“Con este panorama político, tenemos que echar el resto para conseguir una mayoría muy firme”
Paula Fernández Viaña (Bárcena de Pie de Concha, 1971) es la mujer con mayor poder orgánico dentro del Partido Regionalista de Cantabria. Asumió el cargo de secretaria de Organización en el último cónclave interno celebrado hace apenas tres meses, en el que se eligió por décima ocasión consecutiva a Miguel Ángel Revilla como secretario general y candidato a la Presidencia de Cantabria. Su posición en el organigrama del aparato del partido no sería noticia si no fuese porque durante las cinco legislaturas en las que el PRC ha tenido responsabilidades de Gobierno nunca ha habido una consejera. Un total de 15 nombramientos en 20 años, todos ellos ocupados por hombres.
La nueva responsable de Organización, que ha trabajado en la trastienda del Gobierno y del Parlamento de Cantabria, suena con fuerza para ocupar una cartera en el caso de que los regionalistas repitan en el Ejecutivo. Asegura que no existe 'techo de cristal' y que esa anomalía “va a desaparecer muy pronto”. Prudente, comedida y discreta en sus declaraciones públicas, evita valorar sus posibilidades y se pone “a disposición del partido”, como ha estado desde que se afiliara hace dos décadas. Confiesa que le preocupa el nivel de crispación política y el auge de los discursos de extrema derecha y apuesta por la moderación para evitar sorpresas en las urnas: “La gente sabe que el PRC es previsible, sabe lo que somos, sabe lo que vamos a contar en nuestros programas electorales y sabe lo que vamos a hacer”, destaca. Con esa receta espera que los regionalistas consigan la victoria por primera vez en sus 40 años de historia.
¿Cómo afronta su nueva responsabilidad como secretaria de Organización del PRC?
Con ilusión. Tengo muchísima vocación de servicio público y un enorme amor al partido, así que es un cargo de muchísima responsabilidad. Me siento feliz, porque además es un momento importante para el PRC, un momento bueno. Este partido tuvo hasta el año 1995 etapas muy duras que no se nos pueden olvidar. No las viví yo, las vivió la gente que lleva aquí mucho tiempo, como Miguel Ángel Revilla o Rafael de la Sierra, y otros que han pasado más inadvertidos y que siguen estando en muchos municipios al frente del partido, nuestros históricos. De aquella época se sacaron muchísimas lecciones, hemos aprendido mucho, y para mí es un honor ser la secretaria de Organización.
Diferenciaba dos etapas en estos 40 años de vida del PRC, con un primer periodo más convulso, con una función más reivindicativa, y un segundo periodo más institucional, con responsabilidades de Gobierno tanto en el Ejecutivo autonómico como en el ámbito municipal. ¿Cómo es la salud del partido en estos momentos?
Me gustaría hacer una apreciación: Yo creo que el partido sigue teniendo un papel reivindicativo. En aquel momento, está claro, los objetivos eran otros. La prioridad era la autonomía, el nombre de Cantabria. Ahora sigue habiendo aspectos que reivindicar y seguimos en ello día a día. Se ve claramente en la postura de nuestro secretario general. Ahí están los presupuestos del Estado para Cantabria. Seguimos siendo reivindicativos con el tren. Damos por hecho la conexión con Madrid y ahora nuestra reivindicación se centra en el tren hacia el País Vasco, hacia Europa y hacia el Mediterráneo. Antes del año 95 el partido tuvo muchísimo sufrimiento. Hubo tránsfugas, mucho lío interno, algo que ahora no ocurre. Estamos unidos, con nuestras discrepancias internas, pero somos una piña. Hubo denuncias a nuestro secretario general, se presentaron querellas… Todo aquello nos sirvió de lección para que ahora haya quedado lo auténtico.
¿Hacia dónde debe dirigirse el regionalismo?
Sobre el futuro del partido, yo creo que el PRC está ahora muy bien posicionado, aunque no podemos dejar de trabajar. Seguimos manteniendo una coherencia con los principios que nos han llevado hasta aquí desde hace 40 años y eso la gente lo sabe. La gente sabe que el PRC ahora es previsible, sabe lo que somos, sabe lo que vamos a contar en nuestros programas electorales y sabe lo que vamos a hacer. Nos han guiado siempre los principios de honradez, de sentido común a la hora de resolver los problemas, el estar al servicio de los intereses de los cántabros. Lo dice siempre nuestro secretario general: no somos la sucursal de ningún partido político. Siempre vamos a defender los intereses que creemos que son mejores para Cantabria. Nadie va a decirnos qué es lo mejor, lo vamos a decir nosotros, que somos los que conocemos nuestra tierra. Estamos unidos, y en este momento eso es fundamental, porque el panorama político es desolador.
En relación a esas guerras internas que se han vivido en otros partidos, y en contraposición con la calma orgánica que vive su partido: ¿La unidad del PRC tiene más que ver con el hiperliderazgo de Miguel Ángel Revilla, que deja poco margen para la discrepancia porque su figura es indiscutible en el partido, o esa paz es una muestra de la ausencia de debate interno?
No detecto calma ni ausencia de debate. Hay discrepancias internas, como no puede ser de otra manera. Lo que sí es cierto es que, hasta ahora, esa unidad nos ha dado los resultados que nos ha dado, que están a la vista. Nuestros problemas los debatimos internamente.
Sin embargo, en el último Congreso Regional del PRC todas las ponencias se aprobaron prácticamente por unanimidad, por una mayoría aplastante, sin voces críticas. ¿Tan pocas diferencias existen entre la militancia regionalista?
Sí, pero eso no significa que no haya discrepancias y distintas opiniones. Sí que es cierto que cuando se debate en las ejecutivas hay distintas posturas. Se ponen encima de la mesa diferentes soluciones a los problemas, pero cuando se toma una decisión entre todos, se respeta. Eso es fundamental. Nuestro líder es indiscutible, marca una línea y la compartimos mayoritariamente, pero creo que ahora mismo hay un conjunto de personas y planteamientos, en relación a unos principios que tenemos muy claros todos, que van a perdurar por encima de las personas que estemos en cada momento.
¿El PRC está preparado para el día después de la marcha de Miguel Ángel Revilla?
Sí, yo creo que sí está preparado para el día después. Es cierto que su figura es insustituible, y va a ser muy difícil encontrar, no solo en este partido, sino en todo el panorama político, una persona del carisma de Miguel Ángel Revilla, de su claridad de ideas. Pero el PRC tiene un grupo importante de gente detrás. Somos 65 personas en la Ejecutiva. Hay gente preparada, gente joven, que está al frente de los ayuntamientos y que ha dado una lección de trabajo increíble durante estos últimos cuatro años. No solo los que están de alcaldes, también los que comparten coalición de gobierno trabajando de la mano con nuestros socios, apoyando e impulsando nuestras políticas. Esta gente está ahí y existe.
¿El hecho de que no se vislumbren claramente los nombres de posibles sucesores no complica esa renovación? ¿No es un problema de futuro para el PRC?
Yo creo que ahora nos tenemos que centrar en lo importante, en la convocatoria electoral, porque tenemos un líder indiscutible. Tuvo solo dos abstenciones. Es nuestro candidato, va a hacer un buen equipo para ir a las elecciones autonómicas, estamos haciendo un trabajo muy importante para tener a los mejores candidatos en los ayuntamientos y reforzar nuestro poder municipal, que es fundamental para el partido, y es lo que nos tiene que ocupar ahora. Veremos lo que pasa el día después.
¿Al PRC solo le vale ganar las próximas elecciones?
Yo creo que sí. En este momento, sí. Creo que el partido se merece ganar. Hemos estado cuatro años trabajando para ello. Hemos empezado a partir de diciembre la renovación, se están haciendo en enero, febrero y marzo las designaciones, e iremos nombrando a nuestros candidatos. Hasta ahora, el resto de la legislatura, cada uno ha estado trabajando en su ámbito: los consejeros en el Gobierno, los diputados en el Parlamento, los alcaldes, los concejales y los presidentes de juntas vecinales en los municipios, y ahora es el momento de recoger los frutos. Creo que el partido ha hecho los deberes. Tenemos que hablar en positivo, dar a conocer a los vecinos lo que hemos hecho y presentar nuestros programas electorales de cara a la siguiente legislatura. Ese es nuestro objetivo: ganar las elecciones.
¿Esa euforia entre las filas regionalistas no puede ser un problema? ¿El hecho de verse tan favoritos no puede suponer una relajación o provocar una cierta desmovilización de cara al mes de mayo?
No lo creo, al contrario. Creo que tenemos que mantener un equilibrio, y el secretario general también nos lo está diciendo en todas las asambleas. Tiene que haber un equilibrio entre la ilusión y el trabajo. No podemos quedarnos parados, tenemos que estar preparados para todo. Ahora mismo, el combate electoral va a dar pie para que se produzcan acusaciones, para que haya críticas o ataques a nuestros alcaldes… A eso nos tenemos que acostumbrar y lo mejor es ignorar esas críticas y continuar trabajando en positivo. No nos vamos a meter con nadie. Diremos lo que hay, seguiremos como hasta ahora, con la tranquilidad del que ha hecho los deberes y llega en buena disposición a las urnas.
¿Le va a tocar pilotar esta legislatura una renovación interna? ¿Llegará en las próximas listas?
En los comités locales se está aunando experiencia con juventud. El secretario general es quien tiene que determinar al final cómo será la lista al Parlamento de Cantabria, pero yo creo que lo va a hacer como siempre: contando con la gente que está preparada en el partido. Seguramente que sea como nuestra renovación en la Ejecutiva y en los cargos orgánicos del partido, con esa mezcla de continuidad y renovación, pero bajo los pilares seguros de la gente que ha estado siempre con nosotros.
Miguel Ángel Revilla tiene 76 años, Rafael de la Sierra, 70; Francisco Javier López Marcano, 64; José María Mazón, 67; Jesús Oria, 64. Todos ellos son las caras visibles y los hombres fuertes en el Gobierno y en la cúpula del partido. ¿Cuesta dar el relevo?
Son las caras visibles en el Gobierno que ahora termina y son, tanto Javier como Rafa, dos vicesecretarios generales que aportan estabilidad en el partido. El resto, la renovación de los cargos orgánicos que se ha producido, son de gente joven, de mujeres. El núcleo duro del partido está lleno de caras nuevas, donde está la alcaldesa de Polanco, el portavoz en el Parlamento, donde estoy yo misma… Mi equipo también está formado por gente joven. Los pilares son Miguel Ángel, Rafa o Javier, pero el resto es gente joven y hay mucha presencia de mujeres.
Precisamente sobre ese aspecto, como la mujer con mayor poder orgánico en el PRC, ¿existe un techo de cristal en el Partido Regionalista de Cantabria? ¿Cuesta dar el salto a cargos de mayor responsabilidad?
Tampoco lo veo así. Hay muchas diputadas en el Parlamento de Cantabria, siempre las ha habido. Es cierto que el partido, al principio, era muy masculino, había muchos más hombres... Bueno, nosotras hemos sabido estar donde teníamos que estar. Y también nos hemos estado preparando. A mí me parece que el salto del nada al todo no funciona. Tenemos muchas mujeres concejalas, y creo que vamos a tener más alcaldesas esta vez. Es muy importante esa formación inicial. Yo misma he sido concejala de un pueblo durante 12 años, he estado trabajando en el grupo parlamentario desde el año 1999, también en la Secretaría de la Presidencia del Parlamento… Se aprende mucho y eso te sirve mucho después cuando ocupas cargos de responsabilidad. El tener que poner a las mujeres de manera obligatoria, sí porque sí, tampoco es la filosofía del partido.
Estamos hablando de 20 años con responsabilidades de Gobierno, cinco legislaturas, y un total de 15 nombramientos de consejeros, todos hombres, ni una sola mujer. ¿Eso no es una anomalía?
Bueno… Yo creo que vamos a cambiarlo. Ahora vamos a cambiarlo, estoy completamente segura.
Su nombre es uno de los que suena más fuerte como posible incorporación al próximo Ejecutivo si el PRC repite en el Gobierno. ¿Le gustaría asumir esa responsabilidad y convertirse en la primera mujer consejera regionalista?
No me lo planteo ahora. Tengo mucho trabajo, pero siempre estoy a disposición del partido. Lo que el partido decida es lo que yo voy a hacer. Las pasadas elecciones fui elegida diputada y el partido decidió que tenía que estar aquí, y me vine al Gobierno con Rafael de la Sierra. Estaré a disposición del partido y te lo digo sinceramente: ahora mismo tenemos tanto que hacer que no me planteo cómo será el próximo Gobierno.
Le ha tocado estar cuatro años en la sala de máquinas del bipartito, en una tarea que no se ve tanto pero donde es obligatorio trabajar codo con codo con los socios de Gobierno. ¿Las relaciones con el PSOE han sido tan distantes como se ha podido apreciar desde fuera o en el día a día no se nota?
Depende de a lo que te refieras, la verdad. Mi trabajo estos cuatro años ha estado más centrado en los pactos que hemos tenido en los ayuntamientos. Ahí sí que te puedo decir que hemos hecho bien las cosas. Ciertamente, es difícil la convivencia. Ya cuando estás con los tuyos siempre puede haber discrepancias, pues cuando tienes un socio de gobierno, que tiene otra manera de gobernar, porque es así, aunque nos empeñemos. Todo va en función de las personas, pero a la larga, un partido impone una serie de criterios como prioridad. Nosotros tenemos muy claras las prioridades y, en algunos casos, son distintas a las del socio de gobierno. Pero se han sabido resolver muchos problemas internos en ayuntamientos donde ha habido coaliciones. Hemos seguido fieles al pacto que se firmó en 2015 para los ayuntamientos. Ha habido un gran trabajo y así es como tenía que ser. Salvo en Astillero, los pactos se han respetado en todos los municipios. Y eso no es que no haya habido problemas diarios, pero se han sabido resolver. Tenemos muy claro que los vecinos no quieren que se produzcan esas discrepancias, sino lo que quieren es que se trabaje por el pueblo y nosotros tenemos muy aprendida esa lección. Hemos tenido que ceder en muchos casos, pero el resultado ha sido positivo.
Me refería principalmente al bipartito en el Gobierno. En una Consejería como la de Presidencia y Justicia hay muchos engranajes que obligan a coordinarse y trabajar con otros departamentos que, en algunos casos, están en manos del PSOE.
Rafael de la Sierra es un hombre muy mediador, muy generoso. En una Consejería como esta, que es muy transversal, en la que tocamos muchas áreas de trabajo de nuestros socios, creo que ha sabido llevarlo bien y el resultado ha sido positivo.
¿Y ese distanciamiento entre candidatos, con una confrontación cada vez más habitual entre Pablo Zuloaga y Miguel Ángel Revilla, entre PSOE y PRC, tiene más que ver con la cercanía de las elecciones, a una cuestión personal, o a un fin de etapa después de tres gobiernos de coalición?
No sabría decirte exactamente. El cambio en el Partido Socialista no es de hace unos meses, es de hace casi dos años. Aquí nunca se ha dejado de celebrar un Consejo de Gobierno ni de sacar adelante todos los proyectos que habíamos firmado en el pacto. Ese acuerdo, evidentemente, se tuvo que renovar, nos tuvimos que volver a sentar, y de ahí salió un nuevo documento que afianzaba los compromisos que ya existían y que planteaba otros compromisos que el nuevo PSOE tenía encima de la mesa. Pero yo creo que eso, en el Gobierno del día a día, no ha supuesto tampoco problemas insalvables. Sí es cierto que estamos ahora en la última etapa de la legislatura y los nervios afloran, en una parte más que en otra, es evidente. Nosotros nos vamos a mantener firmes y vamos a seguir como hasta ahora.
Pese a las buenas expectativas electorales con las que trabaja el PRC de cara a los comicios del mes de mayo, parece evidente que la fragmentación parlamentaria es un hecho y la mayoría absoluta no está al alcance en estos momentos de ninguna fuerza política en Cantabria. Ante ese escenario, ¿quién sería su socio preferente al día siguiente, cuando haya que sentarse a negociar un hipotético nuevo Gobierno?
El socio preferente será el que coincida con nuestro programa electoral. Siempre lo hemos dicho así. Siempre hemos pactado en función de lo que llevamos en el papel, en coherencia con el proyecto que hemos elaborado, que viene de hace mucho tiempo, arraigado a los principios que marcan nuestro camino desde hace mucho tiempo. Y luego, evidentemente, las personas influyen. Miguel Ángel Revilla lo ha dicho muchas veces. Pero en este momento, con este panorama político que tenemos, creo que tenemos que echar el resto para conseguir una mayoría muy firme. A partir de ahí, veremos lo que pasa el día siguiente.
¿Contempla a todos los partidos en ese día después de las elecciones o excluye alguna opción política concreta?
Ya hemos dicho que tenemos líneas rojas. Hay nuevas fuerzas políticas que están consiguiendo escaños, como hemos visto en elecciones recientes, con las que no tenemos absolutamente nada que ver. Como tenemos el programa, ahí ya se va a ver el rechazo absoluto a ciertos planteamientos.
En la recta final de la legislatura se han llegado a acuerdos económicos con Ciudadanos, que ha permitido aprobar los presupuestos. ¿No es contradictorio que un partido regionalista como el PRC llegue a pactos de este tipo con formaciones centralistas, que propugnan incluso la devolución de competencias al Estado?
Bueno, porque eso no se puso encima de la mesa en estos momentos. Los presupuestos tenían medidas muy concretas en las que hemos podido tener un acercamiento con ellos. Entonces, veremos qué es lo que ocurre después de las elecciones con otros planteamientos más generales donde sí tenemos discrepancias. Hasta ahora, cuando se han tenido que pactar los presupuestos, hemos conseguido llegar a acuerdos. Creemos que se podían encontrar puntos en común y para nosotros ha sido fundamental aprobar los presupuestos. Como se puede ver, a pesar de que muchas comunidades autónomas no lo han conseguido, o el Estado tampoco, Cantabria ha tenido presupuestos todos los años. Eso es un logro de este Gobierno, sin duda.
Hablaba de líneas rojas del PRC con ciertos planteamientos políticos... ¿El auge de algunos discursos de extrema derecha, con un mensaje claramente anti-autonomista, obliga a los regionalistas a volver a sus esencias y recuperar reivindicaciones históricas para Cantabria?
Vamos a seguir siendo reivindicativos porque nuestra historia así nos lo marca. Yo creo que lo que procede ahora es informar muchísimo a la gente. Tenemos que conseguir que nadie se quede en casa a la hora de votar y tenemos que conseguir que nadie vote de manera visceral. Muchas veces el voto está condicionado por una especie de castigo a los que están. Se vota a veces sin pararse a pensar qué es lo mejor o qué puede implicar ese voto a la larga.
El papel de los partidos políticos, y en ese barco deberíamos estar todos, es convencer a la gente de que reflexionen y sean capaces de apreciar los beneficios de la autonomía para Cantabria, qué es lo que nos ha traído hasta aquí, qué ventajas tiene para solucionar nuestros problemas, para reivindicar las deudas que existen con esta tierra… Ese es nuestro trabajo a partir de este momento. Tenemos que conseguir que la gente vaya ilusionada a votar. Es complicado, pero estamos todos en esa idea. De esa manera conseguiremos que se vote dentro de los posicionamientos democráticos, así de claro lo digo.
¿Y en este momento el PRC no se plantea su presencia en las elecciones generales?
Sí, claro. Ya lo hemos dicho: si hay un adelanto electoral y las generales coinciden con las autonómicas y municipales el 26 de mayo, ahí estaremos.
¿Solo si hay 'superdomingo' electoral? ¿No ven necesario tener presencia en Madrid en otro caso?
Ahí tenemos más discrepancias. Hay distintas posiciones dentro del partido, pero no hay una decisión tomada. Yo tengo mi opinión, pero se debatirá cuando llegue el momento.