos tenido con el Ayuntamiento de Toledo pero les hemos trasladado alguna reivindación para poder planificar la reactivación del turismo y no hemos tenido contestación”, señala Blanco, que traslada “la frustración” del sector por que “se le deje al margen” en esta situación.
Previsiones
Por último, sobre las previsiones de reactivación del turismo en Castilla-La Mancha, apunta que el turismo puede “tardar en regresar” y que, por lo tanto, “hay que centrarse en el interior”. “Nuestra dependencia de Madrid es muy grande. Mientras Castilla-La Mancha esté confinada no hay nada que hablar, no puede venir nadie, y hay poca generación de turismo interprovicial o local. La clave en la apertura de Madrid y Castilla-La Mancha, fundamentalmente para el turismo de Toledo, así como para el de naturaleza y de aventura en el resto de la región. ”Respecto al turismo internacional, todo apunta por las noticias que estamos leyendo en que a partir del mes de mayo se empiecen a normalizar los flujos internacionales. Esperemos que así sea“, expone Blanco.
0