Caos en el programa Erasmus ante un Brexit sin acuerdo: 17.000 estudiantes británicos se quedan en el limbo
Para Alice Watkins, una estudiante de la Universidad de Manchester, era un sueño pasar un año en el extranjero, primero en París y luego en Madrid. Ahora, en el actual contexto de caos y de incertidumbre por el Brexit, se prepara para llegar a Francia este verano sin saber dónde vivirá ni si podrá contar con el dinero de la beca Erasmus.
“La incertidumbre te deja con una sensación horrible”, lamenta Watkins. “Nos han dicho que nos llevemos un mínimo de 1.200 libras esterlinas de nuestro propio bolsillo para pasar las primeras seis semanas y que no podremos encontrar alojamiento antes de llegar allí. Tener que marchar al extranjero sin saber dónde vivirás es muy estresante”.
El miércoles pasado, el Parlamento Europeo votó a favor de garantizar las ayudas económicas a los estudiantes británicos que ya se encuentran en el extranjero en el marco del programa de intercambio de estudiantes Erasmus+ en caso de que el 29 de marzo no se produzca un acuerdo en torno al Brexit. También prometió seguir apoyando a los estudiantes erasmus europeos que ya se encuentran en el Reino Unido.
Sin embargo, los más de 17.000 estudiantes del Reino Unido que planean estudiar en Europa a partir de septiembre en el marco del programa Erasmus+ han quedado atrapados en un limbo. Una nota técnica, publicada por el Gobierno a finales de enero, no garantiza la financiación para estos estudiantes si el Reino Unido abandona la Unión Europea sin haber alcanzado un acuerdo.
En las últimas semanas, tanto España como Noruega han aconsejado a los estudiantes nacionales que tenían intención de pasar un año en una universidad del Reino Unido que cambien de destino.
Watkins estudia francés y español y, como muchos otros estudiantes de lenguas modernas, considera que vivir y estudiar durante un tiempo en otros países de Europa es fundamental. “La mayoría de nosotros queremos vivir y trabajar en el extranjero en un futuro. Éramos demasiado jóvenes para votar en el referéndum pero ahora está afectando a nuestro futuro. Es un completo desastre”, afirma.
Vivienne Stern, directora de la sección internacional de Universities UK (organización que vela por los intereses de las universidades del país) indica que creían que el Gobierno del Reino Unido iba a crear una alternativa al programa Erasmus+ para sus estudiantes con el objetivo de protegerlos en el supuesto de que no se alcance un acuerdo. Sin embargo, reconoce que nada hace pensar que eso se haya previsto. “Si lo hemos entendido bien, no se ha previsto una partida económica para el supuesto de que no se logre un acuerdo ni parece que el Departamento de Educación este trabajando en ese sentido”, admite.
También indica que muchos estudiantes del Reino Unido que están participando en el programa Erasmus+ en distintos países de la Unión Europea han contactado con ellos porque les preocupa quedarse sin seguro médico. Muchos tienen un seguro que estipula que les cubre mientras sean nacionales de un país de la UE y ahora no saben cómo cambiar de compañía.
Varios estudios publicados por Universities UK muestran que es beneficioso pasar un tiempo en el extranjero. Los estudiantes que han vivido esta experiencia suelen superar a sus compañeros tanto en el aula como en el mercado laboral. Tienen un 19% más de posibilidades de conseguir un primer empleo y un 20% menos de posibilidades de estar desempleados.
Además, una encuesta sobre habilidades de CBI/Pearson ha mostrado que siete de cada diez pequeñas y medianas empresas piensan que los futuros ejecutivos necesitarán conocimientos de idiomas extranjeros y experiencia internacional.
Las universidades buscan soluciones unilaterales
La incertidumbre en torno al programa Erasmus+ ha exasperado tanto a la Universidad de Newcastle que ha invertido un millón de libras esterlinas en la suscripción de intercambios para sus estudiantes para el año académico 2019-2020.
El profesor Richard Davies, vicerrector de la universidad, señala que el centro desea que sus estudiantes sean ciudadanos del mundo: “Hace meses creíamos que el Gobierno estaba de acuerdo con esta afirmación, pero en diciembre su discurso sobre lo que pasaría si no alcanzaba un acuerdo empezó a ser mucho más ambiguo”.
A Davies también le preocupa que, como consecuencia del Brexit, menos estudiantes de otros países de la UE opten por vivir esta experiencia en el Reino Unido. En su opinión, esto dejaría un gran vacío en las universidades del país. “Queremos que nuestra universidad siga siendo verdaderamente multicultural. Queremos acoger a estudiantes de tantas nacionalidades como sea posible y Erasmus+ contribuye a hacerlo posible”.
“En el caso de los estudios de lenguas modernas es especialmente relevante que tengan la oportunidad de practicar el idioma en el país donde se habla y puedan sumergirse en una cultura diferente. Los intercambios europeos también son especialmente útiles para nuestros estudiantes de derecho y negocios”, señala el vicerrector.
Por su parte, el profesor Colin Riordan, vicerrector de la Universidad de Cardiff, señala que estudiar en el extranjero “es muy beneficioso y el coste es relativamente bajo”. “Hemos creado una generación de estudiantes móviles, pero el Reino Unido sigue estando muy por detrás de otros países europeos en cuanto a la cantidad de estudiantes que deciden vivir esta experiencia”.
Riordan está presionando al Gobierno para que establezca un programa de intercambio alternativo. “Si realmente nos creemos el discurso sobre un Reino Unido con mentalidad global entonces deberíamos tener un programa de estas características”, señala.
La posibilidad de que el Reino Unido no alcance un acuerdo amenaza los planes para el próximo año académico no solo de los estudiantes británicos, sino también de los estudiantes europeos del continente. A finales del mes pasado, la Agencia Nacional de Movilidad Española comenzó a asesorar a aquellos con plazas en universidades del Reino Unido para que consideraran otros países. Noruega, que se adhiere al régimen de la UE aunque no es miembro de la UE, ha estado haciendo lo mismo.
Stern afirma comprender la posición de los españoles y los noruegos: “Si eres un estudiante que se va al extranjero en 2019 ya deberías poder presentar una solicitud y a estas alturas aún no sabemos qué va a pasar”.
Por su parte, Ben Cisneros, un estudiante de tercer curso de Derecho de la Universidad de Cambridge que el año pasado estudió en Madrid gracias a la financiación de Erasmus+, afirma que la experiencia le hizo una persona más fuerte. “Te cambia la vida. La gente subestima lo difícil que es ir e instalarse en algún lugar solo”.
Joseph Corcoran, un estudiante de la Universidad de Leeds que está pasando un año en una universidad de Murcia afirma que haber podido participar en el programa Eramus+ ha sido una experiencia muy valiosa para sus conocimientos lingüísticos. “Fue un gran choque cultural, porque esta no es una ciudad turística, es España en estado puro. Así que he tenido que usar mi español todo el tiempo y con el paso del tiempo se ha convertido en algo natural para mí”.
Corcoran ya forma parte de una comunidad de estudiantes Erasmus de toda Europa que tienen vínculos muy fuertes. “Esta experiencia ha sido algo que nunca olvidaré”, dice. “Siento que con Brexit, la gente se ha centrado en cuestiones como el comercio, y los estudiantes han sido olvidados. Es una gran equivocación. Somos el futuro”.
Desde el Departamento de Educación británico afirman: “En caso de que Reino Unido deje la Unión Europea sin un acuerdo, el Gobierno ha garantizado que cubrira el pago a los solicitantes británicos para todos los candidatos admitidos antes de finales de 2020”.
Traducido por Emma Reverter