Los trenes de AVE entran en la nueva normalidad: “Habrá más trenes, pero no sabemos si habrá más personas”
La nueva normalidad comienza a llenar, aunque tímida todavía, los vagones del AVE. Esta primera mañana en la que ya se permitía la circulación entre provincias apenas se veían puñados de personas en la estación de tren de Chamartín, poco pero más de lo habitual durante el estado de alarma, cuenta el personal de taquilla y de seguridad. Este primer domingo de verano la ocupación ha rondado los 15.000 pasajeros, un 70% de las plazas ofertadas, explica Renfe.
Con mascarillas y ya sin dejar asientos libres, la nueva normalidad no llegará a los andenes hasta mañana lunes, cuando AVE doblará la frecuencia actual de los trenes. Durante el estado de alarma la capacidad se reducido al 20% y con este aumento se alcanzará un 30% de la capacidad con respecto a la vieja cotidianidad, de 20.000 a 30.000 pasajeros en unos 98.000 trenes al día.
“Habrá más trenes, pero no sabemos si habrá más personas”, sostiene una trabajadora del AVE Madrid-Segovia. Es por eso que desde el jueves Renfe permite la venta adelantada de billetes, que ahora pueden comprarse con hasta seis meses de antelación. A María José le ha sorprendido que para su viaje de vuelta desde Valladolid, a donde se desplaza esta mañana para sorprender a su novio después de más de tres meses sin verse, los trenes estaban llenos. La demanda se ha multiplicado por nueve gracias a esta mayor flexibilidad.
La mayoría de los que viajan esta media hora de trayecto después de que a media noche se levantara el estado de alarma lo hacen para ver a su familia. Teo ha pasado la mitad de su vida confinado. Con seis meses, es su primer viaje en tren y hoy va a Valladolid a ver sus abuelos. Su madre dice estar tranquila, solían hacer este trayecto un par de veces al mes, y esperaba que hoy hubiese más gente en los trenes.
Desde Renfe explican que pese al fin de la excepcionalidad, el aumento de pasajeros no ha aumentado notoriamente en comparación con el domingo anterior, por haber caído en el último día de la semana. Pero sí confían en que mañana ya se note un aumento de la afluencia. En función de cómo responda la demanda, se irán poniendo en marcha más trenes y reforzando los servicios.
Aunque los vagones van casi completos, sí hay que respetar la distancia de seguridad en los andenes, donde se han marcado los flujos de tránsito y la separación de dos metros. Antes de subirse, se entrega a los pasajeros una toallita con alcohol, que previamente han recibido un correo electrónico o un mensaje al móvil con las instrucciones de seguridad.
Esto es posible por el nuevo billete identificativo. A María José no le hace mucha gracia esta nueva norma con la que Renfe pide más información personal a los pasajeros con el fin de rastrear y localizar a quienes hayan podido estar en contacto con un posible positivo de la covid-19, pero expone que ese control es necesario en este momento.
El bar y el restaurante están cerrados hasta nuevo aviso y se ha dejado medio coche vacío por si fuera necesario aislar a un posible sospechoso de coronavirus, explica por teléfono Manuel Sempere, director de marketing de Renfe. Después de cada viaje se desinfectan los vehículos, y para el caso de los trenes de larga distancia también existen protocolos de limpieza a cada cambio de pasajeros.
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