La educación que viene
La Consejería de Educación ha dejado en manos de cada centro las pautas que marca para el comienzo del curso académico. Y esto, en mi humilde opinión, es el camino más fácil.
Después de un desastroso final de curso, no vemos nada nuevo para el comienzo, salvo intentar que la ratio de estudiantes por aula sea más bajo, pero sin tener en cuenta lo que pasará si es necesario volver a la enseñanza no presencial.
La solución que están dando en Educación para los Institutos de Enseñanza Secundaria es una clara discriminación con los centros privados. Se está permitiendo que algunos centros de secundaria pongan la ESO en horario de mañana y el Bachillerato en horario de tarde. Esto va a impedir que muchos niños y niñas de bachillerato puedan continuar con sus actividades deportivas o musicales (conservatorio). Me parece una injusticia y el camino fácil, y más costoso (contratación de profesorado), para solucionar este problema, además de privar a muchos niños y niñas de una actividad fundamental para su desarrollo personal, como es el deporte o la música.
Deben dar otra solución, y las hay. Pasa por dotar de más profesorado a Primaria (debido a su edad y conciliación laboral, estos niños no se pueden quedar solos en casa) y dotar de tecnología a Secundaria, pero lo que no se puede permitir es que ahora los jóvenes de centros privados sean los únicos que puedan realizar actividad deportiva o seguir su carrera en el conservatorio y muchos de los de centros públicos no.
Con esta solución, además, nos podemos encontrar en la misma situación que el pasado curso, ya que si hay que cerrar colegios, seguimos sin estar preparados tecnológicamente para la continuación de sus estudios. El profesorado no ha recibido la formación en plataformas educativas online, y el nuevo profesorado que se incorpore, ni les cuento, ya que ni siquiera tendrá conocimiento de la plataforma EVAGD de la Consejería de Educación. El rendimiento escolar ha bajado, no en notas, pero sí en la adquisición de los conocimientos necesarios para su formación.
Mi propuesta pasa por utilizar la tecnología y tener clases semipresenciales para Secundaria, sin tener que pasar a turno de tarde. Para ellos ya tenemos lo más caro, el software, que ya se utiliza en el Parlamento de Canarias: El Séneca Councilbox, una herramienta que también se utiliza en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y que permite la realización de plenos semipresenciales.
¿Qué más necesitamos? Pues dotar las aulas con un Smart tv con cámara incorporada y que direccione hacia la pizarra y el profesor/a y un ordenador conectado con el software antes comentado. De esta manera podremos tener clases semipresenciales: unos en el aula y otros en sus casas. El profesor/a puede saber quiénes están conectados, por lo que puede tener un control de asistencia y los estudiantes que están online, podrán seguir la clase, pedir la palabra, interactuar con el docente…
He intentado por todos los medios posibles ponerme en contacto con la consejera de Educación del Gobierno de Canarias, pero no ha sido posible. Me dicen que, a estas alturas es muy difícil cambiar la estrategia de comienzo de curso y que la solución adoptada se basa en la mejor utilización de los recursos disponibles, que son finitos. Tienen razón, los recursos son finitos, el número de aulas es el que hay y la cantidad de profesores que se pueden contratar no es la que nos gustaría. Pero mi planteamiento va de utilizar los recursos disponibles, con un apoyo adicional: la tecnología.
Lo que no se puede es dar soluciones sacrificando a los jóvenes de bachillerato y cerrándoles las puertas a otras actividades que son tan importantes para su desarrollo personal como lo es la educación.
Bajo mi punto de vista es una vergüenza y una grave discriminación. Como siempre, favorecer la enseñanza privada a costa de la pública y que muchos jóvenes tengan que dejar la actividad deportiva o artística por la dejadez de los políticos, que buscan el camino más fácil, sin tener en cuenta las consecuencias que conlleva en la educación de nuestra juventud.
Hay que tener presente que son muchos los deportistas que no podrán entrenar en horario de mañana, por una sencilla razón: los entrenadores de jóvenes promesas deportivas no cobran lo suficiente como para que puedan vivir sólo de esto (muchos ni siquiera cobran) y la mayoría tienen otro trabajo, aparte de entrenar a nuestros jóvenes.
Repito, tenemos los recursos, tenemos presupuesto, hay otras opciones, y pasan por el uso de las tecnologías y hay tiempo para ponerlas en marcha.
Sra. consejera de Educación, me permito recordarle algo que usted, como docente, debe saber: los dos años de bachillerato son fundamentales para el futuro de nuestros jóvenes, son los que marcan las pautas para la prueba de la EBAU, son los que van a permitir que muchos jóvenes obtengan becas para continuar sus estudios en la Universidad, pero también existen otros tipos de becas que permiten que nuestros jóvenes estudien fuera de nuestro país, son las becas deportivas. Por favor le pido: no le cierre la puerta a ninguno de nuestros jóvenes, busquemos una solución que les permita compaginar la actividad docente con la deportiva. No los “sacrifiquemos” simplemente porque estudian en centros públicos. Por eso, precisamente, necesitan más apoyo.
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