El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.
La casa que tienes en el pueblo se pueden catalogar en cuatro modelos: la habitas, la habitas en momentos puntuales (fiestas, verano, fines de semana, etc.), es la casa familiar y pertenece por lo menos a 4 personas (y a toda su descendencia), y por último, la casa familiar es la de tus tatarabuelos y pertenece por lo menos a 27 personas (y a toda su descendencia).
En los dos primeros casos vamos bien (aunque tienen un porcentaje muy alto de convertirse en el caso 3 y 4). En el caso 3 suelen ser casas que están cerradas y en el caso 4 suelen ser casas que están cerradas y prácticamente están en ruinas.
Y ahora es cuando hablamos de los casos prácticos; quieres venir a vivir a un pueblo. Y es que, lo primero que quieres para venirte a vivir a un sitio (y, atención, que esto puede hacer mucho daño) es ¡una casa! Y aquí tenemos el primer problema; porque el caso 1 no vende ni alquila, el caso 2 no vende ni alquila, el caso 3 vende a precio desproporcionado y no alquila, y el caso 4 no puede ni vender ni alquilar porque básicamente tiene problemas por derrumbe.
Y ahora, es cuando lanzo mi pregunta ¿cómo vamos a vivir en nuestros pueblos, si no tenemos dónde? Se necesita urgentemente casas donde vivir a precios razonables. No se puede pagar por una casa que ya quisieran los guionistas del Cuéntame (en sus primeras temporadas) lo mismo que por un piso en una ciudad. Las casas que en los años 60 eran aceptables, hoy no lo son, así que vamos a venderlas con algo de conocimiento.
Y, sobre todo, hay que potenciar el alquiler. La gente tiene miedo a alquilar, no quiere. Pero, sin embargo, es la única forma de ir favoreciendo el retorno de población a los pueblos pequeños; es difícil llegar a un sitio y comprar, es más fácil alquilar y que luego surjan otras cosas.
Los ayuntamientos de pueblos pequeños tienen que apostar por jugar sus cartas en cuanto al tema de la vivienda. Hay ejemplos de municipios que han apostado por potenciar la vivienda de alquiler y venta y están empezando a ver resultados. También he de decir que sé que no solo de una casa decente viven las personas, pero sí que es algo por lo que se puede empezar (y que depende de la gente que tiene propiedades en los pueblos, está en nuestras manos).
Así que mi mensaje desde aquí es: si tienes una casa de pueblo ¡úsala! Y si no la quieres usar ¡vende o alquila! (pero a precios razonables, ¡por favor!) #CasasCerradasPueblosSinGente
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