El alcalde de Yuncos expulsa a un ciudadano del Pleno por pedir que dimita
El alcalde de la localidad toledana de Yuncos no solo se niega a dejar su puesto de primer edil a pesar de que la justicia le obliga a ello, sino que se permite el expulsar del Pleno municipal a un ciudadano que había asistido como público a la sesión y que sin insultarle ni descalificarle simplemente le pidió que abandonara su puesto y que obedeciese la sentencia judicial.
El alcalde, Gregorio Rodríguez, fue condenado a 7 años de inhabilitación de cargo público en diciembre de 2013. Tras recurrir la sentencia, el tribunal avaló la primera sentencia y le dio 30 días de plazo, concretamente hasta el 17 de diciembre, para que dejara su puesto de alcalde, algo que no ha hecho. Para no hacerlo presentó un recurso de amparo al Tribunal Constitucional para alargar así el plazo dado por la justicia para marcharse, si bien la sentencia judicial decretaba que su resolución no admitía recurso.
Por ello el Pleno municipal en el que se aprobaban los presupuestos municipales de la localidad estuvieron abarrotados de público pidiendo al alcalde que se marchara de una vez y obedeciera la justicia. Algo que por otra parte el alcalde no está dispuesto ni a escuchar: así, expulsó a uno de los presentes por pedirle que se marchara por medio de la Policía Local. Algo que encendió los ánimos de los presentes y que provocó que todo el mundo, incluido los ediles de la oposición en el Ayuntamiento, abandonaran el salón plenario, haciendo que el alcalde diera por concluido el Pleno.
“Nadie, ningún pueblo merece un dirigente corrupto. Que se marche ya y no tenga que venir a echarle la autoridad judicial. Que abandone su cargo si es que le queda algo de dignidad. Por respeto a los vecinos de Yuncos y al estado de derecho que abandone el cargo, ya que está inhabilitado”, indicaba la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento toledano, María José Gallego. De hecho los socialistas votaron en contra de los presupuestos presentados por el alcalde condenado ya que “no está legitimado para adoptar ninguna decisión que afecte al municipio”.
“Lo más preocupante de este asunto -continúa la portavoz socialista- es que la rebeldía del alcalde Gregorio Rodríguez cuenta con la complicidad subjetiva de la presidenta del PP en Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal, así como del jefe de las filas de los 'populares' en Toledo y presidente de la Diputación, Arturo García-Tizón. Ambos mantienen un silencio inexplicable y ninguno de los dos ha pedido al alcalde que acate la sentencia y abandone la presidencia del Consistorio”.
El alcalde está condenado a siete años de inhabilitación en cargo público por levantar cinco multas de aparcamiento de la Policía Local a un amigo, como considera probada la sentencia del caso. Todos los recursos presentados por Gregorio Rodríguez en contra de la sentencia han sido rechazados por los diversos tribunales.