Caminando Fronteras denuncia la deportación a Marruecos de los migrantes llegados a las Islas Chafarinas
“Nos han quitado todo”, reitera una y otra vez Abou (nombre ficticio) mientras trata, con inquietud, de que no le escuchen hablar por teléfono. Acaba de ser deportado, dice, desde Melilla a la localidad marroquí Nador. Es una de las 27 personas que llegaron en patera durante la noche de este lunes a las Islas Chafarinas, de soberanía española, y fueron trasladadas a Melilla. Después de tres días, según ha denunciado la ONG Caminando Fronteras, han sido devueltas a Marruecos.
De acuerdo con la ONG, una embarcación de la Guardia Civil ha trasladado esta mañana a los migrantes al puerto de Nador, a unos 15 kilómetros de la ciudad autónoma. “Nunca habíamos visto una deportación así”, señala Helena Maleno, portavoz de Caminando Fronteras.
Este periódico se ha puesto en contacto con la Delegación de Gobierno en Melilla y el Ministerio del Interior para conocer más detalles, pero no ha recibido respuesta. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla se limitaron ha informar a Efe de que “se ha aplicado el convenio de cooperación con Marruecos en materia de inmigración, respetando los derechos que asisten a los inmigrantes”.
Según la versión aportada por los migrantes, con los que la ONG ha podido hablar, han estado “encerrados durante tres días en una celda” con agua y comida escasa, presumiblemente en una comisaría española, algo que no han podido confirmar.
“Pedíamos que nos dieran de comer y nos daban pan. Pedíamos agua, y teníamos que beber del agua del grifo. Los agentes españoles nos han maltratado, no teníamos para comer, no teníamos agua”, insiste Abou en una conversación con eldiario.es. Una vez en Nador, explica el joven, han denunciado a las autoridades marroquíes la situación vivida en Melilla. “Nos han quitado, los papeles, el dinero, ¿qué voy a hacer ahora sin dinero?”, dice Abou, que salió de su país, Guinea Conakry con el objetivo de llegar a España.
Según ha explicado Maleno, antes de ser deportados fueron entrevistados en las dependencias melillenses con un traductor y un “supuesto abogado”. “Les presentaron a un chico y a una chica, les han hecho firmar un papel para 'trasladarles a la Península', pero ellos no entendían el proceso”, señala la activista.
“Cuando he hablado con ellos estaban muy nerviosos, no paraban de repetir que los han maltratado, que les habían vulnerado sus derechos”, prosigue. “No hemos podido hablar con abogados”, confirma Abou.
La denuncia se produce pocos días después de que pasaran toda la noche en el archipiélago “sin asistencia humanitaria”, según la ONG. Fue la activista quien dio el primer aviso en la red social durante la noche de este lunes, asegurando que habían llegado 28 personas a las islas Chafarinas, entre ellas cuatro mujeres, y que necesitaban “asistencia urgente”. Una hora y media más tarde, insistió en su llamamiento y señaló que los migrantes estaban “desamparados y mojados a 8 grados centígrados”.
“Los militares españoles [que custodian el archipiélago] tardaron toda la noche en darles asistencia. Pasaron casi toda la noche a dos o tres grados, sin zapatos. Nadie les dio asistencia hasta 12 horas después, aunque los habían visto. No habíamos visto algo tan fuerte en mucho tiempo”, apunta Maleno.
Los migrantes fueron finalmente trasladados a Melilla en la tarde del martes por una embarcación de Salvamento Marítimo. “No podíamos esperar que cuando los trasladan es para tenerlos detenidos, nos preguntamos por qué han estado tanto tiempo”, dice la activista.