Elena Valenciano: “Si hay una abstención por encima del 60%, sería un fracaso de todos”
Elena Valenciano (Madrid, 1960) recibe a eldiario.es en sala adjunta de su despacho en Ferraz, con unos cuantos canapés y varias latas de refrescos calientes. La entrevista se tiene que celebrar mientras come, no tiene tiempo para más. Dice no estar cansada, que aguanta bien la campaña y no contempla otro escenario que ganar el domingo. En su opinión, el PP ha cometido un error garrafal al enfrentarse a las mujeres españolas y de ahí puede llegar su victoria. En toda su vida política, a Valenciano siempre la han aupado las mujeres porque siempre hizo bandera de la igualdad.
A pocas horas de finalizar la campaña, ¿cuáles son las expectativas electorales del PSOE? ¿Mejores o peores que al inicio?
Creo que estamos en una situación de empate técnico, pero estoy convencida de que ahora estamos por delante porque el PP ha cometido un error garrafal en este final de campaña que ha sido el de enfrentarse a las mujeres españolas.
¿Cree que si hay una abstención por encima del 60%, alguien puede considerarse vencedor en estas elecciones?
Espero que no vaya a ser esa la abstención. Si fuera ese porcentaje sería un fracaso de todos. Yo trato de llevar al ánimo de la gente la importancia de votar, porque las decisiones que se van a tomar en la UE en los próximos meses van a ser definitivas para el sur de Europa. Necesitamos que los españoles voten, desde luego, al PSOE. Será la única manera de equilibrar lo que ha sido una política ineficaz en lo económico y cruel en lo social. Mi principal combate es que no haya ese nivel de abstención.
Ustedes han luchado contra el mensaje de que PP y PSOE no son lo mismo, luego Felipe González lo reventó con la idea de la “gran coalición”, ¿Por qué una parte de la sociedad sigue percibiendo que PP y PSOE son lo mismo?
Creo que no. La gente sabe que la derecha española y la izquierda española que representa el PSOE no somos lo mismo. La historia lo demuestra con creces y, los últimos años, también. Hay una clara intención de nuestros adversarios, de todo tipo, en asentar esa afirmación, pero es que lo que está destruyendo el PP es lo que construyó el PSOE, así de claro es. Y esta recta final de campaña lo ha puesto aún más de manifiesto.
¿Y no puede ser posible una gran coalición en Europa como ya propone Angela Merkel?
La gran coalición en Alemania es una decisión que se ha tomado en otras ocasiones. La derecha alemana es una derecha muy social, lo que en la derecha de España no existe. Pero en Europa hace falta una alternativa de izquierda, quiero que sea hegemónica la izquierda en el Parlamento Europeo y en la Comisión. No veo una gran coalición tampoco en Europa, veo una alternativa de izquierda.
¿Qué fue lo primero que se le vino a la cabeza cuando oyó a Cañete tras el debate?
Que era un mal perdedor, porque ya sabía que era un machista. Me pareció muy mal perdedor. Venía a decir que la dejé ganar, pero si alguien ve a Cañete en el debate comprobará que no era eso. Si tú dejas ganar a alguien, se te ve tranquilo y relajado. No era eso. Yo creo que Cañete es un político con un pensamiento del siglo XIX, no es de este siglo, y lo demostró en el debate y después.
¿Por qué ha tardado cinco días en pedir disculpas?
Porque ha intentado no hacerlo, pero en su partido le han forzado porque están perdiendo en las encuestas.
¿Se cree sus disculpas?
La disculpas las acepto, pero lo que me preocupa es lo que piensa. Y, en todo caso, no es una rectificación. Pero es lo que de verdad piensa, y lo ha vuelto a demostrar en un mitin. Es el pensamiento de gran parte de la derecha española y es lo que le permite a la derecha española proponer una reforma de la ley del aborto como la que propone. La derecha cree que las mujeres españolas no tenemos capacidad suficiente, ni para pensar, ni para debatir, ni para decidir. Y sobre esa misma categoría está construida la ley del aborto.
¿El PSOE puede ganar las elecciones por las mujeres?
Creo que sí, que el voto de las mujeres puede contribuir a la victoria del PSOE. Las mujeres, en general, siempre nos han dado al PSOE ventaja, porque saben muy bien que el PSOE es un partido comprometido con su igualdad desde siempre y, sobre todo en los últimos años.
¿Qué le parece que Jáuregui haya calificado de “incidente” un caso de violencia de género?
No es un incidente, pero Jáuregui ya lo ha corregido. Es un caso de violencia de género que hay que condenar, lo haya hecho quien lo haya hecho.
Son elecciones europeas pero, el lunes, habrá lectura en clave nacional, ¿Si usted pierde el domingo, significará el adiós definitivo de Rubalcaba y, por el contrario, una victoria suya, puede ser su consolidación?
Ninguna de las dos cosas. Si pierdo el domingo, que no voy a perder, significa que hay que trabajar más duro. Y si gano, que voy a ganar, el PSOE estará en mejor posición de seguir compitiendo con la derecha y para ganar espacio de confianza con la gente porque, humildemente, tenemos que seguir haciéndolo.
Aunque haya una derrota, ¿no contempla un Congreso extraordinario?
No. La hoja de ruta del PSOE ya está decidida y marcada por el Comité Federal y se va a cumplir.
¿El próximo lunes empezará la batalla de las primarias en el PSOE?
No creo que sea tan rápido. Primero hay primarias para elegir a los alcaldes y los candidatos a las comunidades autónomas. Creo que se cumplirá el calendario. Y, cuando se abra el proceso de primarias a las generales, será cuando la gente se lance a la carrera que es lo que tiene que hacer. Pero no veo que vaya a ser algo inmediato.
Y si finalmente Rubalcaba no se presenta, ¿Ferraz tendrá su propio candidato?
Ferraz no existe. Y el aparato tampoco. Hay muchos aparatos. El aparato existía en el leninismo, pero ya no existe. El aparato es la dirección, y hay muchas. Una en Madrid, otra en Cataluña, otra en Andalucía, otra en Extremadura... En todo caso, harán bien los aparatos, todos ellos, en no tener candidato porque la gente de fuera va a decidir. Dará igual.
El escrache que sufrió el martes Carme Chacón fue debido a las políticas de vivienda aplicadas en su Ministerio, concretamente por el llamado desahucio exprés. Con la perspectiva del tiempo, ¿aquella decisión fue errónea?
Con la perspectiva del tiempo en el tema de la vivienda lo hemos hecho fatal. Todos. Los gobiernos, los bancos y, si me apura, hasta los usuarios. El tema de la vivienda ha sido una enorme burbuja en la que hemos entrado todos. Sí, creo que habría que rectificar la política de vivienda en España. Habría que haber hecho las cosas de otra manera, sí, pero el problema es que esa perspectiva la tenemos ahora, no entonces.
¿Qué opina de los nuevos partidos que se han presentado a las elecciones? ¿Restan votos al PSOE?
Vamos a ver cómo quedan al final. Porque depende mucho del nivel de participación. Pero a mí me parecen bien todas las opciones. Ahora, sólo hay una que puede cambiar a la Unión Europea que es la socialdemocracia, no hay otra alternativa a eso: la derecha o la socialdemocracia. Todos los demás juegan su papelito, pero no conseguirán cambiar nada porque, para eso, hay que tener una grandísima fuerza. Nosotros nos presentamos en los 28 países miembros. Somos los únicos que podemos doblarle el pulso a la derecha. Por eso, yo le mandaría un mensaje a la izquierda para que reflexionara sobre la posibilidad real de cambiar el rumbo de la UE.
Las redes sociales están teniendo un gran protagonismo en la campaña y usted las utiliza habitualmente, ¿Qué opina de que el ministro del Interior quiera poner coto a Twitter?
Ya ha querido poner coto a la calle, lo de Twitter ha sido después. Pues que es un ministro del Interior al que la libertad de expresión le pone un poco nervioso. Sí creo que la libertad en la red tiene que ir acompañada de seguridad en la red. Lo digo desde la experiencia de mi caso, que recibí amenazas de muerte en la red. Yo lo que quiero es que sea igual que en la calle. Si un tío me viene a la cara y me dice que me quiere matar pues yo le denuncio, y en la red me cuesta más trabajo, aunque cada vez es más fácil poder hacerlo.
No le llama la atención que después de su experiencia en Twitter con amenazas personales y a su familia, o lo que ocurrió con Pilar Manjón, no pasara nada, y ahora que el PP sufre campaña en su contra, sienta que la pelota está en su tejado y quiera hacer la revolución. ¿Hay dos varas de medir?
Tienen la piel muy fina y, además, tienen el poder. Y, desde el poder, cuando se refieren a ellos las amenazas, pues son más sensibles. Pero creo que todos deberíamos convenir que lo que es legal en la calle, tiene que ser legal en la red, y a la inversa.