Cinco aplicaciones para efectuar reclamaciones de consumo desde el móvil
La relación entre el mundo de la tecnología y el del derecho se ha ido estrechando cada vez más, en especial en los últimos años. En un principio el software entró en los bufetes para ordenar archivos y llevar contabilidad pero después pasó a ser una herramienta activa en forma de páginas web en las que los abogados podían presentar sus servicios y que los consumidores descontentos pudieran encontrarlos fácilmente a través de búsquedas en Google.
Así, poco a poco, se ha ido perfilando el campo de lo que conocemos como legaltech. Se entiende por este término la aplicación de las innovaciones en materia de comunicaciones digitales y soportes tecnológicos al ámbito de la reclamación de consumo. Es un campo que creció inicialmente al albor de las reclamaciones por problemas en el transporte aéreo como el overbooking, los retrasos y las cancelaciones de vuelos.
Pero posteriormente se han sumado nuevos proyectos enfocados a recoger el descontento y el afán de recuperación del dinero de los consumidores favorecidos por las distintas sentencias sobre las irregularidades cometidas por la banca: cláusulas suelo, gastos asociados a la hipoteca, hipotecas IRPH, hipotecas multidivisas e incluso preferentes.
En estos casos, las aplicaciones como Repara tu deuda funcionan de antena colectora para diferentes bufetes o simplemente para colectivos de abogados asociados en asuntos concretos donde hay que dar una respuesta masiva. En ningún caso, sin embargo, hay aplicaciones pensadas para sumar gente a demandas colectivas, puesto que en España esta vía es poco eficaz a nivel judicial.
Poco sociales, muy monetaristas
También se echa de menos la presencia de aplicaciones o plataformas sociales, al estilo de Change.org, cuyo objetivo no sea entrar en litigio judicial y buscar un acuerdo económico entre el consumidor y la empresa demandada, sino la rectificación. No en vano, las aplicaciones para reclamar en temas aéreos aparecieron al calor de los miles de euros que cada año se quedan sin reclamar en la Unión Europea, y otro tanto sucedió con las centradas en las demandas de hipotecas, donde estaban en juego millones.
Hace unos años estuvo en boga la plataforma Critizen, que era una red social en la cual se podían poner críticas a empresas y expresar el motivo del descontento. Las mismas se compartían después en otras redes como Twitter o Facebook. Sin embargo, aunque su éxito inicial fue notable, poco a poco se fue convirtiendo en un foro de comentarios sin relación con el consumo y la red terminó por desaparecer en 2015.
También se echa de menos que los órganos de consumo de las distintas administraciones carezcan de aplicaciones y plataformas para canalizar nuestras quejas, ya que el aprovechamiento tecnológico podría de ser de gran ayuda a la hora de agilizar las reclamaciones ante la Administración.
De hecho, en el apartado de reclamaciones de la página web del Ministerio de Consumo puede leerse: “en el caso de que decida Vd. interponer una reclamación ante las Administraciones de Consumo competentes y lograr que su pretensión se vea satisfecha, puede dirigirse bien a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (O.M.I.C.) de su localidad o a la Dirección General de Consumo de su Comunidad Autónoma”. Es decir, necesitamos desplazarnos físicamente para realizar las reclamaciones.
A este respecto, cabe lamentar la desaparición de ProtestApp, que fue la aplicación para móviles de la OCU y lo más parecido a una red social donde encontrar otras personas que hubieran tenido el mismo percance, si bien en el ámbito de la asociación. La OCU ofrecía asesoramiento y consejos e incluso permitía la consulta con un abogado.
Las seis aplicaciones más destacadas para efectuar tus reclamaciones
Flightright: Flightright protege a los viajeros de los abusos de las compañías aéreas ayudándoles a reclamar en caso de cancelaciones, retrasos y overbooking, en un proceso sin estrés y sin riesgo económico, bajo el modelo “no win, no fee”, es decir que solo se lleva un porcentaje si gana la reclamación. Ahora bien, si la reclamación triunfa, el porcentaje que se lleva la aplicación puede ser realmente grande.
En sus condiciones puede leerse: “Si la aerolínea reembolsa su billete durante los primeros siete días, nuestro servicio será completamente gratuito. Tras este período, tan solo pagará si tenemos éxito (comisión de éxito de 14-28% más VAT). Para pagos por indemnización, la comisión de éxito suele ser de 20-30% (Más VAT)”. Es decir, que si el reembolso no se produce en la primera semana, perderemos, entre un 14 y un 28% del valor del mismo, sin tener en cuenta el impuesto de valor añadido, que en España es el 21%. En caso de indemnizaciones, que tienen su límite los 600 euros, la tarifa es hasta el 30% de dicho valor más IVA, unos 218 euros.
Reclamador: es la aplicación que contempla un espectro más amplio de casuísticas por las que reclamar, ya que caben desde retrasos y otras perturbaciones en transporte aéreo a plusvalías pagadas injustamente a ayuntamientos, irregularidades bancarias, conflictos laborales, negligencias sanitarias, etc. Se accede desde el ordenador o el móvil respondiendo a un breve cuestionario y después se suben los documentos requeridos.
Solo se paga si se gana el juicio, aunque según el ámbito de reclamación se deben pagar unos honorarios fijos que rondan los 300 euros más el IVA. Reclamador se queda con el 25% de la indemnización más el IVA en el caso de reclamaciones aéreas. En el caso de reclamaciones a la banca, los porcentajes (honorarios fijos aparte) oscilan entre el 10 y el 20% de la indemnización. En el caso de reclamaciones por el antiguo impuesto de plusvalía municipal, se quedan con el 20% de lo recuperado más IVA.
AirHelp: muy centrada en el móvil y en las reclamaciones aéreas, está pensada para que reclamemos tan pronto como suframos el percance, ya sea un overbooking, un retraso o una cancelación. A tal efecto, es sumamente interactiva y usable desde cualquier pantalla de smartphone, y estando disponible para los dos principales sistemas operativos. Por otro lado, se puede calcular la cantidad de la indemnización desde el móvil previamente a la demanda —ya que están muy estandarizadas— y se paga al servicio un 25% de la indemnización incluyendo el IVA.
Winu: se trata de una plataforma de doble uso. Por un lado actúa como un radar para los abogados y procuradores que se apunten a ella, ya que pueden acoger las reclamaciones de numerosos clientes potenciales. Por el otro, sirve para que los afectados por las distintas irregularidades bancarias de los últimos años, así como por conflictos en el cobro de seguros, puedan encontrar un profesional que lleve sus reclamaciones a los tribunales, o bien consiga llegar a acuerdos.
Se accede rellenando un formulario de reclamación y solo se paga si se gana el caso. Las comisiones son variables según el sector del que se trate, funcionando más como un bufete clásico, tal como se puede leer en sus condiciones generales: “Winu cobrará por los servicios prestados solamente si la reclamación cursada tiene éxito, es decir, siempre y cuando el cliente perciba alguna indemnización o resarcimiento. El precio se determinará de conformidad con las Condiciones Particulares de Contratación”.
Paxtum: se trata de una aplicación para smartphones que nos ofrece la descarga de modelos estandarizados de documentos para reclamaciones, especialmente multas de tráfico y aparcamiento, pero también reclamaciones a cláusulas suelo y contratos de alquiler. Se paga un tanto según el documento requerido, que se envía al correo electrónico en formato formulario.
Paxtum garantiza que los documentos están permanentemente actualizados de acuerdo con los requisitos de la ley y cuenta detrás con un bufete de abogados de Marbella: Ruiz Ballesteros Abogados y Asesores Fiscales.
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