1.700 euros mensuales para gastos de funcionamiento: saltar de un partido al grupo mixto tiene premio en el Congreso
Tener que integrarse en el Grupo Mixto del Congreso o del Senado no es ninguna buena noticia para los partidos que no pueden conformar grupo propio en ambas Cámaras después de unas elecciones generales. Según el Reglamento del Congreso, se puede formar grupo propio con quince diputados o bien a partir de cinco, siempre y cuando la formación política haya logrado un 15 % de los votos correspondiente a las circunscripciones donde haya presentado candidatura o un 5 % de los votos en el conjunto del Estado. En el Senado el listón está en diez senadores. Pero hay una triquiñuela que utilizan las formaciones políticas, que es la figura del “diputado prestado”, es decir, que un partido ceda provisionalmente algunos de sus diputados para que aquellos que no pueden formar grupo cumplan así los requisitos. Una vez queda constituido ese grupo, el parlamentario 'prestado' regresa al suyo natural. De esa manera evitan integrarse en el Mixto, lo que les supone perder cupo para presentar iniciativas, intervenciones más cortas de sus portavoces en los Plenos y una ubicación fuera del tiro de cámara de las televisiones, en el denominado “gallinero”, las últimas bancadas del hemiciclo rodeadas de columnas.
En ese grupo heterodoxo acaban además quienes deciden abandonar la militancia en los partidos bajo cuyas siglas lograron el escaño. En los Parlamentos autonómicos y en los Ayuntamientos se les denomina “no adscritos”. Según la jurisprudencia de los tribunales en España las actas de diputados o senadores corresponden a las personas que han sido elegidas, no al partido por el que concurrieron en los comicios, ya sea a través de las listas cerradas al Congreso o a las abiertas del Senado. Nada impide a un concejal, un diputado o un senador abandonar su militancia y la disciplina de las siglas por las que concurrió a las elecciones. Aunque en las administraciones locales rige el Pacto Antitransfuguismo, que limita los beneficios económicos a aquellos que cambien de chaqueta, ni el Congreso ni el Senado establecen ninguna limitación a estas prácticas. No solo no hay castigo sino que en ciertos casos saltar de un partido al Grupo Mixto puede conllevar un aumento de los ingresos para el senador o diputado en cuestión.
El último ejemplo es el del diputado por Sevilla de Ciudadanos, Pablo Cambronero, que la semana pasada anunció que se daba de baja del partido y solicitaba a la Mesa de la Cámara Baja su integración en el Grupo Mixto. Cambronero justificaba su decisión por estar en contra de lo que llama “deriva sanchista” que achaca a la dirección que lidera Inés Arrimadas. En la Cámara Alta dos senadores también de Ciudadanos, Ruth Goñi, electa por Navarra, y Emilio Argüeso, designado por Les Corts Valencianes, han hecho lo mismo y se han instalado ya en el Mixto.
Ninguno de ellos sufrirá castigo económico alguno. Al revés. Cambronero continuará cobrando su sueldo base de 3.050,62 euros mensuales, igual para todos los diputados, y su correspondiente complemento para gastos de manutención y pernoctación en la capital por ser de la circunscripción de Sevilla, unas dietas que están establecidas en 1.959,62 euros también mensuales, tenga o no vivienda en Madrid. Este 'complemento' para gastos son algo menores para los diputados electos por Madrid: 935,37 euros. El aterrizaje de Cambronero en el Mixto le va a convertir en portavoz de la Comisión de Peticiones, tras el acuerdo alcanzado a su llegada, es decir, que por ese cargo cobrará otro suplemento mensual de 1.134,40 euros. En total mantendrá su asignación de 7.424,64 euros, ya que cuando pertenecía al grupo de Ciudadanos también era portavoz de algunas comisiones.
Las Cámaras reparten una subvención fija al mes igual para todos los grupos: en el Congreso esta ayuda es de 29.606,56 euros y en el Senado de 15.200 euros. Además, existe una “retribución variable”, también mensual, que depende del número de parlamentarios que tenga cada grupo: 1.703,57 euros por cada diputado y 1.900 euros por cada senador.
Cambronero percibirá además esa subvención institucional de 1.700 euros al mes. Esta cantidad es la que el Congreso abonaba a Ciudadanos por cada uno de sus escaños y que ahora al estar en el Mixto y no pertenecer ya ese grupo recibirá Cambronero. Pero no se suma directamente a su nómina, en contra de algunas interpretaciones que se han hecho. Según explican fuentes de la Cámara, el diputado, como el resto de los integrantes del Grupo Mixto, tiene la obligación de abrir una cuenta aparte con la entidad bancaria que opera en la Cámara para que se le transfiera en ella esa subvención institucional que debe utilizar únicamente para gastos relacionados con su actividad en el grupo. Estas partidas las debe justificar si así se lo requieren. El punto 2 del artículo 28 del Reglamento dice que los Grupos Parlamentarios “deberán llevar una contabilidad específica” de la subvenciones que reciben, “que pondrán a disposición de la Mesa del Congreso siempre que ésta lo pida”, algo que nunca ha ocurrido, según reconocen los diputados, porque los partidos deben justificar adecuadamente estas subvenciones ante el Tribunal de Cuentas, que es el que anualmente las fiscaliza. Cambronero no pertenece ya a ningún partido. Fuentes parlamentarias reconocen que queda en manos de la “honorabilidad” del diputado usar estos fondos adecuadamente porque de lo contrario “estaría cometiendo un delito”.
¿Qué gastos se permite hacer con estos 1.700 euros de la subvención? Pues desde celebrar comidas protocolarias a contratar, por ejemplo, los servicios de una entidad jurídica -nunca a particulares- para que le asesoren a la hora de elaborar iniciativas u otras actividades como parlamentario. ¿Y si sobra dinero de esa cuenta porque el diputado no lo ha gastado?. Las fuentes consultadas señalan que debe devolverlo a la Cámara o al grupo, porque no es del diputado.
En el Senado todos sus integrantes cobran también un sueldo base de 3.050,66 euros al mes. Y si son electos por Madrid reciben un complemento adicional de 935,37 euros mensuales; mientras que los electos por otra provincia cobran 1.959,62 euros al mes para manutención y pernoctación en Madrid. Si se ostenta una portavocía hay que sumar otros 1.134,52 euros mensuales y se es portavoz adjunto, 756,34 euros, también al mes. Los complementos están libres de tributación tanto en el Congreso como en el Senado. Emilio Argüeso y Ruth Goñi, los dos senadores que han abandonado Ciudadanos y han buscado cobijo en el Mixto, suman a sus nóminas los complementos por ser portavoces de comisiones. Es decir, que ingresan cada uno en total 6.144 euros mensuales.
La diferencia con el Congreso es que el dinero de esas subvenciones variables que reciben los grupos por cada parlamentario -1.900 euros mensuales en el caso del Senado- no la perciben los senadores en ninguna cuenta, según explican fuentes de la Cámara Alta, sino que llegan directamente a los grupos a los que pertenecen. Además, desde 2018 hay un acuerdo para que declaren en la página de Transparencia los gastos anuales de estas subvenciones. En ella el Mixto da detalles de su funcionamiento y de las cantidades que ha recibido en subvenciones, desglosando lo que se gastó. El último año declarado es el de 2019 y en esa declaración se especifica lo que empleó el grupo en “sueldos y salarios”; “seguridad social a cargo de la empresa”; “otros gastos sociales (formación, acción social, seguros); o ”indemnizaciones“.
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