Fukushima, un problema sin solución
Los técnicos de TEPCO, compañía responsable de la gestión y el mantenimiento de la central nuclear de Fukushima, continuan buscando soluciones a todos los frentes abiertos en el recinto. De un lado, las barras de combustible de los reactores, esta semana le toca al número cuatro, que siguen dañadas y provocan que la radioactividad se mantenga en niveles elevados.
Según han informado fuentes cercanas a la compañía eléctrica, los técnicos detectan en cada muestreo unos niveles de radioactividad elevados, en concreto 220 becquerelios de yodo-131 por centímetro cúbico, 88 de cesio-134 y 93 de cesio-137, en la muestra de agua extraída de la piscina que alberga las barras en este reactor. A estos niveles todo parece indicar que el reactor está dañado y conduce a una fisión del núcleo del combustible. En total, el edificio alberga 1.331 barras.
Además, hasta ahora el reactor cuatro no había dado problemas, por lo que su situación se desconoce parcialmente. Queda por investigar lo que resta de semana si los perjuicios en las barras proceden de las explosiones de hidrógeno y de los incendios que ha sufrido o de los materiales que se desprendieron del edificio y cayeron sobre la piscina durante estos incidentes.
Una vez más, la empresa responsable optará, como ya hizo en las primeras semanas del desastre, por sobrevolar el área de la central y así determinar desde el aire el origen exacto de la fuga radioactiva de las piscinas.
De otro lado, el problema de Fukushima es aún mayor: los vertidos de agua contaminada, es decir, agua radioactiva al mar , a razón de miles de toneladas constantes que están dañando seriamente ya no solo el ecosistema marino de la costa de la prefectura de Fukushima sino que amenaza con generar un problema económica de gran dimensión. En este sentido, la pesca japonesa empieza a rentirse por la contaminación radioactiva impidiendo el consumo de este producto y su exportación.
Por el momento, una de las mayores fugas ha sido sellada por las autoridades niponas, que decidieron hacerse con las riendas de la crisis ante los fallos y las respuestas tardías de TEPCO. En total, se planea trasladar 60.000 litros de agua de los reactores uno y tres, mientras que se construyen unos muros de acero en torno al dos para contener la fuga del líquido.
Radioactividad disparada
Hasta 100.000 veces por encima de su nivel normal, según la Agencia Nacional de la Seguridad Nuclear, que ha confirmado en las últimas horas que materiales radioactivos del reactor cuatro han superado 100.000 veces los niveles normales . TEPCO ha admitido que el nivel de radiactividad de yodo 131, cesio 134 y 137 es más alto de lo normal y que varias barras de combustible están dañadas.
La compañía eléctrica tokiota ha explicado a la población que los niveles de radioactividad tan elevados son debidos fundamentalmente a un descenso en el nivel del agua en las piscinas que albergan las barras de combustible, que al disminuir provocar que aumenten los niveles radioactivos.
Las réplicas del Gran Terremoto no dejan de sucederse casi a diario y esto agrava aún más el problema, porque empeora las condiciones de los edificios dañados por las explosiones y por el propio seismo en sí.
Además, el viceministro de Sanidad, Trabajo y Bienestar, Yoko Komiyama, ha confirmado que 22 trabajadores de la planta de Fukushima-1 se han visto expuestos a un exceso de radiación. La cifra máxima detectada ha sido de 198 milisievers, casi el doble del límite permitido que requiere de un tratamiento urgente. El tope ha sido fijado en 250 milisieverts de forma reciente debido a la coyuntura.
0