El cine cumple 125 años en Vitoria: “Se reproducen con asombrosa exactitud los menores detalles”
'Baignade de nègres'. Así se titulaba la primera película de cine que se proyectó en Vitoria. Fue el 1 de noviembre de 1896. Este lunes se cumplen, por lo tanto, 125 años de la efeméride, que suscitó una mezcla de asombro y admiración por ver imágenes en movimiento pero también escándalo entre las facciones más conservadoras de una ciudad de unos 30.000 habitantes. Grabada en Francia, de la colección inicial de Auguste y Louis Lumière, esta primera película duraba apenas medio minuto y era justamente eso, una muestra de personas de raza negra nadando.
Formaba parte de una presentación más larga con otras pequeñas filmaciones, entre ellas la más conocida 'Llegada de un tren'. 'Miss Fuller', protagonizada por una mujer, fue la que más escandalizó por contener un número con serpentinas. “Son dignas de nuestra más acres censuras [...]. Nunca hubiéramos creído que en teatro de Vitoria se llegase al extremo de la pornografía y del escándalo”, se puede leer aún en la hemeroteca. Pero otra parte del público “aplaudió a rabiar” y el nuevo aparejo vino para quedarse.
La exhibición inicial se hizo en un descanso de un pase teatral de 'Don Juan Tenorio' en el Teatro Circo, ubicado exactamente en el mismo punto donde se mantiene abierto el único cine del centro de la ciudad, el Florida. Se trata de un espacio que a lo largo de estas décadas ha ido cambiando de nombre y de función, pero que siempre ha estado vinculado con la cultura. En la calle en que se ubica, San Prudencio, llegaron a estar operativos hasta cuatro cines y teatros, el Gran Cinema Vesa -ahora edificio de oficinas conocido como Ópera-, el Teatro Príncipe -que luego fue Guridi y que ahora acoge un supermercado y un gimnasio- y el todavía operativo Teatro Principal.
Las proyecciones se hicieron no con el 'cinematógrafo' que inventaron los Lumière sino con un aparato llamado 'kinematógrafo' que trajo del Reino Unido un desconocido empresario llamado Alberto Durán. Este hombre, del que hay poquísimas referencias históricas, había llegado con el invento una semana antes y lo mostró en Pamplona. Por ese motivo, el pasado fin de semana se celebraron actos institucionales y una sesión especial con la reemisión de aquellas primeras películas. Un pequeño monumento conmemora aquel hito en la capital de Navarra. Durán y su aparato llegaron a Vitoria para el día de Todos los Santos y se quedaron varios días ofreciendo pases de cine. Después, la comitiva siguió a Logroño y a algunas ciudades catalanas.
El programa completo de la primera sesión fue el siguiente: 'Un baño de negros', “El fotógrafo', 'En la playa, baño de mar', 'La plaza de la Ópera de París', 'La llegada de un tren' y 'Miss Fuller'. En las crónicas de 'El Alavés' se refleja que Durán se quedó una semana entera con sesiones diarias -a veces dobles- en el Teatro Circo. ”La nota de la noche fue la exhibición del kinematógrafo. Aun para aquellos que por sus conocimientos están en el caso de explicarse el por qué de tan maravillosos efectos, tiene poderosísimo atractivo este espectáculo en que se reproducen con asombrosa exactitud los menores detalles de las escenas de la vida“, escribieron uno de esos días. Otras noticias muestran que el pueblo quedó encantado, hasta el punto que se hizo una ”rebaja de precios“ para que más y más espectadores conocieran el aparato. ”Numerosa concurrencia asistió anoche a la agradable velada que la empresa de este teatro ha sabido organizar. La presentación de los efectos del kinematógrafo, aquellos cuadros en que parece que la materia inanimada adquiere las energías de la vida tiene, por su novedad, poderoso atractivo. Los cuadros que se exhibieron reproducidos con gran limpieza, llamaron justamente la atención, por el lujo de detalles y la precisión en el movimiento de las fotografías. A instancias del público se repitió 'La llegada del tren'“, se publicó tras otra de las sesiones.
Como mínimo, en aquella primera tanda hubo 14 películas. Además de las del primer día se proyectaron en algún momento 'El petardo', 'Quema de malas yervas', 'Los segadores', 'Una calle de Londres', 'Los herreros de aldea' o 'El bosque de Bolonia de París en día de batalla de flores'. Ese primer cine, evidentemente, era mudo. Por ello, en las exhibiciones se anunciaba también el 'Graphophone', un invento estadounidense de la década anterior para reproducir música y hasta piezas de ópera.
0