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Almeida llena la primavera de Madrid de obras que finalizarán justo antes de las elecciones

La Puerta del Sol, al inicio de sus obras de remodelación.

Diego Casado

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Pasar hoy por la Puerta del Sol significa tener que rodear un entramado de vallas azules de obras y ruido de taladros, que se empiezan a extender por las calles aledañas. Lo mismo sucede en otros lugares de Madrid como la avenida General Perón, junto al Bernabéu, a lo largo de la Castellana, o en la Remonta, la plaza más grande de Madrid. Todos estos lugares mostrarán en las próximas elecciones municipales su mejor aspecto. Al equipo de Almeida le queda un año y un mes para conseguirlo.

Los proyectos que se ejecutan ahora serán los más vistosos que el Ayuntamiento de Madrid acometerá en esta legislatura. La mayoría tienen estimado cerca de un año de ejecución, así que la cartera de reformas primaverales se ha incrementado especialmente. Es el precio que el consistorio tiene que pagar para convencer al electorado de que le renueven la gestión, aunque por el camino haya que soportar unas obras que siempre son incómodas. Estas serán las principales:

La nueva Puerta del Sol

A finales de marzo, el taladro entró en el corazón de Madrid para reformarlo por enésima vez. Tal vez esta ocasión será la definitiva, porque Almeida eliminará del todo el tráfico rodado que se ha ido suprimiendo del lugar, poco a poco, desde la década de los ochenta.

El Ayuntamiento es consciente de que esta será la obra que incomode a un mayor número de madrileños, porque ocurre en el lugar más transitado de la capital: cerca de 300.000 personas pasan por ella un sábado o un domingo. Por eso, antes de que empezaran los trabajos se distribuyeron vídeos de recreaciones y galerías detalladas, para asegurar al ciudadano que las molestias por el ruido y el polvo de las obras merecerá la pena.

La plaza cambiará bastante de aspecto y tendrá al peatón como protagonista: todos sus elementos icónicos se moverán de lugar, para dejar un espacio diáfano en su centro y un mejor tránsito en todas las direcciones. La ballena de entrada al Cercanías desaparece y la estatua de Carlos III, que ahora se encuentra en el medio de la explanada, pasa a un lateral. Estará rodeada de una lámina de agua con forma elíptica. El tránsito de coches y motos quedará prohibido y se podrá limitar físicamente con bolardos retráctiles que suban y bajen.

Si todo transcurre según lo previsto, las obras de Sol durarán 12 meses, por lo que podrán estar acabadas dos antes de las próximas elecciones municipales. Están valoradas en 10,7 millones de euros y no solo abarcarán la Puerta del Sol, sino también todas las calles que en ella confluyen: Preciados, Carmen, Tetuán, Alcalá, carrera de San Jerónimo, Victoria, Espoz y Mina, Carretas, Correo y la calle Mayor hasta el cruce con Esparteros. 

Carril Bici Castellana

Desde hace un mes, se construye la primera gran infraestructura ciclista de Madrid. Un carril bici segregado (separado de la circulación de coches) que conectará el principal eje norte-sur de la ciudad, entre Plaza Castilla y Atocha. A la elecciones llegará el primer tramo, más de dos kilómetros que separan la citada Plaza Castilla de Nuevos Ministerios, aunque ya se ha encargado el proyecto del siguiente, hasta la glorieta de Castelar.

Hace unas semanas analizamos el proyecto del Carril Bici Castellana con sus aciertos y errores. Una de sus características es que se construirá sobre plazas de aparcamiento, que no se compensarán en otras partes de la ciudad. Por ello, el área de Movilidad, responsable de los trabajos, asegura que no cortarán el tráfico en ningún momento. Este es uno de los grandes problemas asociados a estas obras que el Ayuntamiento quiere evitar: que su construcción no incremente los atascos en la ciudad, otro de los grandes caballos de batalla durante el año que queda hasta los comicios.

Desmontaje y carril bici en el puente de Pedro Bosch

A finales de marzo, también se iniciaron las obras para hacer desaparecer parte de uno de esos puentes urbanos de los que se llenó Madrid hace décadas. Situado en el distrito de Retiro, dejará de pasar por encima de la avenida Ciudad de Barcelona para convertir su espacio en un lugar más diáfano, con tráfico algo más calmado y mayor presencia de árboles.

Las obras (aquí puedes consultarlas en detalle) reducirán notablemente la longitud, pero también el ancho del puente, que pasará de seis carriles a contar con la mitad, cuatro. Además sumará una senda peatonal y un nuevo carril bici segregado, que servirá para crear un enlace ciclista entre Retiro y Arganzuela, los dos distritos que enlaza el paso de Pedro Bosch sobre las vías del tren. Costará 11,2 millones de euros, a los que se suman los 7,7 millones de una segunda fase de trabajos para remodelar el eje desde la avenida Ciudad de Barcelona hasta Conde de Casal, que fueron presentados este jueves.

El desmontaje de este puente será el segundo que acometa Almeida en su legislatura, después de hacer lo mismo en el de Joaquín Costa por obligación –presentaba fallos estructurales– y no llegar a tiempo de hacer lo mismo en el Puente de Vallecas, un compromiso asumido por el alcalde que se va a replantear de arriba a abajo, después de comprobar que no es factible con el soterramiento previsto.

Nueva avenida General Perón

Tetuán va a ser uno de los lugares más mimados por el Ayuntamiento en esta legislatura. El distrito de residencia del alcalde verá cómo cambia una de sus avenidas emblemáticas, General Perón, que conecta el Paseo de la Castellana y la zona del Bernabéu con la parte de casas bajas y populares de esta castiza zona de Madrid.

Más que una transformación, lo que el área de Obras ejecutará en General Perón será un lavado de cara del paseo, donde se potenciará su zona verde y arbolada, además de aumentar la superficie peatonal a costa de reducir un espacio para el coche, que actualmente cuenta con ocho carriles en algunos tramos, además de abundantes plazas de aparcamiento. El consistorio quiere “potenciar un corredor verde de alto valor ambiental que comunique el paseo de la Castellana con el distrito de Tetuán”, asegura.

Las obras costarán 8,6 millones de euros y llegarán a 11 calles aledañas a la vía principal: Infanta Mercedes, Fortunata y Jacinta, Julián Besteiro, Orense, Poeta Joan Maragall, avenida del presidente Carmona, Dulcinea, Aviador Zorita, Edgar Neville, Montevideo y Orense. Incluirán un carril bici segregado y están financiadas en parte por los fondos NextGeneration de la Unión Europea.

Remonta verde y accesible

La otra gran obra municipal en Tetuán. La plaza más grande de Madrid cambiará radicalmente su aspecto para convertirse en un espacio mejor pensado para los peatones y su uso diario, superando su diseño de los años ochenta. Es el único proyecto que ha sobrevivido de la época de Manuela Carmena como alcaldesa, cuando su equipo lanzó un concurso para reformar varias plazas de la periferia de la ciudad.

El equipo de arquitectos seleccionado entonces se ha encargado del actual proyecto para cambiar La Remonta, que detallaron en este artículo, comentando el futuro que espera a la plaza, convertida hoy por las máquinas en una inmensa escombrera. Solamente la zona norte, donde están los negocios de hostelería, y el anillo de soportales que la circunda y da acceso a viviendas y servicios es transitable.

La plaza quedará dividida en dos espacios: uno más duro y otro verde. “Había una idea de partida de dividir el espacio en una plaza dura y otra más arbolada y fresca, más cercana a un parque y con zona de juegos”, explican sus arquitectos. La zona con menos vegetación contará con una pérgola y la verde incluye mesas de ping-pong y de merendero para los jóvenes, aparatos biosaludables para los vecinos y visitantes del centro de mayores, y una zona de arenero con juegos (también de agua) para los más pequeños, entre otros detalles.

El parque sobre la M-30 que completará Madrid Río

Se trata de una obra cuya planificación viene de hace muchos años, pero será uno de los cortes de cinta más esperados en el sur de Madrid. La cobertura de la M-30 a su paso por el antiguo Calderón es también uno de los proyectos más caros (46,4 millones de euros) de los que están en marcha en la ciudad.

El Ayuntamiento está tapando la autovía de circunvalación con una estructura de más de 600 metros de longitud y 40 metros de anchura para hacerla desaparecer de la vista en Madrid Río. La fachada está formada por un paño de granito, sobre el que saldrán tres miradores y ante el que se plantarán árboles y vegetación para intentar crear un nuevo talud verde.

Los conductores que pasen por este tramo de la M-30 notarán especialmente los trabajos durante el próximo verano, cuando está previsto que se ejecute la obra civil y de instalaciones para la conexión a los dos túneles existentes. Esas actuaciones obligarán a efectuar cortes puntuales nocturnos.

Una vez que se finalice la parte estructural, la Junta de Compensación del desarrollo Mahou-Vicente Calderón se tendrá que encargar de construir el parque sobre su cubierta con los mismos criterios paisajísticos y de diseño de Madrid Río.

Nudo Norte

Después de haber llegado a la alcaldía con una campaña en la que se prometió libertad a la hora de coger el coche en la ciudad, Almeida licitó una obra para reducir los atascos que sufren los 270.000 conductores que pasan cada día por el Nudo Norte de Madrid. La ciudad se gastará  42 millones de euros en mejorar varios trayectos y conseguir ahorrar el 31% del tiempo de los trayectos en hora punta.

Las obras eliminarán cuatro trenzados existentes “que ocasionan los atascos”, según el Ayuntamiento de Madrid, y los sustituirán por tres pasos inferiores y uno superior, a distinto nivel. El primero de ellos lo abrió en febrero, aunque para el resto se prevé que los trabajos se extiendan, al menos hasta finales de año.

Peatonalización de Fuencarral

Una de las incógnitas que el Ayuntamiento tiene que resolver esta primavera: cuándo acometerá las obras de su segunda peatonalización más esperada –después de la de Sol– al final de la calle Fuencarral. Almeida anunció esta actuación en diciembre de 2020 y un año después llevó una partida de 4,3 millones de euros a los presupuestos para ejecutarla.

Los detalles de a qué calles afectará de forma definitiva todavía no se conocen pero, si se atienen al plan inicial, la peatonalización se extenderá por vías aledañas, como Palma, San Vicente Ferrer, Santa Brígida, Beneficiencia y Santa Bárbara. La actuación se llevaba estudiando en el área de Urbanismo desde inicios de legislatura, en una zona donde tocar la circulación del tráfico no es sencillo. Será la más destacada de las 21 peatonalizaciones prometidas por el alcalde como parte de los llamados Acuerdos de la Villa, algunas de las cuales no ha completado aún.

Las obras que no llegarán todavía

No todas las obras acabarán en marzo o abril de 2023. Algunas de las que ahora se ejecutan finalizan este mismo año, como las citadas del antiguo puente de Joaquín Costa, la reurbanización de la avenida Felipe II en Goya, las nuevas aceras del barrio Justicia o el lavado de cara al paso elevado Enrique de la Mata Gorostizaga, sobre la Castellana. También algunos equipamientos como el Centro Deportivo Municipal de la Cebada.

La esperanza de Almeida es que, cuando concluya el mandato, “los madrileños verán que estos cuatro años han supuesto una gran transformación en los 21 distritos de la ciudad y no únicamente en determinadas zonas”, aunque algunos distritos van a tardar más que otros en comprobar los efectos de su paso por Cibeles.

No estará para este mandato la reforma de la plaza de Pedro Zerolo, prevista desde la anterior legislatura pero que se detuvo para rehacer el proyecto, al que se oponían algunos colectivos vecinales. Se encuentra detenido también el desmontaje del Puente de Vallecas, por considerar el consistorio “inviable” hacerlo con el soterramiento inicialmente previsto.

En el debe del alcalde se va a quedar una de sus grandes promesas electorales: el soterramiento de la A-5. Debería haber comenzado en el año 2020, el proyecto se ha ido retrasando y de momento lo único que ha presentado es un esquema funcional de movilidad, sin proyecto de obras, que intentará dejar adjudicado antes de las elecciones de 2023.

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