Plan especial para convertir otro edificio en un nuevo hotel detrás del Ayuntamiento de Madrid
La lista de establecimiento hoteleros en la capital sigue en aumento. La conversión de antiguos edificios de oficinas en lugares para el alojamiento de turistas sumará un nuevo caso más en la zona trasera del Ayuntamiento de Madrid, en la cotizada zona situada entre el Paseo del Prado y El Retiro.
El consistorio ha dado luz verde a un plan especial para transformar el número 5 de la calle Ruiz de Alarcón en un hotel. El inmueble cuenta con 4.833,21 metros cuadrados, distribuidos en cinco plantas y sótano. Hasta ahora ocupado por oficinas, el lugar podrá transformar sus interiores en 68 habitaciones -tendrá 14 por piso salvo en el último- y un bar-restaurante en la planta baja y subsuelo, según los documentos a los que ha tenido acceso Somos Madrid.
La operación la inicia la empresa Inverbuilding, que tiene alquilado este edificio, que es propiedad de Caixabank (inicialmente era de Barclays hasta su absorción). Aunque el plan especial que ahora está en periodo de información pública no informa sobre los detalles de la operación -el documento asegura que “no es preciso” desarrollar memoria económica- sí que se conocen algunos datos monetarios: la reforma rondará 3,82 millones de euros y se prevé que la facturación anual ronde los 1,5 millones, debido a la “demanda potencial de la zona”, explica el documento.
El nuevo hotel abrirá en un barrio mayoritariamente residencial, aunque a poca distancia de hoteles de gran lujo como el Ritz Mandarín Oriental de la plaza Lealtad o dos Petit Palace. Los clientes del hotel contarán con vistas a la parte trasera de la Bolsa de Madrid y tendrán también al lado el Ayuntamiento, la Cibeles, el Retiro o la Puerta de Alcalá.
Los impulsores de este cambio calculan que las obras para ponerlo en marcha se extenderán unos dos años. Estas incluirán la recuperación de elementos históricos de este edificio, que cuenta con nivel 1 de protección, grado integral. El proyecto del inmueble data del año 1905 y es obra del arquitecto Enrique María Repullés y Vargas.
Con el plan especial, el edificio cambiará de un uso de oficinas a hospedaje, aunque inicialmente fue concebido para albergar la sede de la Sociedad general Azucarera de España. Allí la empresa estatal mantuvo durante décadas sus oficinas y procedió a varias ampliaciones para dar cabida a sus laboratorios. El proyecto del edificio también contaba con varias habitaciones que iban a ser dedicadas inicialmente a viviendas en su planta tercera y sótano, según los detalles aportados por el plan especial.
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