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PP y Vox autorizan con polémica el derribo de una iglesia para levantar un hotel en el barrio de las Letras

Edificios de la Sociedad San Vicente de Paúl que se convertirán en un hotel

Diego Casado

Madrid —

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Luz verde a la desaparición de la Iglesia abierta durante años en la calle Verónica, como sede de la antigua parroquia de San Roberto Belarmino, y que ahora quiere echar abajo para permitir la construcción de un hotel con 65 habitaciones. El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este lunes con los votos a favor de PP y Vox el proyecto urbanístico, que avanzó entre duras críticas de la izquierda y amenazas judiciales.

El proyecto permitirá el derribo de dos bloques de edificios situados en el número 11 de la calle Verónica y en el 3 de la calle San Pedro. El primero es en el que se encontraba la iglesia, ya desacralizada, y conservará su fachada, protegida por datar de principios del siglo XX. El bloque al que está unido se levantó en 1975, según información del catastro, y no tenía protección alguna.

La propietaria de los inmuebles es la Sociedad San Vicente de Paúl, una organización de católicos laicos que tenía en este lugar su sede en Madrid. Pero la empresa impulsora de este negocio es Coming To Town SL, fundada por Ignacio Catalán (hijo del empresario Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles) con Salvador Torrens como socio. La compañía tiene previsto invertir cinco millones de euros en esta propiedad de los vicentinos para llevar a cabo su proyecto.

El hotel contará con terraza, jardín y piscina distribuidos en 2.363 m2, donde se ubicarán además 24 plazas de aparcamiento. Las obras para derribar estas edificaciones y levantar el nuevo hotel costarán 3,2 millones de euros, según la memoria económica que acompaña al proyecto y a la que tuvo acceso Somos Madrid. Serán sufragadas gracias a los ingresos que generen las habitaciones, que costarán una media de 135 euros por noche durante su segundo año. La facturación anual estimada será superior a los dos millones de euros, que llegará a los 2,9 al final de la primera década de funcionamiento.

Una votación con polémica

El hotel abrirá sus puertas a finales del año 2025 en una zona plagada de negocios de hospedaje, junto al Paseo del Prado y en pleno Barrio de las Letras, uno de los más demandados por los turistas que visitan Madrid. Lo hará si no se abre antes el frente judicial con el que ha amenazado el PSOE antes de la votación final, debido a las “irregularidades” que ve en el expediente.

El concejal Antonio Giraldo calificaba de “temeridad” que el área de Urbanismo haya llevado este plan especial al pleno sin “justificarlo adecuadamente”. El edil socialista explicaba que no puede tramitarse el cambio de uso en este caso, ya que el departamento que dirige Borja Carabante no ha incorporado ninguna licencia que demuestre que el uso de este lugar es dotacional, condición indispensable para este cambio urbanístico. Es más, aseguró que existe una licencia que se ha omitido, de carácter residencial, lo que invalidaría la operación.

También Más Madrid ha criticado el afán del Ayuntamiento de “convertir edificios del distrito Centro en hoteles”, ya que consideran que la carga turística es “insostenible”. “Toda la ciudad de Segovia podría pasar una noche en hoteles del distrito Centro”, ha llegado a asegurar la concejala Lucía Lois.

Borja Carabante ha defendido la legalidad de la actuación frente al socialista Giraldo, que pidió la retirada del expediente del orden del día por haber omitido información relevante. “Si esto no es así, puede tener consecuencias judiciales”, amenazó antes de que el Pleno tomara en consideración su propuesta.

En ese momento se produjo la polémica: el PP votó a favor de dejar el expediente en suspenso, debido a la equivocación de su portavoz, Carlos Izquierdo. Aunque inmediatamente rectificó ante la extrañeza del resto de sus compañeros de partido y del propio presidente del Pleno. Pero tanto PSOE como Más Madrid pidieron que se mantuviera su primera decisión y advirtieron de lo “irregular” de esa votación. “Es la primera vez que pasa” se quejaba Rita Maestre. Pero Borja Fanjul, muy cuestionado ya por decisiones arbitrarias anteriores, dio por buena la rectificación de su colega en el PP y el plan urbanístico salió aprobado.

El de la calle Verónica es el último proyecto para convertir en hotel un edificio de usos terciarios en esta parte de Madrid. En la misma zona se aprobó el plan especial para transformar la actual sede social de la ONCE en alejamiento turístico, a solo 600 metros del proyecto sobre el que gira esta información. Y en abril se expusieron los planos para convertir un edificio de oficinas situado detrás de la Bolsa en otro hotel.

Solo en la Gran Vía el Ayuntamiento de Madrid ha aumentado el número de plazas hoteleras hasta las 10.000 camas, según un reportaje recientemente publicado en este periódico.

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