España sigue sin Gobierno, ¿y ahora qué?
El fracaso de Pedro Sánchez en su investidura abre un periodo inédito en la democracia española: nunca antes un candidato propuesto por el rey había perdido en la segunda votación. Ahora comienza un proceso que puede prolongarse hasta el 26 de junio -fecha en la que se repetirían las elecciones- si antes del dos de mayo ningún aspirante ha conseguido los apoyos necesarios para ser investido.
El tiempo comenzó a correr este miércoles a las 19:45 horas. Fue en ese momento en el que terminó la primera votación de investidura en la que Sánchez no logró la mayoría absoluta necesaria para llegar a Moncloa ese día. 48 horas después los 350 diputados han vuelto a votar y el candidato del PSOE no ha conseguido la mayoría simple -más síes que noes- para ser presidente.
En este escenario, los partidos tienen dos meses desde el miércoles para negociar los apoyos para que algún candidato consiga los votos necesarios para ser investido como muy tarde el 3 de mayo. El rey tendría que llamar a consultas a los representantes de los grupos del Congreso, como hizo para nombrar al primer candidato, y podría proponer a cualquiera sin límite de intentos. No obstante, el monarca no lo hará hasta que el presidente del Congreso le notifique que alguno de los candidatos tiene la seguridad de sacar adelante la investidura, según publicaron los medios de Colpisa.
Más allá de los movimientos de los partidos y de los posibles candidatos, hay dos posibilidades:
- Que algún candidato recabe los apoyos necesarios para ser investido. En ese caso, el presidente del Congreso se lo comunicará al rey, que lo propondrá. Se convocará el pleno de la investidura con el mismo orden que el de esta semana. Ese candidato podría ser elegido por mayoría absoluta en una primera votación o por mayoría simple en la segunda. El presidente del Congreso se lo notificaría al rey y se promulgaría el decreto con el nombramiento. Luego el presidente propondría los nombres para su Gobierno, que serían nombrados oficialmente por el rey.
- Que ningún candidato consiga el respaldo de la Cámara en el plazo de dos meses que arrancó el miércoles. Si el día 3 de mayo nadie ha conseguido sacar adelante la investidura, el rey disolvería las Cámaras y convocaría nuevas elecciones. Entre la disolución de las Cortes y los nuevos comicios tendrían que pasar 54 días: los españoles volverían a votar el 26 de junio.