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Clara Usón “se confiesa” en “El asesino íntimo”, un homenaje a su madre
Clara Usón habla por primera vez “de sí misma” en una novela, “El asesino íntimo”, una “confesión” y un homenaje a su madre en el que la escritora repasa el “espejismo” de la Transición y establece resonancias entre su vida y la de la actriz del destape Sandra Mozarovski.
“Es la primera vez que hablo de mí misma y que hablo en primera persona”, ha explicado hoy en rueda de prensa Usón (Barcelona, 1961) sobre esta novela, “que no autobiografía”, editada por Seix Barral.
Usón utiliza la misteriosa muerte de la joven actriz Sandra Mozarovski para repasar su recorrido vital, para reflexionar sobre la juventud y el sentido de la vida o para hablar del suicidio, con el que “coqueteó”, y lo hace dialogando “con humor” con Wittegenstein, Camus y Pavese.
“Sandra y yo fuimos contemporáneas, aunque ella murió prematuramente con 18 años. La suya fue una muerte misteriosa o polémica en la medida en que no está muy claro lo que sucedió”, ha explicado la escritora sobre la actriz relegada al cine del destape y al “terror erótico”.
“La versión oficial es difícil de aceptar: se cayó por un balcón a las tres de la mañana, cuando regaba las plantas, que estaban en maceteros sobre el suelo del propio balcón”, apunta Usón, y añade datos como que “no hubo atestado policial o noticia de que alguna ambulancia la llevase al hospital”.
“Yo no afirmo nada, eso sería injuriar. Pero los rumores dicen que Sandra quizá fue una de las amantes del rey Juan Carlos, que quizá su supuesto suicidio tuvo que ver con esa relación”, continúa la escritora.
En esta novela “políticamente incorrecta”, utiliza a Juan Carlos de Borbón “como símbolo de ese período que nos vendieron como al acceso de España a la democracia plena, y a Europa y a la modernidad, y ahora estamos viendo cómo tenemos todas las instituciones absolutamente podridas y cómo esa supuesta democracia fantástica tiene mucho que mejorar”.
“El rey hizo cosas buenas, sin la menor duda, pero también tiene un lado oscuro que nos ocultaron mucho tiempo. Y yo me limito a hablar del rey contando lo que ha sido su vida, como cuento la mía, sin inventarme nada. Los rumores los doy por rumores”, apunta.
Usón encuentra resonancias de su propio proceso de autodestrucción en la historia de Sandra Mozarovski, y relata la compleja relación que mantuvo desde niña con su madre, a la que rinde homenaje en esta novela.
“Hablo como siempre de la familia, pero hablo de algo que hasta ahora no he hablado y en realidad es el motivo de esta novela: mi madre. La relación con mi madre no era idílica, nos llevábamos muy mal, porque mi madre de alguna manera fue una víctima del franquismo, como todas las mujeres de su época”, comenta.
Recuerda la “crisis espantosa” que tuvo, una pesadilla para ella y su familia: “estuve en un centro de desintoxicación, estuve en psiquiátricos. Una madre normal, y eso es lo que yo he comprendido, esa madre idílica con la que yo soñaba, no hubiera hecho lo que mi madre hizo por mí. Mi madre me salvó la vida”, sentencia.
Ese suceso “lo tiene guardado” y le “avergüenza”, pero por otro lado “no se siente culpable”, y ahora, en “El asesino íntimo”, la autora se “confiesa”.
Y quizá no sirva de nada confesarse, dice, cuando no cree en Dios y cuando la persona a la que ha querido agradecer lo que hizo por ella está muerta: pero aquí está ese testimonio“, concluye Usón.
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