Correos internos alegan falta de material de protección en Castilla y León y piden al personal trasladar pacientes sin guantes
Hospitales de Castilla y León se están quedado sin reservas de guantes de nitrilo, los más resistentes al uso y a los roces y los más seguros para los profesionales sanitarios que trabajan con enfermos de COVID-19. El pasado viernes, el subdirector de Enfermería del Clínico y coordinador de Recursos Materiales informaba mediante un correo electrónico a las supervisoras de Enfermería del “desabastecimiento de cierto material de los equipos de EPIs” y que “desgraciadamente no tienen pronta solución”.
El Clínico, según el mail al que ha tenido acceso eldiario.es, no tiene “stock de guantes de nitrilo”. Para solventar el problema, este directivo remite al 'Protocolo de uso de guantes del Servicio de Medicina Preventiva“. El problema es que ese protocolo tiene fecha de 31 de marzo de 2019, cuando el COVID-19, uno de los virus más contagiosos de los conocidos hasta ahora, ni siquiera existía.
El subdirector de Enfermería indica en su mail que el protocolo se tiene que hacer llegar al personal y que ha subrayado “aquellas actuaciones en las que no es necesario el uso de guantes y que, dada la circunstancia, se debe cumplir”. Así, según las partes marcadas por el subdirector, no es necesario usar guantes para trasladar pacientes, repartir y recoger comidas, cambiar o recoger ropa de cama, salvo que esté manchada con fluidos, tomar constantes a los enfermos ni tampoco para exploraciones sobre piel íntegra, para administrar medicación por vía oral, ni para realizar electrocardiogramas, radiografías, manipular material limpio o tratamientos con fisioterapia a pacientes con piel íntegra.
La instrucción supone dejar desprotegidos a celadores, médicos y enfermeros, que se verían obligados a tocar sin guantes a enfermos no testados por COVID-19.
El email del directivo también subraya en el protocolo cuando sí es preciso el uso de guantes: “en tareas en las que haya contacto con sangre, secreciones respiratorias, fluidos, exudados de heridas, y en pacientes con medidas de aislamiento de contacto y en la manipulación de material contaminado”. En este caso, se usarían en pacientes con coronavirus, que tienen ese aislamiento de contacto, pero no cuando se trata al resto.
La desprotección de los profesionales sanitarios choca con las medidas que recomienda a diario la consejera de Sanidad, Verónica Casado: uso de guantes fuera del domicilio además del lavado de manos.
También faltan gorros, batas y calzas y hay “nula capacidad de compra”
En el hospital Clínico Universitario de Valladolid no sólo faltan guantes. El subdirector de Enfermería admite en esa comunicación interna que carecen de “gorros quirúrgicos, batas de un solo uso tipo visita, calzas”. Así, “en la medida de lo posible” el personal recibirá guantes de látex, de vinilo y de nitrilo “independientemente” de lo que soliciten. Recuerda el correo electrónico las precauciones que habrá que tomar con el personal alérgico al látex y sobre todo con el uso con pacientes alérgicos. “Recordad que los guantes quirúrgicos y los de exploración son de látex y no es algo inusual su distribución”, añade para justificar la entrega de este material.
En ese correo electrónico se admite que “el hospital tiene poca o nula capacidad de compra ya que los proveedores no disponen de productos y los fabricantes no disponen de material para fabricar”. También recuerda que “en cuanto al tema de las mascarillas” -se refiere a las defectuosas que adquirió la Junta de Castilla y León en China y que han sido retiradas después de unas semanas de uso, los profesionales deberán leer un escrito colgado en la intranet y que ha elaborado la dirección junto con el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales.
La situación del Clínico de Valladolid no es única. Aunque el resto de hospitales no hayan informado por escrito de la situación de su stock de material de protección, fuentes sanitarias sí que han precisado a este diario que el Hospital Río Hortega de Valladolid también está empezando a quedarse sin reservas.
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