A la tercera va la vencida: el fundador de Amazon responde a las críticas del New York Times
El New York Times ha vuelto a atizar a Amazon, el gigante del comercio electrónico, centrándose esta vez en las condiciones laborales de las decenas de miles de trabajadores de cuello blanco de la compañía estadounidense. Un extenso reportaje publicado el pasado fin de semana dibuja un retrato extremadamente crítico de una empresa que, en resumen, aparece reflejada como una organización con un gran espíritu de innovación y enorme atención al cliente, pero extremadamente exigente con sus empleados. El revuelo ha sido tal que, esta vez, el fundador y primer ejecutivo de la compañía, Jeff Bezos, ha tenido que responder.
El texto del Times, basado en un centenar de entrevistas a empleados y extrabajadores de Amazon, recoge, por ejemplo, cómo personas que sufrieron cáncer, abortos involuntarios u otras crisis personales sufrieron evaluaciones laborales injustas por parte de la empresa; un ambiente laboral en el que se anima a la plantilla a “destrozar” las ideas de sus compañeros en las reuniones de trabajo y en el que es común que los empleados reciban correos pasada la medianoche, seguidos de mensajes de texto preguntándoles por qué no los contestan.
“Prácticamente vi a todas las personas con las que trabajé llorar en su escritorio”, afirma en el reportaje Bo Olson, que trabajó dos años en el departamento de Marketing de la compañía.
El artículo, que este martes sumaba más de 5.000 comentarios en la web del Times y se mantenía como la pieza más leída del día, también destacaba la ausencia de mujeres en la cúpula directiva de la compañía, una brecha de género que, según el Times, “muchas” empleadas entrevistadas atribuían “a su sistema de competición y eliminación” de empleados.
La polvareda ha obligado a reaccionar a Bezos. Si el periódico que el multimillonario compró hace dos años, el Washington Post, se preguntaba el lunes “¿Es realmente tan duro trabajar en Amazon?”, ese mismo día, en un correo electrónico remitido a la plantilla, el presidente de Amazon dijo no reconocer la descripción del Times y aseguró que no tolerará esas “prácticas de gestión asombrosamente crueles”.
“El artículo no describe la Amazon que yo conozco o los considerados 'amazonians' con los que trabajo cada día”, escribe Bezos, que pide a los trabajadores de la empresa que avisen al departamento de Recursos Humanos si se enteran de historias de ese tipo y asegura a sus empleados que pueden incluso escribirle a él directamente si se enteran de incidentes como los que refleja el Times. “Aunque rara o aislada, nuestra tolerancia para esa falta de empatía debe ser cero”, subrayó Bezos, que según Forbes es la decimoquinta persona más rica del mundo, con un patrimonio de 34.800 millones de dólares.
El New York Times ya recogió en 2011 cómo Amazon obligaba a sus empleados a trabajar en un almacén de Pennsylvania sin aire acondicionado y a casi 40 grados de temperatura, y en marzo de 2013 se hacía eco de las huelgas de sus trabajadores en Alemania por las condiciones laborales de la compañía en ese país.
Sin embargo, esta es la primera vez que Bezos responde a un artículo crítico del Times con la empresa, cuyo poder de mercado cuestionaba hace unos meses el premio Nobel Paul Krugman, colaborador del rotativo neoyorquino, y a la que en Europa la Comisión Europea investiga por partida doble (por el ventajoso tratamiento fiscal que recibe en Luxemburgo y por sus acuerdos con los editores, que podrían restringir la competencia).
Fundada en 1994 como una web de venta de libros que ha multiplicado por más de diez su valor bursátil desde 2008, el mes pasado, Amazon, con sede en Seattle (Washington, EE.UU.) y 180.000 empleados, superó a Walmart como la primera compañía estadounidense de su sector por capitalización.