El AVE de Bilbao se quedará en Basauri y el de Vitoria también tendrá una primera estación provisional
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y el consejero vasco del ramo, Iñaki Arriola, han anunciado este jueves que Bilbao y Vitoria contarán con sendas estaciones “provisionales” para la llegada del AVE con el objetivo de no retrasar aún más la entrada en servicio de una infraestructura planificada desde hace tres décadas y en obras desde hace casi dos y en la que se han gastado ya 3.833 millones de euros, 500 más que lo que cuesta todo un año el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Los convoyes que se dirijan en Bilbao pararán en la localidad de Basauri, donde se tendrá que preparar una terminal temporal, y un servicio de Cercanías completará el trayecto hasta Abando-Indalecio Prieto, el final de la línea. En Vitoria, los primeros convoyes de alta velocidad llegarán en superficie hasta la actual estación de Eduardo Dato. En ambas capitales hay un compromiso político de acometer una gran obra de soterramiento y reurbanización pero se ha entendido que sus plazos son incompatibles con la promesa de tener lista la conocida como 'Y vasca' en 2026 aunque ya hay algunos mensajes que lo retrasan “a principios de 2027”.
Son fórmulas “provisionales” -no cuantificadas en presupuesto- para que los trabajos “definitivos” no lastren la “puesta en servicio”, en palabras de la ministra. Además, con el mismo objetivo de no retrasar más estas obras, la titular de Transportes y el consejero vasco han confirmado también que el Estado volverá a ceder al Gobierno vasco la ejecución del tramo Zaratamo-Cantalojas del acceso a Bilbao y “una parte” del denominado “nudo de Arkaute” de entrada en Vitoria. Es la misma fórmula que ha permitido que el ramal de Gipuzkoa sea el más avanzado de toda la 'Y vasca'. De hecho, los accesos a Donostia ya se están ejecutando. La denominada encomienda de gestión permite al administrador ferroviario autonómico (conocido por sus siglas ETS) adjudicar en primera persona las obras y supervisar su ejecución aunque luego la financiación corre a cargo del Estado con un descuento en el Cupo que se abona anualmente.
Este acuerdo institucional tiene un acuerdo político previo. Fue una de las condiciones exigidas por el PNV en el Congreso de los Diputados para continuar negociando los presupuestos de 2020 del Gobierno de Sánchez. Los nacionalistas así lo anunciaron el viernes y menos de una semana después el Ejecutivo lo ha plasmado en un compromiso aunque se da la circunstancia de que es un consejero socialista el competente en materia de Transportes. Ocurre lo mismo con el acuerdo para ceder a Euskadi la gestión plena del Ingreso Mínimo Vital (IMV), una demanda del PNV pero para una cartera ocupada por el PSE-EE en la coalición que dirige Iñigo Urkullu. La ministra ha confiado -sin mencionar expresamente al partido de Andoni Ortuzar- que es importante que los presupuestos generales salgan adelante para poner en marcha todos los compromisos de infraestructuras: “El compromiso del Gobierno de España con Euskadi es absoluto”.
Sánchez y otros miembros de su equipo han viajado a Vitoria para encontrarse con Arriola. La comitiva ha llegado con retraso y, aunque han tocado otros temas -está en el aire el posible traspaso de la competencia de Cercanías-, el encuentro se ha centrado en los avances sobre la alta velocidad. La ministra ha explicado que es un proyecto estratégico para España, una “pieza clave” en la nueva red ferroviaria europea. También ha recalcado que “todos los Gobiernos de España” han “trabajado” por impulsarla. Eso sí, no ha podido sino admitir que es un trabajo que acumula años y años de retraso y ha hablado de “problemas técnicos” y de “gestión” e incluso de la amenaza de ETA cuando se estaba gestando esta infraestructura. No ha ocultado tampoco que lo que queda pendiente es “complejo”, también por su afección ambiental, y ha preferido usar como unidad de medida el “lustro” y no el año para hablar de plazos.
En el caso de Bilbao, se da la circunstancia de que el alcalde Juan María Aburto estaba precisamente a la misma hora reunido en Madrid con responsables de Adif para tratar la llegada de la alta velocidad a la metrópolis vasca más poblada. De las dos capitales con los accesos en el aire es la que tiene el proyecto más avanzado, según ha dado a entender la ministra. En Vitoria aún no se ha elegido trazado preciso para salvar la ciudad después de que se decidiera renunciar a la estación del norte y se mantuviera como punto de llegada la actual, en el sur, lo que obliga a dar un gran rodeo en curva por el este ya que el ferrocarril ya construido acaba en el norte. Lo que sí está claro es que la solución provisional será en superficie mientras la estación actual se va adaptando para que el AVE y el resto de servicios circulen en túnel bajo tierra. En ambas ciudades el soterramiento -cuyo coste será multimillonario- no solamente es una obra ferroviaria, ya que cambiará la fisonomía urbanística de raíz.
Los presupuestos generales de Estado, por otro lado, atribuyen a la provincia de Álava una inversión de casi 300 millones para la conexión de la 'Y vasca' con Pamplona. ¿Supone eso que ya se ha optado por una línea Vitoria-Pamplona frente al plan original -y más caro- de hacer un Pamplona-Ezkio/Itsaso? El mensaje oficial es que no hay nada decidido. Sin embargo, el propio concepto de “nudo de Arkaute” lleva implícita ya esa posibilidad, aunque simplemente podría quedarse en conexión con la actual red convencional. Por otro lado, la ministra Sánchez ha destacado las inversiones del Estado para la conexión desde Donostia hasta Irún, de modo que la alta velocidad llegue a la misma frontera. Sin embargo, no está asegurada su continuidad hasta París, ya que no todos los tramos de Hendaya hasta la capital de Francia están ya adaptados para el TGV.
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