El asesino de su expareja en Monzón tuvo una orden de alejamiento en 2013 que solo duró dos meses
Sobre el hombre que el pasado domingo –Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer– asesinó a su expareja en Monzón (Huesca) no había, en la actualidad, ninguna orden de alejamiento. Sí la tuvo, como apuntan desde la Delegación del Gobierno en Aragón, en 2013, por una denuncia que la víctima interpuso entonces por violencia de género. La orden duró dos meses y posteriormente se levantó.
El asesino, de 48 años, pasará, presumiblemente, el próximo miércoles a disposición judicial después de matar a su expareja, Rokhaya D., de 42 años, con un arma blanca en la casa de Monzón (Huesca), en la que ella vivía con sus dos hijos, de 8 y 4 años, que estaban presentes cuando sucedieron los hechos. Fue la hija mayor la que dio la voz de alarma en el edificio, según informa el Heraldo de Aragón, pero para cuando algunos vecinos fueron a asistir la víctima, ya había fallecido. Los dos niños están hoy bajo custodia de otros familiares.
El asesino vivía en Binéfar, localidad colindante, y, como la víctima, era de origen senegalés. La investigación judicial es competencia del juzgado número 2 de Monzón, por ser el que tiene competencias en materia de violencia sobre la mujer. Según información facilitada por el juzgado el presunto autor de los hechos no pasará a disposición judicial hasta el miércoles. Esta es toda la información de la que, por el momento dispone este gabinete.
El Ayuntamiento de Monzón, reunido de urgencia, convocó una concentración en la tarde del domingo en la plaza Mayor del municipio oscense y tres días de luto. Es, según las cifras oficiales del Gobierno de España, la víctima mortal número 45 de la violencia machista en lo que va de año en España. 90 han sido las asesinadas según feminicidio.net, que tiene en cuenta todos los casos de violencia fuera de la pareja.
Este asesinato, el tercero en Aragón en 2018 según cifras oficiales, tuvo lugar el día en el que en muchas ciudades de toda España se celebraron concentraciones y manifestaciones para recordar a cada una de las mujeres asesinadas por hombres.
