Abel Caballero: “La oposición sabrá si su debilidad en Vigo empeora el control democrático; la elige el ciudadano, no yo”
Alcalde de Vigo desde hace 12 años, si revalida la alcaldía el 26 M Abel Caballero se convertirá en el regidor más longevo de la democracia en la ciudad, superando a su predecesor también socialista Manoel Soto, de los años ochenta, cuando la movida viguesa rivalizaba con la madrileña. Como entonces, ahora la ciudad está teniendo un nuevo protagonismo mediático fuera de sus fronteras gracias en parte al estilo histriónico del regidor. En las elecciones de 2015 obtuvo la mayoría absoluta más amplia de las principales ciudades españolas (17 concejales para el PSOE por 7 el PP y 3 Marea de Vigo), lo que lo llevó a presidir la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Tanto en Galicia como a nivel estatal apostó por los bandos perdedores en las últimas batallas para controlar el partido, lo que no le impide mostrar ahora su apoyo tanto a Pedro Sánchez como al secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, sobrino suyo.
En 2015 obtuvo usted el 52% de los votos y poco después pronosticaba que ahora revalidaría la alcaldía con el 60%. Las encuestas dicen que superará ese porcentaje. ¿Quiere aumentar su apuesta?
No, lo que digan los ciudadanos estará bien. Yo ya en estos momentos lo que la gente diga. Aquello era una predicción de hace años pero ahora a los ciudadanos me remito. Hablarán el domingo 26 y veremos qué pasa.
En el mitin del pasado martes con Pedro Sánchez bromeó con que seguiría siendo alcalde unos 25 años más. ¿O no era broma?
(Ríe) Bueno, por razones cronológicas no es fácil, la broma tiene que ver con eso (Ríe). Pero yo creo que es bueno tener proyectos que duren en el tiempo, si son sostenidos y avalados por la gente, porque la continuidad en los proyectos es garantía, sobre todo si están bien enfocados. Y yo quiero continuar porque creo que el proyecto que estoy desarrollando desde hace doce años está dando unas buenas consecuencias para Vigo y es bueno mantenerlo.
La debilidad de la oposición facilita el gobierno pero, ¿no empeora el control democrático?
Eso lo sabrán ellos. La oposición la eligen los ciudadanos, no la elijo yo.
Este discurso que hace usted habitualmente de legitimarse por la mayoría absoluta que le dan los ciudadanos...
En la democracia es muy importante la mayoría, claro. La votan los ciudadanos.
...Quiero decir que este discurso de la legitimidad de la mayoría absoluta es muy parecido al discurso que hace Feijóo desde la Xunta.
Bueno, tiene mayoría absoluta, claro. Otra cosa es que acierte o no. Pero tiene mayoría absoluta, nadie le niega su legitimidad democrática.
El pasado verano se produjo el accidente del Festival O Marisquiño [donde resultaron heridas varios cientos de personas al hundirse un paseo en la fachada portuaria de la ciudad] ¿Fue el peor momento del mandato? ¿De toda su alcaldía?
Fue un momento muy difícil, como es natural. Allí había muchos chicos con mucho dolor. Yo estuve todo el tiempo con ellos. Felizmente no pasó nada irreparable. Eché de menos a Feijóo allí. Eché de menos a Feijóo. Tenía que estar allí Feijóo. Estaba muy cerquita y no quiso estar esa noche tan difícil para esta ciudad. No quiso estar con aquellos chicos y aquellas chicas.
¿Es necesario que un político esté al pie de un suceso así? ¿No deben estar los servicios de emergencias?
También. Pero es bueno estar, es bueno ayudar, es bueno cooperar allí. Porque las cosas estaban montadas pero es bueno estar al lado de la gente que estaba sufriendo. Sobre todo si la alternativa era, como él, quedarse en su casa.
Usted fue presidente del Puerto de Vigo antes de ser alcalde [Puerto y Ayuntamiento se responsabilizan mutuamente del deterioro del espacio derrumbado]. ¿Supo algo durante su presidencia sobre el estado en que se encontraba esa zona?
Sé lo mismo que ustedes.
Ante su mayoría absoluta en el Ayuntamiento, su oposición impulsó una comisión de investigación política sobre el accidente en el Parlamento de Galicia para intentar debilitarlo políticamente ya que no podían hacerlo en Vigo...
La democracia funcionó. Me dio la razón el Consejo de Estado en algo tan serio. Es que fue muy serio eso. Fue una vulneración de la Constitución por parte de Feijóo. Ahí no funcionó la democracia, ahí se vulneró la democracia, haciendo en el Parlamento de Galicia una comisión de investigación que ya ven, congelada. Porque no la podían hacer. Eso sí que fue una vulneración de la autonomía local, de los derechos del alcalde de Vigo y de la Constitución.
El Consejo de Estado no dice claramente que el Parlamento de Galicia no pudiera hacer una investigación del accidente [indica que no puede investigar competencias municipales sino autonómicas, pero el propio ayuntamiento argumenta que el accidente se produjo en un espacio portuario, no municipal]...
Lo dice clarísimo.
Dice cuáles son las competencias...
No lo voy a discutir con usted. Lo dice clarísimo.
Lo que le quería preguntar al introducir el tema de la comisión de investigación que la oposición utilizó políticamente contra usted es que entiendo que usted considera injustas las críticas que le lanzaron...
No, yo no hablo de que sean justas o injustas. Hablo de que esa comisión no puede abrirse contra un alcalde que tiene su propia autonomía, lo dice la Constitución. Y la Constitución se tiene que respetar. Si criticamos que otros la vulneren, no la puede vulnerar Feijóo como hizo.
...lo que quiero decir es que si usted entiende injustas las críticas que se le puedan lanzar...
Yo le dije lo que le dije. No me interprete.
La pregunta es: ¿Entiende que a veces las críticas que lanza usted contra otras formaciones puedan ser injustas?
Si las lanzo es porque las considero justas. Si fueran injustas no las lanzaría.
Otras críticas que le hacen desde algunos colectivos sociales y culturales de la ciudad es que usted apuesta demasiado en su modelo de ciudad por la obra pública frente al gasto social...
Es una bobada.
¿Cómo rebate esas críticas?
Con los hechos. La mayor política social de ningún ayuntamiento de España. Lo que sucede es que las mareas no asumen que donde ellos gobiernan no hay una política social como la que yo hago aquí. Y el PP, qué quieren que les diga, claro.
Esa apuesta por la reforma urbana, con elementos como los setos con formas de dinosaurio o la iluminación de Navidad...
La iluminación de Navidad trajo a visitar las luces a dos millones de personas. Llenó el turismo de Vigo y a la ciudad le encantó. Lamento que a usted no le guste.
No me deja terminar las preguntas. Lo que le quiero preguntar es que en las inauguraciones o presentaciones de muchos de esos proyectos sus intervenciones públicas se han convertido en memes en redes sociales, lo han convertido a usted en viral. ¿Busca usted esa viralidad o alguna vez se le ha ido de las manos?
No, sucede. No es una cuestión que me preocupe.
¿No la busca?
No es una cuestión que me preocupe.
¿Y cuál es el límite?
Ya le dije, no es una cuestión que me preocupe.
¿Aspira a seguir siendo presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp)?
En eso tienen mucho que ver los partidos, ¿verdad? Yo avalo mi candidatura como alcalde de Vigo y si gana el PSOE, el PSOE decidirá. Eso vendrá después de elecciones. Ahora toca elecciones. La Femp toca allá por septiembre.
Si usted llegara a ser presidente de la Femp, ¿significaría que no va a haber alcalde socialista en ninguna ciudad más grande que Vigo?
La Femp no se decide en términos del tamaño de la ciudad. Recuerdo una vez en que el presidente de la Femp fue el alcalde de una ciudad de 70.000 habitantes y teníamos mayoría en ciudades mucho mayores. Es una decisión que toman los partidos y le corresponde a ellos, porque lo deciden los partidos.
En todo caso, hasta ahora usted sí era el principal alcalde socialista de las principales ciudades de España.
Yo soy el único alcalde de ciudad de más de 100.000 habitantes que tiene mayoría. Los demás no la tienen. Para la siguiente mayoría yo creo que hay que ir a Dos Hermanas que debe de ser [la ciudad] número 94.
Por eso le pregunto si eso es un aval para ser presidente de la Femp.
Sí, pero yo no estoy hablando de eso. Yo estoy hablando de elecciones en Vigo.
Pero sigue siendo usted presidente de la Femp. Usted pide una reforma de la Constitución para garantizar a los ayuntamientos un papel equiparable al Estado y las Comunidades...
La autonomía. La autonomía y las competencias.
...¿es viable esa reforma constitucional en esta legislatura?
Para los ayuntamientos sin duda lo tiene que ser. Nosotros queremos tener competencias, autonomía, un papel definido que no lo está en estos momentos. Y eso genera muchas incertidumbres en los ayuntamientos. Abrir una escuela infantil en un ayuntamiento en este momento es un avatar dudoso porque es una competencia que no tenemos atribuida. Sin embargo lo hacemos. Tenemos que pedir permiso a las comunidades autónomas pagándolas nosotros. Y yo creo que hay una unanimidad muy clara en que muchas cuestiones de este tipo no tienen que estar en los ayuntamientos.
La cuestión es si ve viabilidad a esa reforma constitucional por la composición del Congreso.
No, en eso no entro. Yo sólo soy alcalde y no entro en eso. Yo la propongo, que se consiga o no dependerá del Parlamento y demás cuestiones. Yo la propongo.
Este último mandato municipal vio como se frustraba la creación del Área Metropolitana de Vigo...
La reventó Feijóo. No se frustró, la reventó Feijóo. Feijóo no soporta que haya Área Metropolitana en Vigo, que no es una organización puramente en el ámbito de decisiones políticas. Tiene mucho más que ver con administración que con política, pero Feijóo no lo aguanta. Y como no lo aguantaba la reventó. Y así estamos.
A la vez que pasó eso se produjo un aumento del protagonismo en Vigo de la Diputación de Pontevedra [presidida por el PSdeG desde hace cuatro años] que no hubo en todos los mandatos anteriores...
Es normal. Mientras el PP gobernó la Diputación, no tuvo prácticamente ninguna presencia en la ciudad de Vigo. Nosotros lo reclamábamos.
La pregunta sobre el Área Metropolitana y la Diputación es: ¿cuál de los dos modelos es el futuro?
No, no, son cosas distintas. La Diputación tiene un ámbito, que puede gustar más o menos, y el Área Metropolitana tiene otro. El Área Metropolitana al final es un lugar en el que se delegan competencias desde los ayuntamientos, desde las comunidades autónomas, eventualmente desde las diputaciones, para hacer un ámbito de gestión. Por ejemplo, en el Área Metropolitana de Vigo el agua jugaría un papel. Esa es una competencia que los ayuntamientos no tenemos. El Área Metropolitana es una forma de prestar servicios sin dimensión política en principio y Feijóo creyó que era una institución política y la frenó.
¿Se puede paliar la carencia de Área Metropolitana con la Diputación?
Son cosas distintas. Lo que le reclamábamos a la Diputación era que dedicase recursos a esta ciudad, y era lo que no hacía. Cuando llegó Carmela [Silva, la actual presidenta socialista] le dedica a Vigo lo que razonablemente a una ciudad de 300.000 habitantes le corresponde. Y yo estoy muy satisfecho.
Hace tres años usted decía que había aplastado a las mareas de izquierda...
Es una frase metafórica. Quiere decir que en A Coruña tenían me parece que diez concejales, en Santiago también, y aquí se quedaron en tres. A las mareas en Vigo no les fue bien.
Igual fue también otra metáfora cuando se situaba usted entre los mejores alcaldes de España, con Tierno Galván o Maragall...
Yo soy posterior y aprendí de ellos, por lo tanto hubo cosas que ellos no hacían. Pero cada uno tiene que fijarse en su contexto. Yo no voy a plantear comparaciones con personajes míticos del municipalismo a los que yo tengo un gran respeto. Tierno, Maragall... Paco Vázquez fue un gran alcalde. Lo que sucede es que los alcaldes ulteriores aprendemos de los anteriores.
Recordaba estas dos metáforas, la de aplastar a las mareas y la de su alcaldía...
Lo vuelvo a situar en el terreno metafórico.
¿En qué medida dentro de esa metáfora ha contribuido usted a la victoria de Pedro Sánchez o a la ola de voto socialista?
No, yo creo que el mérito es de Sánchez, que supo trazar muy bien un proyecto. Supo situar muy bien la labor de Estado en su papel después de una moción de censura. Pedro fue capaz de encontrar el espacio que le dio la mayoría de toda España y es un presidente del Gobierno de muchísimo futuro.
¿Se arrepiente de haber apoyado a Susana Díaz?
Eso es tiempo pasado.
Tras las municipales, las siguientes elecciones deberían ser las autonómicas gallegas, antes de año y medio, cuando Feijóo decida convocarlas. Usted intentó ser presidente de la Xunta en 1997 y no pudo. ¿Conseguirá serlo su sobrino [Gonzalo Caballero, líder del PSdeG]? ¿En qué medida lo ayudará?
Ya dije [en el mitin] que sí, no es nada nuevo. El PP está en Galicia con serios problemas pero todo eso toca en su momento, no toca ahora. Ahora estamos en municipales. Hay que hablar de cada cosa en su momento. Usted comprende que cuando tenemos unas elecciones municipales dentro de unos días, hablar de autonómicas dentro de año y medio pues no es lo más propio. Para mí, para usted seguro que sí, pero para mí no. Yo creo que Gonzalo tiene todas las cualidades para ser un buen presidente de la Xunta, creo que lo va a ser, y así lo dije.
Será su cuarto mandato en la alcaldía. ¿Cuál es el gran objetivo de este mandato?
Continuar lo anterior. Yo creo que Vigo tiene un proyecto de éxito, que está bien trazado, bien llevado. Que la ciudad lo asume y lo apoya. Yo creo que nuestro objetivo tiene que ser continuar y ampliar. Por ejemplo, estamos haciendo humanizaciones. Pues ahora ya hay que poner ascensores, escaleras mecánicas, rampas. Ahora ya hay que hacerlo en otras claves, cada vez más modernas. Es ir más rápido y mejor y rellenar y cumplir los grandes sueños de la ciudad, el AVE, las rampas mecánicas, estas cuestiones.
En buena parte de esta entrevista no me ha dejado terminar las preguntas...
Porque ya sé lo que me va a preguntar y así ahorramos tiempo.
...¿No podría parecer así que buena parte de sus respuestas son argumentarios y no respuestas auténticas?
No. No entiendo qué es argumentario. ¿Eso qué es?
Bueno, tener prevista una respuesta para cada problema con independencia de la pregunta que se formule.
No, me conoce poco. Porque cuando usted hace la pregunta ya sé cómo va a ir, entonces ya, para ahorrar tiempo, ya le contesto.