Las obras de la A-5 y la movilidad: la ausencia de un plan
La semana pasada comenzaban las obras de soterramiento de la A-5 a su paso por los barrios de Campamento y Batán, y si bien es cierto que las afecciones más importantes para la movilidad de vecinos y vecinas no comenzarán hasta dentro de unas semanas, resulta preocupante que el ayuntamiento de Almeida no haya presentado aún un plan de movilidad. Podríamos hablar de un plan de movilidad serio, trabajado, consensuado con el resto de las administraciones implicadas y conocido por los vecinos y vecinas directa e indirectamente afectados. Pero, la verdad, nos conformaríamos con un plan de movilidad, a secas, que sustituyese el simulacro improvisado que el Ayuntamiento de Madrid ha puesto sobre la mesa. Un plan de movilidad consensuado, no impuesto por el señor Almeida: comenzar las obras en la situación actual es una total irresponsabilidad.
Las obras de soterramiento de la A-5, con las que Más Madrid está de acuerdo, aunque no olvidamos que se han dejado fuera 700 metros entre las calles Illescas y la Avenida de los Poblados, afectarán a cerca de dos millones de personas. Porque la A-5 no es sólo una vía urbana, sino la columna vertebral de todo el corredor del suroeste de la Comunidad de Madrid. En el entorno de la A-5 se encuentran municipios tan importantes, con tanta población y con tantos movimientos diarios y pendulares a la ciudad de Madrid, como son Alcorcón, Móstoles, Navalcarnero y Arroyomolinos. Esperaríamos que antes del comienzo de estas obras el señor Almeida hubiese convocado a todos estos municipios a una mesa técnica de trabajo, que hubiese conversado con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y se hubiese coordinado con el Gobierno de Ayuso de la Comunidad de Madrid. Su desidia genera un problema para cientos de miles de madrileños y su improvisación sólo lo hace crecer: el alcalde actúa como si la cosa no fuese con él.
Han sido los Ayuntamientos directamente afectados, con Alcorcón a la cabeza, los que han tenido que llamar a la puerta del señor Almeida y proponerle medidas para abordar los problemas de movilidad sobrevenido. Asimismo, el Ministerio de Transportes, ha recogido el guante y las propuestas que presentamos desde Más Madrid hace unas semanas, y ha mirado la situación de frente poniendo recursos concretos y viables sobre la mesa: el refuerzo de Cercanías, el uso de la Radial 5 y el establecimiento de un carril Bus-VAO en la A-5. Para que esto último sea útil es imprescindible que el Ayuntamiento de Madrid genere la continuidad de ese mismo Bus-VAO en el tramo final de la vía, que es de su competencia. Por el momento, silencio absoluto por parte de Almeida a asumir el coste derivado de su mala gestión.
Por último, nos podríamos preguntar quién falta en toda esta ecuación y es claro: el Gobierno regional de la presidenta Ayuso que, aunque se le esperaba, aún ni se ha dado por aludido cuando estamos hablando de cerca de dos millones de madrileños y madrileñas afectada directamente por estas obras y cuando es el responsable de los transportes madrileños. De nuevo, una administración ausente, a la que sólo le interesa hablar de transportes si le permite confrontar con el Gobierno central. Su única propuesta pasa por dejar tirados a los viajeros de autobús interurbano en Cuatro Vientos (ni siquiera llegar a Príncipe Pío) y que ahí se suban a un metro totalmente saturado. Y punto.
Desde Más Madrid hemos presentado un plan de movilidad que recoge la convocatoria inmediata de una Mesa de Trabajo para abordar una estrategia compartida e integral. Un espacio de trabajo desde donde poner en marcha medidas como la mejora de las frecuencias de todas las líneas de autobuses que circulan por la A-5, creando líneas lanzaderas hasta diferentes puntos, pudiéndose usar por parte de transporte público de forma prioritaria tanto la R-5 como la M-40 o la A-6, distribuyendo a los viajeros a diferentes centros de transbordo, con refuerzos en las líneas de Metro y de Cercanías del propio corredor y adyacentes.
En Más Madrid entendemos que el proceso debería haberse dado a la inversa: primero la planificación de la movilidad y la coordinación institucional con todas las afectadas y que tiene soluciones que aportar, y después comenzar las obras. Aún quedan unas semanas para evitar que el sur de la región madrileña se convierta en una ratonera y sus vecinos y vecinas los conejillos de indias de un Ayuntamiento y una Comunidad que sólo generan problemas.
Firman: Rita Maestre (portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid), Trinidad Castillo (concejala de Transición Ecológica, Movilidad, Educación y Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Alcorcón), Emilio Delgado (portavoz de Más Madrid en Móstoles y coportavoz en la Asamblea de Madrid) y María Acín (diputada de Más Madrid en la Asamblea de Madrid)
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