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La investigación judicial sobre el naufragio de El Hierro avala hasta ahora la versión de Salvamento: el cayuco volcó

Imagen de archivo de un cayuco rescatado por Salvamento Marítimo cerca de El Hierro

Natalia G. Vargas

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La Justicia investiga el naufragio en el que murieron 63 migrantes en las costas de El Hierro el pasado 28 de septiembre. La tragedia se produjo de madrugada, a seis kilómetros al sur de la isla. Según el informe de la emergencia que maneja Salvamento Marítimo, el cayuco “volcó al concentrarse sus ocupantes en una de sus bandas” cuando la Guardamar Concepción se acercó para proceder al rescate. La versión oficial recoge que el rescate se complicó aún más al realizarse “de noche y en condiciones climatológicas adversas, con rachas de viento de unos 20 nudos”. Los ocupantes cayeron al agua y la tripulación solo pudo rescatar nueve cadáveres. Para conocer las circunstancias en las que se produjeron las muertes, el Juzgado de Instrucción de Valverde incoó una investigación el mismo día que se produjeron los fallecimientos, según han confirmado a este periódico desde la Oficina de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Desde el TSJC explican que todas las muertes que no son naturales se investigan judicialmente ''de oficio'' en España. En la actualidad, tal y como ha podido saber este periódico, no hay ningún indicio que apunte a otra causa de la muerte que la accidental. Del atestado y las declaraciones obrantes en las diligencias se desprende de momento que los ahogamientos se produjeron al caer al agua los pasajeros de la embarcación apelotonados por nerviosismo en una de sus bordas. Hasta ahora, no constan en las diligencias testimonios que avalen otra teoría.

Sin embargo, los testimonios de seis supervivientes recogidos por la Agencia Efe pusieron en entredicho la versión de Salvamento. Los migrantes explicaron que uno de los cabos con los que el cayuco fue sujetado a la guardamar se rompió, provocando que la embarcación se estrellara contra el buque de rescate y se partiera en dos. Las personas que aún estaban a bordo de la embarcación cayeron al agua, de acuerdo con lo relatado por los supervivientes, sufriendo varios cortes y traumatismos. Los sanitarios que los atendieron confirmaron entonces que los pacientes presentaban este tipo de heridas. 

Salvamento Marítimo ha denegado la información solicitada por elDiario.es a través del Portal de Transparencia sobre lo que ocurrió aquella noche. En su respuesta, la empresa pública, dependiente del Ministerio de Transportes, justifica que la Guardia Civil está investigando el caso en calidad de Policía Judicial y que se han abierto diligencias al respecto. Este periódico ha confirmado que el Juzgado de Instrucción de Valverde está investigando el naufragio.

Uno de los peores naufragios

Solo 27 personas sobrevivieron a la tragedia, que ha sido recogida como una de las más letales registradas en la ruta canaria y como el naufragio más letal que se ha producido en aguas del Archipiélago. Entre las personas rescatadas había nacionales de Mali, Senegal, Mauritania, Gambia y Guinea. Los testimonios a los que pudo acceder este periódico detallaron que el cayuco partió de Nuadibú, Mauritania. El agua y la comida se acabaron al cuarto día. También se agotó la batería del motor, dejando a la deriva a los 90 hombres, entre ellos varios adolescentes, que viajaban en la barcaza. Entre las personas que lograron salvar la vida había dos hermanos malienses de 18 y 30 años. El mayor era panadero, y contó a los sanitarios que lo atendieron que aprender a nadar en los ríos de su región le permitió sobrevivir. 

Un amplio dispositivo buscó durante días por tierra, mar y aire a los 54 desaparecidos. El operativo concluyó sin éxito y solo pudieron encontrar una mochila de tela en la zona del naufragio. Pocas horas después del naufragio, se barajó la posibilidad de que los cadáveres comenzaran a salir a flote dos días después. Sin embargo, con el paso de las horas, la esperanza se diluyó. En declaraciones a los medios de comunicación, el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, reconoció que la gran profundidad de la zona rastreada y las corrientes submarinas suponían una dificultad añadida. ''Casi es un milagro haber salvado esas 27 vidas'', dijo.

Los nueve cadáveres que la tripulación de Salvamento Marítimo logró sacar del agua ya han sido enterrados en los cementerios municipales de El Hierro. Tres de ellos fueron sepultados en el cementerio de El Mocanal de Valverde y los otros seis fueron despedidos en La Frontera. Dos de ellos pudieron ser despedidos con nombres y apellidos. En otros casos, en las lápidas solo se leen cifras y el número del cayuco: el 190.

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