El número de camas hospitalarias en Galicia se ha reducido un 10% en los gobiernos de Núñez Feijóo
El número de camas hospitalarias en funcionamiento en los hospitales públicos gallego sigue reduciéndose. En 2016 (último dato publicado, la pasada semana) la cifra ha caído hasta las 9.045. Es el mínimo en la serie histórica, que comienza en el año 1999, hace casi dos décadas.
El recorte más importante se produjo en los primeros años de Gobierno de Alberto Núñez Feijoo, entre 2010 y 2014, con un descenso de más de 800 camas, casi un 10%. Desde entonces la cifra está más estabilizada, pero mantiene una tendencia a la baja, acumulando un descenso de casi 900 camas desde el regreso del PP al poder en el año 2009.
Pontevedra es el territorio que presenta un número más bajo de camas por habitante (3,03 por cada mil personas), frente a las otras tres provincias, que rondan las 3,5. La media gallega (3,33), eso sí, se sitúa por encima del dato general para toda España (2,97 en 2015), que también viene experimentando un descenso muy importante desde su máximo en 1999 (3,75 camas por cada 1000 habitantes).
Sin embargo, en los últimos años ha venido creciendo de forma sostenida el número de usuarios y usuarias del sistema hospitalario gallego: De las 313.430 altas de 2010 hemos pasado a las 322.546 de 2016. En este tiempo, en el que el número de camas se redujo en un 10%, ha caído la estancia media de los enfermos y enfermas (de 8,75 a 7,57 días). Por el contrario, han crecido las consultas externas, pasando de 5.2 millones a 5.5 millones.
Cada vez que en los últimos años se ha criticado el descenso en el número de camas hospitalarias, la Xunta se ha justificado afirmando que estas ya no son tan necesarias “como antes”. “El recurso cama ya no es tan imprescindible como antes ni determina el grado de eficacia del sistema. La hospitalización proporciona poco valor y alto gasto”, afirmaba en 2014 la consejería de Sanidad en la respuesta a una pregunta parlamentaria de Eva Solla (AGE).
Sin embargo, este argumento es contestado desde los grupos de la oposición, desde sindicatos o desde colectivos profesionales y de enfermos. “Hay enfermos cada vez más mayores y pluripatológicos que necesitan ingreso hospitalario en mayor medida. Y el problema es que aquí se están haciendo hospitales sin ingreso, sin camas, que parece que es la moda”, denunciaba María Xosé Abuín (CIG) hace un tiempo, en entrevista con Praza Pública. Abuín reconocía que “es verdad que hay procesos quirúrgicos que ahora son menos agresivos, por lo que su tiempo de hospitalización es menor”. “Pero entonces, ¿por qué hay las listas de espera que hay?”, se preguntaba igualmente.