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Los británicos rinden homenaje a la generación Windrush en nuevo día nacional
Un nuevo Día Nacional en el Reino Unido rendirá homenaje a la “generación Windrush” cada 22 de junio, en el septuagésimo aniversario de la llegada del primer barco con inmigrantes caribeños para trabajar y reconstruir el país tras la Segunda Guerra Mundial.
Un portavoz del Gobierno británico, que confirmó la noticia hoy a los medios de comunicación, aseguró que el Día Anual de Windrush servirá para “reconocer y honrar la contribución” de todas aquellas personas que llegaron al Reino Unido procedentes del Caribe entre 1948 y 1971.
Para la primera convocatoria, el próximo viernes día 22, se ha organizado un servicio nacional en el que participarán políticos y pasajeros de aquel barco en la abadía de Westminster, en Londres, así como actos de celebración de la cultura caribeña en los muelles de Tilbury, en Essex (este del país), donde el buque atracó en 1948.
La nueva fiesta nacional se celebrará cada año y contará con una financiación de medio millón de libras (unos 570.542 euros), según cifras ofrecidas por el Gobierno, y con la supervisión de representantes británico-caribeños.
El director de la Fundación Windrush (organización benéfica que diseña proyectos patrimoniales), Arthur Torrington, describió esta iniciativa como “un momento de gran satisfacción”.
“Cimentará la conciencia nacional de la contribución de aquellos que viajaron del Caribe al Reino Unido hace setenta años para construir una vida mejor y participar en hacer del país una nación más fuerte”, agregó.
Tres años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1948, quinientos caribeños cruzaron el Atlántico para realizar una travesía de tres semanas en el “Empire Windrush” hasta el Reino Unido, bajo el supuesto de que no tendrían problemas para obtener la ciudadanía como miembros de la Commonwealth.
Tras ellos llegarían otros miles de las antiguas colonias británicas en un periodo que se extendió hasta 1971, cuando la nueva legislación les garantizó que podrían permanecer indefinidamente en el Reino Unido.
A estos millares de inmigrantes del Caribe que llegaron a las islas en respuesta a ofertas de trabajo publicadas en los periódicos locales para reconstruir el país durante la posguerra se les conoce como “generación Windrush”.
Entre los primeros pasajeros se encontraban algunos que acabarían siendo famosos en el país, como Sam King, el primer alcalde negro de Southwark, en Londres, o Harold Philips, también conocido como Lord Woodbine, quien fue un mentor para los Beatles.
A esa primera embarcación pertenece Alford Gardner, de 92 años y asentado en Leeds (norte de Inglaterra), que, con motivo de la conmemoración, se mostró contento y relató su vida en el país tras su llegada al muelle con 22 años.
Gardner, quien tuvo que pagar 28 libras por el pasaje (unas 1.040 libras de ahora, 1.185 euros), comenzó a trabajar en una pequeña fábrica en Leeds.
Este hombre, padre de cinco hijas y tres hijos, explicó que, pese a las dificultades experimentadas, si tuviera que volver a vivirlo todo, “haría lo mismo otra vez (...), no cambiaría nada”.
El activista Patrick Vernon, cuyos padres llegaron en uno de estos navíos desde Jamaica y que en 2010 escribió un artículo en el periódico “The Guardian” para pedir un Día Nacional de Windrush, recibió la noticia con alegría y agradeció la presión de la opinión pública para conseguirlo.
“Es hora de reconocer la contribución de las comunidades negras y asiáticas a la vida británica”, remarcó hace ya ocho años.
El anuncio oficial del Gobierno contrasta con el escándalo, destapado hace unos meses, en el que se reconoció que 63 personas del colectivo habían sido erróneamente deportadas debido al endurecimiento de las leyes de inmigración, así como que a otras tantas decenas se les había denegado el derecho a atención médica o se les había amenazado con expulsarlas del país.
Las medidas fueron promovidas por la actual primera ministra, la conservadora Theresa May, cuando era titular de Interior entre 2010 y 2016, momento en el que aseguró querer crear “un ambiente hostil” para la inmigración ilegal.
Por ello, May expresó sus disculpas en la última cumbre de la Commonwealth ante representantes de doce países del Caribe, si bien Amber Rudd, que ocupaba la cartera de Interior del Reino Unido, presentó su dimisión y fue sustituida por Sajid Javid.
Dada la urgencia que requería la situación de algunos de los damnificados, un comité del Ministerio de Interior promovió la creación de un fondo para ayudar a las personas de este colectivo que todavía hoy se enfrentan a dificultades.
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