Mila Domínguez: “Habrá ONGDs que desaparezcan por la reducción presupuestaria del Gobierno Vasco”
La cooperación vasca pasa por momentos muy duros. Durante muchos años, Euskadi ha sido referencia tanto en compromiso presupuestario con las ONGDs (Organización No Gubernamental para el Desarrollo) como por el tipo de proyectos, más encaminados hacia el desarrollo de los países del sur que hacia políticas asistenciales. En los últimos años las siete principales instituciones vascas (Ayuntamientos, Diputaciones y Gobierno) venían aportando en torno a 70 millones de euros a la cooperación, aproximadamente el 80% de los cuales iba a parar a las ONGDs. Los presupuestos de 2013 reducen esta cifra a solo 45 millones. El Gobierno Vasco, principal impulsor para el desarrollo en la comunidad autónoma, prevé una bajada del 36% en su aportación. Mila Domínguez, portavoz de la coordinadora de ONGDs en Euskadi responde a las preguntas con preocupación.
Pregunta: ¿Habrá EREs en las ONGDs vascas?
Respuesta: Ya los ha habido. Somos un sector donde las soluciones laborales se dialogan mucho y donde siempre buscamos la salida menos traumática para los trabajadores, pero la situación es muy mala.
P: ¿Incluso antes de que se aprueben los presupuestos vascos de 2013?
R: Por ejemplo, en Vitoria-Gazteiz el año pasado no hubo convocatoria de cooperación, este año parece que habrá otra vez, pero hemos tenido un año de parón que ya ha afectado a las ONGDs de Álava. La Diputación de Bizkaia ha bajado a la mitad la aportación para 2013 y el Ayuntamiento de Bilbao también la ha reducido.
P: Si el Gobierno Vasco no cambia sus intenciones, ¿cómo ven el futuro?
R: Será el coletazo definitivo que hará que haya ONGDs que desaparezcan y tendrá que haber más despidos. Pero lo más grave son los proyectos que se van a dejar de desarrollar. Y no sólo es el dinero que no va a llegar, sino el dinero que puede llegar a perderse en los proyectos que llevan muchos años realizándose.
P: ¿Podría explicar a qué se refiere?
R: El desarrollo tiene un plazo muy largo. Si construimos un hospital, pero luego no tenemos dinero para médicos o para medicinas, se está perdiendo todo ese dinero invertido hasta ahora. En las infraestructuras es muy evidente, pero también pasa con otro tipo de iniciativas como las que impulsan el desarrollo de la mujer. En las sociedades donde las mujeres están completamente subordinadas al hombre es un trabajo muy lento hacer que participen en la sociedad y si paramos ese proyecto podríamos estar perdiendo el trabajo de 5, de 8 o de 10 años.
P: ¿Podría dar un ejemplo concreto de una iniciativa que corra peligro?
R: Botiquines en la Amazonía en la zona de Yurimaguas. Estamos instalando botiquines cerca de los poblados y todavía hacen falta más, también hace falta formar a esa gente para que los atienda y después llevarles medicinas. Si después del proceso de construcción y de la formación que les hemos dado a las personas que ayudarán a los médicos no les llevamos las medicinas…
P: Los recortes en cooperación se están justificando por la situación de crisis, ¿creen que se deberían preservar?
R: Nuestra perspectiva está siempre puesta en el 0,7% del presupuesto y nunca hemos llegado ahí. Estábamos en torno al 0,4% y esta reducción nos dejará todavía peor. Podríamos llegar a entender que bajara la partida de cooperación en un 11%, acorde con la rebaja del presupuesto total, pero la reducción es mucho mayor. Se priman las políticas de acción social, como Sanidad y Educación, pero a nosotros se nos saca de ahí y se nos mete con las infraestructuras y las partidas que sufren el mayor recorte.
P: En algunos casos se ha insinuado que con la que está cayendo aquí no se puede pensar en la cooperación internacional…
R: Hay que dimensionar bien el dinero que se estaba dedicando: 40 céntimos por cada 100 euros. Es una cuestión de justicia social, los territorios que necesitan el apoyo de la cooperación no se lo han buscado, ha sido un robo indiscriminado por parte de los países más desarrollados. Si seguimos ese argumento y decimos ahora los de aquí, mañana, ¿qué sería? ¿Los de aquí y los que seamos blancos? ¿Y después sólo los hombres?
P: Entiendo lo que quiere decir…
R: De todas formas, en Euskadi el discurso habitual no es ése. Cuando nos reunimos con las fuerzas políticas lo que nos encontramos es la palmadita en la espalda. Nos dicen lo bien que lo hacemos y nos piden que sigamos así, pero luego el presupuesto no va acorde.
P: ¿Temen que la cooperación vasca pierda la buena imagen que ha cosechado durante los últimos años?
R: Siempre hemos sido una referencia a nivel estatal e incluso una referencia a nivel europeo. El Gobierno Vasco ha sido pionero en muchas de sus políticas de cooperación. Todas estas bajadas nos están haciendo mucho daño. Es cierto que a nivel estatal ha habido mayores reducciones de presupuestos, pero los recortes aquí están siendo todos muy de golpe.
P: ¿Los cooperantes vascos también venden la marca Euskadi?
R: La llevan vendiendo más de veinte años y, de hecho, somos muy conocidos en muchas zonas como de la que hablábamos antes de la Amazonía. Es curioso ver que en muchos sitios toda la cooperación que sale de España la consideran vasca, eso dice mucho del trabajo que hemos hecho desde aquí durante todos estos años.