Setenil vuelve a una relativa normalidad: “Ahora las administraciones no nos pueden dejar solos”
Setenil de las Bodegas (Cádiz) está intentando volver a la normalidad después de las graves inundaciones que han tenido lugar a lo largo de la presente semana. Llega el momento de reacondicionar un pueblo que no había vivido jamás una tromba de agua de ese calibre. Ahora desde el Ayuntamiento se trabaja a destajo para ir paliando los desperfectos básicos y están en permanente contacto con las administraciones para acceder a las ayudas que le corresponde
El alcalde de Setenil, Rafael Vargas (IU), analiza para elDiario.es Andalucía la situación actual y agradece la solidaridad de todos los que están arrimando el hombro en un momento tan complicado: “El pueblo está en una aparente normalidad. Después del estado de shock se está trabajando y se seguirá haciendo. Tenemos desplegados a los bomberos, retenes del Infoca, guarda forestal de la Junta, trabajadores de varias empresas locales, camiones... Además, pueblos vecinos como Alcalá del Valle y Cañete nos han mandado maquinaria con personal. Se han ofrecido muchos pueblos para ayudar, pero nos hemos quedado con los que están más cerca. Estamos todos a piñón, también con voluntarios del pueblo”.
“Una reconstrucción cara y laboriosa”
No han sido muchos los casos de personas que han tenido que ser realojadas, pero una familia no podrá volver todavía a su vivienda por el riesgo de derrumbe. “Una de las familias que estaba en el hotel volvió a su casa y los otros tienen unas dependencias bastante dañadas cerca de su casa y no es aconsejable que vuelvan todavía. Está en estado ruinoso y habrá que derribarlas”, explica el regidor.
En opinión de Vargas, los daños que ha sufrido el pueblo van más allá de lo más superficial: “El problema está en la infraestructura del tendido eléctrico, de suministros de agua potable que ha sido dañados, algunas naves industriales que se han inundado, algunos muros que se han caído, suciedad y caminos vecinales que están estropeados. Todo ello tiene una reconstrucción cara y laboriosa”.
Ninguna población cercana sufrió una tormenta tan fuerte como la que cayó en Setenil. Una media hora devastadora en la que cambió la historia de esta localidad. “Setenil tiene un problema. Está en el cañón de un río y cuando el agua baja desde las partes altas, arrolla y va buscando las calles lo que provoca una situación muy peligrosa. Una avalancha de agua como esta es desconocida aquí porque cayó una cantidad tremenda de 67 litros en 15-20 minutos. Los desagües de la carretera fueron incapaces de asimilar tanta agua. Venimos denunciando que se revisen esas acometidas de agua de una carretera que es comarcal, tanto en la zona de las Arenas como en otra autonómica en la zona del Higuerón, que también genera problemas. Ha habido lluvias fuertes otras veces, pero ahora los daños han sido en todo el pueblo, mientras que otras veces fueron en zonas localizadas”.
“Necesitamos ayuda económica y técnica”
A día de hoy, la localidad gaditana está contando con la ayuda de las administraciones. El alcalde espera que se mantenga con el paso de las semanas: “El respaldo es absoluto. Me ha llamado Juanma Moreno, el presidente de la Junta, Isabel Rodríguez, la ministra de Política Territorial, e Irene García, la presidenta de Diputación de Cádiz. Tenemos que hacer efectivas esas ayudas porque ya tengo la experiencia de que después nos quedamos un poco solos y hay que estar atentos porque ahora mismo estamos con un trabajo de emergencia, pero después llega otro de reconstrucción. Ahí espero no encontrarme solo, necesito todo el apoyo del mundo porque si queremos arreglar caminos destrozados y edificios eso no se puede conseguir con medios municipales. Necesitamos ayuda económica y técnica. Espero que las administraciones estén a la altura cuando pasen uno o dos meses”.
Lo peor es la intranquilidad de mirar al cielo y tener la duda de si pueden regresar las lluvias. “Están previstas algunas lluvias y también hay una probabilidad de nieve en cotas bajas. Hay que estar atentos y activar todos los protocolos para tener controladas las zonas más peligrosas. Me preocupa mucho un edificio en ruinas. Estamos esperando el informe técnico para poder echarlo abajo, pero necesitamos el informe de seguridad”. Porque al alcalde no se le olvidan algunas imágenes duras de esos primeros momentos de caos y destrucción. “Fue muy fuerte ver un coche incrustado en la pared, ver las viviendas caídas y a familias aterrorizadas por el agua”.
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