El presidente del colectivo enfermero en Castilla-La Mancha: “Hoy contactar con atención primaria es una aventura”
“Horarios indefinidos y presión permanente”. Así resume el presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla-La Mancha, Roberto Martín, la situación actual de este colectivo profesional en la Atención Primaria regional que confiesa entender “el enfado ciudadano y las quejas. Es lícito, pero llegamos a donde llegamos, no tenemos más medios. Los profesionales también se están resintiendo”.
Se ha contratado personal extra, se ha externalizado el rastreo y la vacunación, saliendo fuera de los centros de salud y con el apoyo, por ejemplo, del ejército o con personas llegadas directamente de las oficinas de paro de la región a ayudar en tareas administrativas. No es suficiente.
Roberto Martín asegura que las medidas puestas sobre la mesa en Atención Primaria son “acciones paliativas para evitar el colapso, pero los medios son los que son. Las enfermeras y enfermeros son los mismos. Alivia relativamente dependiendo de los cambalaches que tenemos que hacer en las plantillas, porque en cada centro de salud hay lo que hay. Si han de desplazarse hay que buscar nuevos horarios, doblar turnos…”
En Atención Primaria están en marcha acciones paliativas para evitar el colapso, pero los medios son los que son
La solución no es fácil, reconoce. “Ojalá pudiésemos incrementar las plantillas enfermeras, pero sabemos que las bolsas están cerradas en Toledo, en Madrid y en casi toda España” y en Castilla-La Mancha el SESCAM declinó utilizar profesionales jubilados, ni en Enfermería ni en Medicina, según ha podido confirmar elDiarioclm.es.
Fue una de las propuestas que el Consejo de Colegios de Enfermería de la región presentó a los responsables de la Sanidad regional en diciembre, ante la elevada presión asistencial del momento. Se les anunció entonces la puesta en marcha de centros masivos de vacunación y también de detección de positivos.
Martín espera que las soluciones provisionales sirvan al menos “para atender antes a los pacientes, porque solo con la vacunación, la saturación de los profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha en general y de las plantillas de Atención Primaria, es tremenda”.
No me preocupan las tendencias, ni si hay o no desaceleración, tenemos que resolver lo de ahora porque no solo es un día de pico, es que es uno, y otro, y otro…
“Hoy tener un contacto con un centro de salud es una aventura, por la vía que sea: telemática, telefónica o presencial”, lamenta porque a la actividad habitual en los centros de atención primaria de Castilla-La Mancha se han sumado desde hace meses tanto el rastreo como la vacunación contra la COVID-19, la campaña de la gripe y ahora las dosis de recuerdo e incluso las pruebas de detección de nuevos contagios de la sexta ola.
Martín se reconoce como persona “pragmática” cuando explica que “estos días se nos dice que estamos llegando al pico de la curva de la sexta ola o que hay desaceleración de contagios… A mí como sanitario me preocupa lo que tenemos ahora encima: el incremento de presión en las camas hospitalarias y una Atención Primaria absolutamente colapsada”.
Roberto Martín reconoce que en esta pandemia los enfermeros y enfermeras no miran a largo plazo porque bastante tiene con el día a día. “Me preocupa la situación de cada momento y bastante menos eso de las tendencias. Tenemos que resolver lo de ahora porque no es solo un día de pico, es que es uno, y otro y otro”.
“Necesitamos medidas a largo plazo”
“Llevamos así dos años, con variantes y olas, pero no salimos del bache y necesitamos medidas a medio plazo”. Este enfermero habla de recursos humanos, pero también materiales. “Si la situación perdura en el tiempo y ante la incertidumbre para que no se nos vaya de las manos. Tenemos que poder atender a los ciudadanos”.
Y es que “no hemos parado porque cuando no es una ola, son los focos de contagio, ya sea en especializada, en primaria o en el ámbito socio-sanitario. Todos tenemos nuestros momentos de presión”.
Es algo que se planteó en la reunión del pasado mes de diciembre con los responsables del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). “Tenemos que plantear objetivos a futuro y eso va unido a infraestructuras y recursos porque podemos optimizar, pero llegamos a donde llegamos”.
Pone el foco en una sociedad con pacientes “cada vez más mayores, polimedicados, con varias patologías crónicas y la tendencia apunta a atenderlos en su lugar de residencia. Eso requiere más profesionales y saber qué nos hace falta”.
Reconoce que “no hay varitas mágicas” y para salvar lo puntual apunta a “la externalización” de servicios, sacándolos de los centros de salud, o bien a “la derivación” de pacientes a centros menos saturados, que a largo plazo, reitera, no será suficiente.
“Hay que ofrecer contratos más atractivos a los profesionales para que se queden”. El sueldo base para 2022 en Atención Especializada que ofrece el SESCAM es de 1.071,06 euros. A eso hay que sumar trienios (38,88 euros), complementos de destino, con niveles 21, 22 y 23 (entre 528 y 610 euros), complemento de turnicidad (83,80 euros), complemento de carrera profesional que oscila entre 180 y 723 euros, la productividad fija que varía mucho (una enfermera de UCI recibe 1,81 euros mientras que un fisioterapeuta recibe 47 euros).
Después están los complementos específicos que van desde los 381 euros el más bajo y los 712 el más alto o el complemento de la Junta de Castilla-La Mancha (242 euros), aunque la retribución salarial es compleja y depende de muchos factores.
En cuanto a la Atención Primaria, el sueldo base es el mismo (1.071,06 euros) y también son similares otros complementos, pero aquí la retribución se complica todavía más porque por ejemplo se incluyen pagos por desplazamientos, según la información facilitada por este colegio profesional.
Pero no preocupan solo los sueldos, sino el número de profesionales. En Europa la media es de ocho enfermeros por cada 1.000 habitantes y en España esa cifra es de 6,2 por cada 1.000 usuarios (una cifra muy similar a la de Castilla-La Mancha). “Y eso sabiendo que los países nórdicos llegan hasta 17 enfermeras para cada 1.000 habitantes”.
Con la pandemia, explica, se han intentado más contrataciones. “Hace un mes, en Toledo había 3.450 enfermeros y enfermeras, entre pública y privada (un 95% en la pública), con aumento incluido por la pandemia. Pero es que hace diez años, en 2011 teníamos 3.427. El incremento ha sido mínimo y sí es cierto ha habido recortes que después se han intentado recuperar”.
Y mientras, SATSE convoca movilizaciones
Roberto Martín asegura que, pese a la situación de saturación actual, “el trabajo es delicado y se hace difícil parar para salir a la calle a manifestarse, aunque haya motivos suficientes. Trabajamos con personas”.
Mientras, las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas de toda España están convocados por el Sindicato de Enfermería, SATSE, a salir a la calle, a partir del próximo mes de febrero, “para denunciar el grave deterioro de nuestro sistema sanitario y reclamar mejoras reales que acaben con la precariedad que vienen sufriendo desde hace años en sus condiciones laborales y profesionales” y que la pandemia de la COVID-19, aseguran, “ha agudizado hasta límites ya insoportables”.
El Comité Ejecutivo Estatal de SATSE sostiene que “ha llegado el momento de que las cerca de 400.000 enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas de nuestro país participen activamente y den voz y testimonio en la calle y ante la sociedad de la inaceptable situación que sufren de manera estructural e indefinida”.
El sindicato explica que “garantizar la seguridad asistencial de los pacientes y del conjunto de la ciudadanía será una de las principales reivindicaciones” en los próximos meses para lo que resulta “urgente” desbloquear la tramitación parlamentaria de la Ley de Seguridad del Paciente y que esta norma se apruebe cuanto antes “para asegurar una asignación máxima de personas por cada enfermera o enfermero en los hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios”.
Reclamará también en las calles que haya plantillas suficientes de enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas en todos los servicios de salud y “dejar así de estar a la cola de Europa y que se respete su dignidad profesional, posibilitando su reclasificación profesional en el Grupo A, sin subgrupos”. Otra demanda esencial pasa por que puedan acceder, si así lo desean, a la jubilación anticipada.
Un gabinete psicológico al servicio del colectivo: “Esto hace aguas por muchos sitios”
“En pandemia, la vocación se ha traducido en trabajadores quemados en Atención Primaria”. Es una de las conclusiones del proyecto PRIMACOVID liderado por investigadores de las universidades de Castilla-La Mancha y de la Autónoma de Madrid que han presentado recientemente los primeros resultados consolidados: el 91% de los trabajadores sanitarios y no sanitarios vio afectada su capacidad asistencial.
La salud mental entre enfermeros y enfermeras también pesa durante la pandemia. El presidente del Consejo de Colegios profesionales en la región explica que, “con mucha discreción”, se ha puesto en marcha un gabinete psicológico para atender a estos profesionales “no ofrecemos datos, pero se está utilizando” y eso, advierte, está también “mermando” la capacidad en recursos humanos. “Esto está haciendo aguas por muchos sitios”.
El caso de un médico de atención primaria de Albacete cuya renuncia al puesto se hizo viral, tras compartirla en redes sociales se repite entre el colectivo de Enfermería. “Sí, sí también está ocurriendo. No hablamos de una anécdota. La gente está agotada, los sanitarios en general y muchos están tirando la toalla”.
“Nos estamos enfrentando a algo nuevo. Las emergencias sanitarias habían sido puntuales hasta ahora, duraban unos días. Esto es algo desconocido y enfrentarse a ello no es fácil. Queda rescoldo, al margen de los contagios o de sentirnos culpables de contagiar a nuestras familias”.
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