Vecinos y ecologistas de Alboraia, en pie de guerra por el plan urbanístico que prevé 2.800 viviendas en 260.000 metros de huerta
La polémica revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alboraia vuelve a poner en pie de guerra a asociaciones vecinales y culturales, movimientos sociales y partidos del pueblo aglutinados en la plataforma 'Alboraia, Horta y Litoral', entidad que ha lanzado una campaña en redes sociales denunciando las consecuencias negativas que tendrá el documento para el municipio, especialmente para la huerta.
El proyecto, impulsado por el PP, paralizado por la crisis y rescatado por el PSPV-PSOE, que gobierna en minoría, pretende la construcción de 3.000 viviendas y prevé un aumento demográfico de unas 7.000 personas.
Las obras implican ampliar los núcleos urbanos de Alboraia y Port Saplaya sobre el actual centro comercial, al cual habría que buscar una nueva ubicación. En total, cerca de 264.000 metros cuadrados de huerta que pasarán a ser cemento y asfalto.
'Alboraia, Horta i Litoral' advierte de la posible caducidad de la documentación del plan en febrero, que podría llevar al equipo de Gobierno a desarrollar un trámite de urgencia para aprobarlo.
A esto se le suma el hecho, según denuncian, de que los vecinos y vecinas todavía no tienen contestación a las alegaciones presentadas a pesar de que el PSPV-PSOE de Alboraia se comprometió con los afectados a trabajar las alegaciones junto al equipo redactor. “Mientras tanto, constructoras como Bertolín se aprovechan de la crisis agraria para intentar llevar adelante un PAI que afectará a campos y casas de la huerta de la Riquera, que ya estaba amenazada por el PGOU”, critican.
Desde la plataforma denuncian que en este momento de emergencia climática, a la que se ha sumado la sanitaria, no se puede llevar adelante planes de esta envergadura y que condicionan el futuro de la población sin ningún consenso previo.
El equipo de gobierno defiende el plan: zonas verdes y dotaciones escolares
Fuentes municipales del Ayuntamiento recuerdan que el Plan General de Alboraia es una revisión del expuesto al público en 2011 y de los planes del Centro Histórico expuestos anteriormente dos veces más.
Esta revisión, explican, fue acordada por todos los partidos en 2011 para reducir la ocupación de huerta y el aumento de población, previsto inicialmente. Tras los trabajos de esa primera legislatura no se llegó a una reducción satisfactoria.
“En la legislatura pasada tras la revisión del Plan de Acción Territorial de la Huerta (PATH) y la aprobación de la nueva Ley de protección de la huerta por las Corts Valencianes, Alboraia consiguió que a los pueblos con huerta protegida se les bonificase entre un 30% y un 50% la necesidad de parque público, lo que posibilitó reducir en 800.000 metros cuadrados la ocupación inicial de más de un millón de metros, entre parque y nuevos sectores, de la primera versión”, afirman.
Así, aseguran que el PGOU cumple con varios objetivos considerados de interés general. Por ejemplo, explican que de los 250.000 metros cuadrados de huerta que se ocupan que el PATH califica como suelo rural común, 80.000 son parque público con un humedal artificial que filtrará las acequias que llegan a las playas y evitará problemas de vertidos, y más de 50.000 metros cuadrados serán parque agrario educativo, vinculado al instituto de FP de La Patacona.
Además, supone la consecución de equipamientos públicos y dotaciones escolares, con tres colegios públicos, uno en cada núcleo y un instituto público en el núcleo principal. “El plan posibilita además el traslado y renovación del antiguo colegio e instituto parroquial a terrenos de la parroquia en el sector de la Riquera, tal como se comprometió el pleno en 2010 por inmensa mayoría”, afirman.
También implicará la previsión de un centro de salud de 3000 metros cuadrados en la Patacona, de 25.000 metros de parque cercano al casco histórico para incorporar zonas de paseo, parques infantiles, deportivos, de perros o espacios abiertos y sombreados para instalar en fiestas las casetas y ferias.
El PGOU prevé a su vez “el traslado del ecoparque junto a la depuradora y el polígono para posibilitar su vigilancia y evitar vertidos en la huerta protegida, como ocurre ahora”, así como “comunicar el núcleo tradicional con las playas a través de una mejora del Camí de la Mar, con aceras arboladas, carril bici y calzada de doble dirección, todo ello con una mínima ampliacion del polígono que mejora su fachada sur, de manera que se convierta en un digno balcón a la huerta, como exige el PATH”.
Por último, “supone conseguir vivienda protegida en las playas y el núcleo tradicional. El 30% de todas las que se construyan en los próximos 20 años”.
Por otra parte, recuerdan que los sectores ya urbanos de la playa que quedan por desarrollar son los que permiten mayor aumento de población, “pero estos sectores ya son urbanos, no ocupan huerta y ya tienen, en el caso de Port Saplaya, un plan urbanístico aprobado que contempla las dotaciones que le faltan a Saplaya”. Además, “pesa sobre él una deuda de màs de 30 millones de euros por la operacion fallida de Alboraya Marina Nova de época del PP, que el pueblo sólo puede pagar con terrenos en el sector”.
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