Estados Unidos investiga a Volkswagen por la broma sobre el cambio de nombre a “Voltswagen” que hizo subir sus acciones
La Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) está investigando a Volkswagen (VW) por difundir el pasado marzo una información falsa en la que anunciaba que cambiaría su nombre en Estados Unidos a “Voltswagen”.
La investigación de la SEC ha sido revelada inicialmente por el periódico alemán Der Spiegel y este viernes se han hecho eco de ella medios estadounidenses. El organismo regulador del mercado de valores todavía no ha confirmado oficialmente la investigación y VW tampoco ha hecho ningún comentario al respecto.
La complicada artimaña de VW se inició cuando la compañía colgó de forma breve un comunicado, con la fecha del 29 de marzo, informando de la decisión de renombrar la empresa en Estados Unidos a Voltswagen.
“La idea de un 'automóvil del pueblo' es nuestra esencia. Hemos dicho, desde el principio de nuestro cambio a un futuro eléctrico que produciremos VE para millones no sólo para millonarios. Este cambio de nombre supone un guiño a nuestro pasado como automóvil del pueblo y nuestra firme creencia que nuestro futuro es ser el automóvil eléctrico del pueblo”, afirmó, en marzo, el presidente y consejero delegado de la compañía, Scott Keogh.
Se esperaba que la SEC tomara alguna acción contra VW por haber publicado una información falsa sobre su cambio de nombre, pese a que la compañía reconoció que se trataba de una “broma” y un truco publicitario para promocionar el lanzamiento de un nuevo modelo de vehículo eléctrico.
Una nueva investigación por falsedad
No es la primera vez que la SEC investiga a VW por falsedad. En los últimos años, la compañía ha saltado a las portadas de los medios de comunicación por trucar sus motores diésel, falsificar los resultados de emisiones y ocultar las emisiones de cantidades ilegales de óxidos de nitrato (un producto cancerígeno), entre otros incidentes.
En 2017, la empresa reconoció que durante años había engañado a los consumidores, sus clientes y las autoridades de Estados Unidos y se comprometió a pagar 15.000 millones de dólares en multas e indemnizaciones.
Y en 2019, la SEC acusó a VW, dos de sus filiales y al exconsejero delegado de la compañía, Martin Winterkorn, por “defraudar a los inversores de Estados Unidos, recaudando miles de millones de dólares” en los mercados a la vez que “hacían una serie de afirmaciones engañosas sobre el impacto medioambiental” de los vehículos diésel.
Los nuevos problemas de VW se iniciaron el 29 de marzo cuando la compañía reveló, de forma “accidental”, que planeaba cambiar su nombre en Estados Unidos. Un día después, el 30 de marzo, VW confirmó en un comunicado oficial, y a través de sus portavoces, que la información era verídica y que la compañía se llamaría Voltswagen.
La confirmación del cambio de nombre de VW fue publicada en miles de medios de comunicación de todo el mundo y provocó un alza del valor de las acciones de la compañía. Incluso analistas financieros del sector informaron a sus clientes del cambio de nombre y valoraron de forma positiva la noticia.
Finalmente, ante la presión de los medios, VW reconoció el 31 de marzo que el comunicado era falso y que el supuesto cambio de nombre era un broma de “April's Fool”, el día de los Santos Inocentes en el calendario norteamericano.
El problema para VW es que “April's Fool” se celebra cada año el 1 de abril, no el 29, 30 o 31 de marzo, y que un comunicado de prensa es un documento oficial, por lo que cualquier falsedad que contenga puede ser causa para iniciar procesos legales contra la compañía.
El consejero delegado de VW en Estados Unidos, Scott Keogh, asumió la responsabilidad por la difusión de la falsa información. Pero la compañía intentó ignorar la seriedad de sus acciones y justificar que el objetivo de “hablar” de vehículos eléctricos justificaba engañar al público.
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