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Pablo Casado impone a Antonio Silván como número 1 al Senado por León y garantiza su aforamiento

José Luis Ulibarri, Antonio Silván y Juan Carlos Suárez-Quiñones

Laura Cornejo

Finalmente el excalde de León, Antonio Silván, lo ha conseguido y se ha colado como número uno en las listas del PP al Senado por León. Fuentes del partido en Castilla y León han confirmado a eldiario.es que colocar a Silván como cabeza de lista ha sido una imposición del presidente del partido, Pablo Casado. Este movimiento garantiza al exregidor, que apareció en los pinchazos de la Operación Enredadera, el aforamiento, además cierta relevancia política tras el fracaso del 26 de mayo.

Antonio Silván, que hasta el momento no está imputado en la causa que ha sacudido diputaciones y ayuntamientos, mantuvo varias conversaciones con el presunto cabecilla de la red de amaño de concursos públicos, el empresario de la construcción y la comunicación, José Luis Ulibarri. En una de ellas simplemente le indicaba que algo ya estaba adjudicado, en otra le informaba en directo de la apertura de sobres de ofertas en una licitación en la que él participaba y en como se iba votando. Ulibarri iba perdiendo, y llegó a decirle a Silván “que lo arreglen”.

Cuando el sumario se dio a conocer, Silván acababa de incorporarse a la ejecutiva de Casado, era alcalde de León y además procurador en las Cortes. Estaba aforado. Pero esa situación se acababa. En 2016 el Estatuto de los Altos Cargos cambió y los alcaldes de municipios de 20.000 habitantes no podían ser diputados autonómicos. El cambio se haría efectivo en la nueva legislatura. Con la disolución de las Cortes por la convocatoria electoral, Silván quedaría al descubierto y sin posibilidad de volver a ser parlamentario.

La primera opción fue huir al Senado, pero Génova no apoyó esta posibilidad. Así, poco después se le hizo integrante de la Diputación Permanente de las Cortes, el movimiento es similar al que se hizo en el pasado con la ya fallecida Rita Barberá.

Tas las elecciones generales y autonómicas, Silván volvió a quedar sin fuero, no se le propuso como consejero y además perdió la alcaldía de León. Obtener un puesto en el gobierno Alfonso Fernández Mañueco era muy complicado: ambos fueron rivales en las primarias de marzo de 2017 y el presidente no quiere demasiados recuerdos de la etapa Herrera, y mucho menos afines al expresidente. Alguna excepción hizo, como la de mantener al consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones. También él parece en el sumario Enredadera, en este caso ofreciendo a Ulibarri unas obras de más de dos millones de euros sin el preceptivo concurso público.

El caso avanza muy lentamente, las declaraciones ante los jueces que instruyen las piezas separadas se han paralizado a la espera de que la UDEF acabe de transcribir todo el material. No se conoce, por tanto, el alcance total de la investigación pero sí la amistad entre Silván y Ulibarri, entre otros políticos.

Con las elecciones celebradas, el pacto firmado y el gobierno ya conformado, Antonio Silván hizo una intentona más postulándose como senador por designación autonómica. Pero tampoco en este caso el Partido Popular de Castilla y León pudo hacer gran cosa excepto acatar las órdenes de Pablo Casado: el senador por Castilla y León sería el alavés Javier Maroto. La pista sobre lo que estaba ocurriendo sobre la confección de las listas al 10-N la daba el pasado domingo Fernández Mañueco en una entrevista en la que decía que Silván debía ir en las listas por su “fuerza electoral”, con una alcaldía recién perdida. Tan sólo estaba asumiendo un mandato superior.

La segunda ronda electoral ha dado una nueva oportunidad a Silván. El número 1 en abril, Javier Santiago Vélez pasa a ocupar el número 2, un puesto con escasas posibilidades de éxito a menos que consiga más votos que el número 1, algo improbable.

Génova también ha intervenido en la designación del número 1 al Congreso por León. El secretario del partido en León, José Miguel González, ocupará ese primer puesto. Su amistad con el secretario general, Teodoro García Egea tiene mucho que ver con la decisión. Al igual que en la lista al Senado, la que fue número 1 en las pasadas elecciones, Carmen Guinda, ha bajado hasta el puesto 2.

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