La flota gallega vuelve a la actividad de forma desigual: “Vamos a pérdidas, pero hay que buscarse la vida”
El paro en la flota está desconvocado, pero solo una parte de los barcos han salido al mar este jueves en Galicia. Después de un amarre de tres días -tras los dos del fin de semana, en el que no hay pesca- que dejó las lonjas prácticamente vacías, quienes han retomado la actividad recalcan que sigue sin ser rentable por el alza de los precios del gasoil. “Hoy vamos a pérdidas, eso está claro, pero hay que buscarse la vida”, dice Antonio Otero, patrón mayor de la cofradía de pescadores de O Grove (Pontevedra). La impresión la comparten responsables de organizaciones de pescadores de otros puntos de Galicia, de A Coruña hasta A Guarda, que avisan de que sigue sobre la mesa volver a quedarse en tierra si la concreción de las medidas anunciadas por el Gobierno no convence al sector.
Antonio Otero está entre los que ha decidido volver al mar ya. De hecho, responde a las preguntas de este periódico desde su barco y mientras faena. El motivo para volver a pescar es para él simplemente que el paro ha sido desconvocado y, aunque en O Grove los pescadores eran favorables a mantener las medidas como forma de presionar, “aceptan lo que dice la mayoría”. Pese a todo, calcula que en torno a la mitad de las embarcaciones se han quedado en puerto también hoy. “Nosotros estamos igual que antes de ir al paro. Solo son [los anuncios del Gobierno] promesas, no tenemos nada”, zanja.
Un responsable de la cofradía de la localidad pontevedresa de A Guarda asegura que solo salió en torno al 20% de la flota. Consideran que, por el momento, su problema no se ha resuelto. El precio del gasóleo para llenar los depósitos sigue muy elevado y tampoco se ha dado solución a otro de los aspectos que está complicando su actividad estas semanas, que es el paro del transporte: “Igual pescas pero no tienes quién lo saque”. Un poco más al norte en la provincia de Pontevedra, el gerente del pósito de pescadores de Cangas, David Fernández, también expresa reticencias e insiste en que el amarre se ha desconvocado solo provisionalmente y a la espera de ver cómo se concretan las ayudas cuando las apruebe el 29 de marzo el Consejo de Ministros.
En Cangas, añade, salieron los barcos a los que les dio tiempo a prepararse y argumenta que lo hacen, como en el caso de O Grove, porque es la decisión que se les ha comunicado y porque, en esa tesitura, “no vas a tener a la flota parada”. Están a la espera de conocer la letra pequeña de los apoyos para el sector y entonces, señala, “habrá que volver a hablar”.
El patrón mayor de la cofradía de A Coruña, Felipe Canosa, insiste en el mismo aspecto: es necesario esperar a la concreción de las ayudas. Una vez desconvocado el paro, cada barco decide qué hacer. El suyo, indica, continúa amarrado. Calcula que no le compensa faenar dos días y volver a parar por el fin de semana. En el puerto coruñés, sin embargo, fue al mar “una parte importante de la flota”. “Si no van a pérdidas, van para cubrir costes pelados”, zanja.
Los motivos que da Canosa para no salir todavía a faenar son varios. Cree que algunos pescadores continúan pendientes del paro del transporte y que otros no están “conformes” con lo que ha propuesto el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación: “Son buenas palabras, pero no dejan de ser palabras. El gasoil está igual que el día antes del amarre”. En su opinión, para atajar el problema hay que rebajar y dar estabilidad a los precios del combustible que se usa en la pesca. Rechaza apoyos en forma de créditos u otras vías. Reclama propuestas “tangibles y directas” y con efecto inmediato.
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