España se desmarca de la contracción de la eurozona al comienzo del tercer trimestre
El deterioro de la actividad del sector privado de la zona euro se agravó en el mes de julio como consecuencia del empeoramiento de la contracción de las manufacturas y el debilitamiento de los servicios, según refleja el índice compuesto PMI, con España como única gran economía del euro que logró expandirse al comienzo del tercer trimestre.
En concreto, el índice compuesto PMI para la zona euro se situó en julio en 48,6 puntos, frente a los 49,9 del mes anterior, lo que supone su peor lectura en 8 meses, después de que el PMI de servicios bajara a 50,9 desde 52 puntos, en mínimos de 6 meses, y el PMI manufacturero marcase en julio mínimos de 38 meses, con 42,7 puntos desde los 43,4 de junio.
Entre las economías encuestadas, únicamente España (51,7) se mantenía por encima del umbral del estancamiento, en el que se situaba Irlanda (50), mientras que Italia (48,9), Alemania (48,5) y Francia 46,6, registraron contracciones de la actividad privada.
Según la encuesta PMI, la economía de la zona euro comenzó el tercer trimestre con la contracción más rápida de la actividad total desde noviembre del año pasado como consecuencia de una desaceleración cada vez más profunda del sector manufacturero y un estancamiento casi total de la actividad en el sector servicios.
Asimismo, los autores advierten de que en julio hubo una notable debilidad con respecto a la demanda, ya que los nuevos pedidos cayeron de nuevo y lo hicieron al ritmo más rápido en nueve meses, incluyendo un lastre considerable del desempeño de las exportaciones, ya que la demanda de clientes extranjeros cayó al ritmo más pronunciado desde el comienzo de la pandemia de la Covid-19.
De este modo, los pedidos pendientes de realización disminuyeron por cuarto mes consecutivo, y lo hicieron a un ritmo más rápido, mientras que el crecimiento del empleo se ralentizó y la confianza empresarial se debilitó.
Asimismo, en el mes de julio se registró también una nueva atenuación de las presiones de los precios, aunque este descenso siguió estando fuertemente impulsado por el sector manufacturero, ya que las empresas de servicios registraron aumentos aún elevados tanto en sus costes como en los precios cobrados.
“La segunda mitad del año ha tenido un mal comienzo para la economía de la zona euro”, ha resumido Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, para quien “no se requieren dotes de adivinación para ver que el crecimiento del empleo se detendrá en los próximos meses dadas las perspectivas más sombrías para la economía”.
“El sector servicios español se mantiene en buena forma”
El crecimiento de la actividad del sector servicios español se desaceleró en julio hasta mínimos en lo que va de año, aunque logró mantenerse por noveno mes consecutivo por encima del nivel de ausencia de cambios del índice de gestores de compra (PMI), elaborado por S&P Global y Hamburg Commercial Bank.
En concreto, el índice PMI del sector servicios de España se situó en julio en 52,8 puntos desde los 53,4 del mes anterior, su peor lectura en lo que va de año, pero todavía por encima de los 50 puntos, umbral que separa la expansión de la contracción. A su vez, el PMI manufacturero de España bajó hasta los 47,8 puntos desde los 48 el mes anterior, lo que situó el dato del PMI compuesto de la economía española en 51,7 puntos, frente a los 52,6 de junio.
“En general, el sector servicios español se mantiene en buena forma”, según Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, para quien la incertidumbre en el contexto de las elecciones generales de julio “no tuvo un impacto notable en el sector servicios”, ya que la confianza empresarial sólo ha disminuido levemente desde un nivel alto.
Según los responsables de la encuesta, el crecimiento del sector servicios español perdió de nuevo impulso en medio de las señales de debilidad de la demanda del mercado, ya que el crecimiento observado de la actividad comercial y los nuevos pedidos fueron los más bajos en seis y siete meses respectivamente.
Asimismo, los niveles de empleo también aumentaron a un ritmo más débil y el nivel de pedidos pendientes se estabilizó. De su lado, a pesar de los frecuentes comentarios sobre las persistentes presiones salariales, el último aumento de los costes de los insumos fue el menos pronunciado desde abril de 2021 y la tasa de inflación de los precios cobrados disminuyó hasta su mínima de veintidós meses.
De tal modo, a pesar de que el grado de confianza del sector servicios fue el menos pronunciado desde marzo pasado, se mantuvo una sensación general de optimismo entre las empresas ante las esperanzas de estabilidad política, mayor afluencia de clientes e inversión en el desarrollo de nuevos productos.
1