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“En la música o cobras en negro o las instituciones públicas te obligan a ser falso autónomo”

El músico Álex Garbanzo. | PABLO VALBUENA

Raquel Franco

Álex Garbanzo es un artista nacido en Valladolid e integrante de grupos como Diploide, TurtlePowerCrew, Garbanzo, Gozón, Fundación Robo, Los Mocosos, La Sonidera Garbanza, Cosita Seria Sistema de Sonido y La Cosa Latina. Además, pertenece a la Asamblea de Sindicatos de Música de Valladolid, de la Unión de Sindicatos de Músicos, Interpretes y Compositoras y es activista por los derechos de los trabajadores del sector musical. La Unión Estatal de Sindicatos de Música nace en 2016 con el propósito de terminar con la precariedad laboral que se vive en el sector. Y es que, según denuncia, el principal problema que sufren a diario los artistas nacionales es la falta de cumplimiento, por parte de promotoras y administraciones públicas, de la legislación recogida en el Estatuto de los Trabajadores y el Real Decreto 1435/1985, del 1 de agosto, por el que se regula la relación laboral especial de los artistas en espectáculos públicos.

Garbanzo habla de los principales problemas que sufren los trabajadores de este sector, en el que “son obligados a ser falsos autónomos” e “infinidad de veces están exentos de contratación legal en el sector”. Además, habla sobre la situación en en el tema de la prevención de riesgos laborales y derechos de imagen. El músico impartirá una charla este sábado en la librería La Vorágine de Santander a las 20.00 horas.

¿Cuál es la situación laboral en el sector de la música?

Lo fundamental que ocurre en el sector es que hay muchísimo desconocimiento de la legislación laboral por parte de lo promotores y por parte de los músicos, se trata de un sector en el que se contrata siempre mal. O se cobra en negro o las instituciones públicas, que son el 80% de las contrataciones, te obligan a ser falsos autónomos. Entonces, exigir una factura a los músicos sin entrar en detalle de la situación personal de cada uno de los contratados, es lo que nos lleva a todo este movimiento sindical que estamos realizando para defender nuestros derechos.

La gente lo tiene muy claro con el tema de los riders y de Glovo pero no con la música. La legislación es muy clara en ese sentido: el Estatuto de los Trabajadores y con ese Real Decreto aprobado desde 1985 afirma que se tiene que contratar laboralmente a la gente. Si hay una empresa que es una orquesta o una banda de música pues le contratas mercantilmente, pero si no, tiene que ser laboral y esto conlleva muchos problemas a nivel práctico.

La cuestión principal es la falta de contratación legal que se sufre, y eso conlleva, además, un montón de cosas asociadas como la prevención de riesgos laborales. La gente se sube al escenario con un montón de situaciones que tienen cierto peligro y sufren accidentes varios, incluso in itinere, al ser un sector de trabajo muy intermitente. Además, si se produce una baja y no puedes tocar durante muchos meses no tienes una baja ni cobertura social.

Por otra parte, muchos festivales de música están patrocinados por marcas de bebidas alcohólicas y en los contratos no se especifica que en lo que deriva esto es que cedes tu imagen a estas empresas y, al final, terminas siendo un anuncio de una marca sin haber cobrado por ello. No pretendemos que existan marcas que nos financien, solo que si va a haberlas que se introduzca la negociación y se regule, como pasa en otros sectores como, por ejemplo, el audiovisual donde se negocian los derechos de imagen.

Retomando el tema principal, ¿qué se evita una promotora exigiendo a los músicos que sean autónomos?

Fundamentalmente el trabajo de gestión de tramitar altas y bajas pero que luego son bobadas. Desde hace tres años nos empezamos a organizar a nivel sindical primero en Barcelona y después en Madrid, Valladolid, Valencia y algún otro sitio, metiendo presión en redes sociales y a nivel local a las administraciones o festivales y estamos consiguiendo que mucha gente conozca la legislación.

Y es que hay una sinergia muy grande. No es que todos los promotores se cierren a estos contratos, sino que, muchas veces se hace como toda la vida se estaba haciendo y nadie se plantea nada. Entonces nosotros se lo exponemos y ahora hay gente que nos da la razón y ya está empezando a hacerlo bien. Asimismo, hay un hashtag que se puede seguir en redes sociales que se llama #buenaspracticasendirecto donde recopilamos todos los festivales que se están acogiendo a esta legislación, como Primavera Sound, Noroeste de Galicia e incluso algunos Ayuntamientos de Cataluña y el País Vasco.

Además, existen gestoras que realizan todos los trámites por poco dinero. Lo que nos clama el cielo son las administraciones porque los problemas no son de dinero ni  administrativos. Incluso hay instituciones públicas que lo externalizan. Pretendemos que se haga todo de forma legal y que si tienes que rebajar un poco tu caché para que se haga de forma legal y cotizando en la seguridad social que sea así, para poder tener una pensión y una baja laboral en caso de accidente.

¿Quién se hace cargo si un músico sufre un accidente laboral?

El músico, esto ha pasado infinidad de veces y hay muchas sentencias con resultado de muerte, sobre todo en accidentes de tráfico, y con denuncia por parte de la familia que ha conseguido que se tenga que hacer responsable la empresa de ello. No tiene más, no hace falta que sea tan grave. Además, si alguien tiene un accidente laboral es la mutua de la empresa la que se hace cargo, o la seguridad social, y es también la que se va a hacer cargo de ese periodo de tiempo en el que no puede trabajar, no la propia empresa.

Como trabajador del sector, ¿cuando se dio cuenta de que eran necesarios los sindicatos para músicos?

Al final creo que todos hemos tenido la experiencia de que cuando empiezas en locales pequeños lo habitual es trabajar en negro, pero como ha pasado durante muchos años, y a veces sigue pasando, en la hostelería. No es hasta que empiezas a actuar en algún tipo de festival - en nuestro caso fue en el Primavera Sound y luego para el Ayuntamiento de Valladolid- que te exigen una factura y te vuelves loco. Ahí piensas en cómo vas a hacer una factura si no eres autónomo, si no es tu actividad habitual y ese es el caso del 90% de los músicos en España que no se dedican a la música de forma exclusiva, que tienen otros trabajos. Al final no puedes darte de alta en autónomos porque no generas los ingresos necesarios. Terminas preguntando a conocidos que están igual y te dicen cómo puedes hacerlo y vas poniendo parches.

A raíz de mi actividad en otro trabajo en el que me afilié a un sindicato tenía más conocimiento en estas cosas, y también fue en paralelo a una entrevista con este medio que se pusieron en contacto conmigo compañeros de Madrid y me preguntaron: ¿por qué no formábamos un sindicato y empezamos a movernos? Es algo que no conoces. Lo que queremos es tocar y tener pocos problemas, pero cuando vas teniendo más conciencia de lo que significa tener unos derechos laborales caes en la cuenta de que hay algo que no es normal.

Entonces, ¿puede ser el Estatuto del Artista la solución a todos estos problemas?

No es la solución. El Estatuto del Artista recoge muchas mejoras necesarias en cuanto a la intermitencia de esos trabajos. Pasaría a solucionar problemas del tipo ser un integrante del grupo que no tiene conciertos hasta el fin de semana, y por ejemplo, estas el martes ensayando y te rompes el tobillo. El estatuto del artistas tendría en cuenta esa intermitencia, que te garantice que cobres como una baja, porque se considera como accidente laboral aunque no estés trabajando para una promotora en ese momento, o un festival, pero que se haga cargo la Seguridad Social y te dé cobertura porque tú si estabas trabajando.

Esos son los problemas que resolvería pero no necesitamos ningún cambio porque la ley ya existe, el Estatuto del Trabajador y el Real Decreto del 1435/1985, lo que tenemos es que aplicarlo.

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