El ministro de Trabajo francés justifica su reforma de pensiones con el ejemplo de España
El ministro francés de Trabajo, Olivier Dussopt, justifica su controvertida reforma de las pensiones, contra la que se prepara una nueva jornada de paros y manifestaciones el próximo martes, utilizando como ejemplo la situación en España con un Gobierno de izquierdas.
En una entrevista publicada hoy por Le Parisien, Dussopt —antiguo socialista que se pasó al partido del presidente francés, Emmanuel Macron— se defiende de las críticas de estar llevando a cabo una reforma de derechas, cuyo eje central es retrasar la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64.
En primer lugar, afirma que la última reforma de las pensiones en Francia la hizo la izquierda durante la presidencia del socialista François Hollande (2012-2017) y consistió en aumentar el periodo de cotización necesario para cobrar la pensión completa de 41 a 43 años, lo que “constituye una máquina de pensiones reducidas”.
A continuación, hace notar que cuando uno mira los países vecinos de Francia, “todos” tienen fijada la edad de jubilación a los 66 ó 67 años“.
Ahí es cuando se refiere a España, que “tiene un Gobierno socialdemócrata y una ministra de Trabajo comunista”, en alusión a Yolanda Díaz.
“La edad de jubilación -añade en su argumentación con el ejemplo español- se ha fijado en 67 años para unas pensiones bien inferiores a las nuestras”.
Más allá de elevar la edad mínima de jubilación a los 64 años, el plan de Dussopt es mantener en 43 los años necesarios para una pensión completa o, en su defecto, jubilarse a los 67 años para no tener penalización.
Una reforma controvertida
La reforma de las pensiones se está debatiendo ahora en el Senado, después de haber sido examinada en primera lectura en la Asamblea Nacional durante el mes de febrero, y tiene en contra a todos los sindicatos, así como a todos los partidos de izquierda y a la extrema derecha de Marine Le Pen.
Una encuesta de Ifop publicada por Le Journal du Dimanche confirma que la opinión pública se opone muy mayoritariamente a la reforma: el 68% de las personas interrogadas la rechazan, mientras un 32% se declaran en favor.
Los sindicatos tienen intención de “parar el país” el próximo martes con una movilización que perturbará seriamente el transporte público, desde los aviones a los trenes, pasando por el transporte urbano en muchas ciudades e incluso la circulación de las carreteras con bloqueos en puntos estratégicos de camiones.
Dussopt insiste en que la reforma “es necesaria y urgente para el equilibrio del sistema en 2030”, y que si no se lleva a cabo y las cosas siguen igual, en los próximos diez años las pensiones acumularán un déficit de 150.000 millones de euros y eso conducirá a “una caída del nivel de vida de los jubilados”.
Algunas centrales pretenden que el 7 de marzo sea el comienzo de una huelga que tendrá continuidad en los días siguientes en diferentes sectores de actividad.
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