La consejera vasca Estefanía Beltrán de Heredia, única mujer en la mesa de seguimiento del operativo policial del G7
Estefanía Beltrán de Heredia, ingeniera agrícola y afiliada al PNV, llegó al cargo de consejera de Seguridad del Gobierno vasco por sorpresa en diciembre de 2012. Antes, salvo una breve interinidad de la socialista Idoia Mendia tras la dimisión de Rodolfo Ares, nunca una mujer había dirigido un área clave del Ejecutivo autonómico, bajo cuyo control está la Ertzaintza, el Tráfico, los procesos electorales o el juego. Se encontró una Policía vasca con un porcentaje femenino próximo al 10% y prometió medidas para revertirlo. “Creo que las mujeres debemos estar en todos los colectivos en el porcentaje en el que estamos en el resto de la sociedad y somos un 51%”, solemnizó.
Han pasado siete años desde entonces y el policial sigue siendo un ámbito eminentemente masculino. Este miércoles, en la base policial de Oiartzun, Beltrán de Heredia ha presidido una de las mesas de seguimiento creadas para coordinar el dispositivo de seguridad ante la celebración en Biarritz de la cumbre del G7 y en el entorno fronterizo de manifestaciones y “contracumbres”. En la gran mesa, 16 varones y una mujer, ella. Estaban allí sentados Ertzaintza, Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Foral de Navarra y Policía Local de Irún. Fuentes conocedoras de la reunión indican que entre el personal de apoyo a las distintas representaciones había también otra mujer, la responsable de Tráfico de la Ertzaintza en Gipuzkoa.
Un informe elaborado por el Departamento de Seguridad sobre la situación de la mujer en la Ertzaintza ya alertó de que el policial era un ámbito poco igualitario. “La distribución en el cuerpo de la Ertzaintza según escalas es totalmente heterogénea para mujeres y hombres: las mujeres están distribuidas en las categorías inferiores y a su vez, dentro de éstas en unidades cuyas principales funciones son las de planificación, coordinación, tramitación de procedimientos administrativos, investigación y gestión. Las unidades con misiones específicas en protección y recursos operativos, por el contrario, están ocupadas casi exclusivamente por varones”, concluía el estudio. Una de las propuestas de aquel informe para corregirlo era “visibilizar la presencia femenina en el colectivo”.