Los trabajos de investigación, asignatura obligatoria en bachillerato en Cataluña, tienen también espacio en secundaria. “Deben tenerlo”, señala Maria del Pilar Menoyo, profesora de matemáticas del instituto Juan Manuel Zafra de Barcelona, “porque con ellos se trabajan múltiples competencias como la comunicación y, además, desde la autonomía, la motivación, la paciencia”. Menoyo ha sido tutora de decenas de trabajos de investigación de bachillerato -algunos muy exitosos-, los ha trasladado también a secundaria -“desde primero a cuarto de la ESO- y ha escrito Investigar en secundaria: un reto para el alumnado y el profesorado. Por todo ello, recibió ayer el Premio de Pedagogía 2013 que entrega la asociación de maestros Rosa Sensat.
El acto sirvió también para homenajear con los galardones Marta Mata -la prestigiosa pedagoga catalana- a la figura de Eulàlia Valeri, traductora y adaptadora de cuentos, además de maestra, y la Asamblea de Docentes de las Islas Baleares, tras su huelga indefinida en defensa de la educación pública y en catalán.
En el caso de Menoyo, el premio fue todo un alegato a favor de la investigación en las aulas, entendida como el “reto” que se proponen los alumnos para “descubrir por su cuenta”, con la ayuda de un tutor. Según Menoyo, desde el momento de escogerlo hasta el de comunicarlo -de principio a fin-, el trabajo “favorece el desarrollo de competencias útiles”, habilidades sociales y comunicativas, todo desde la “propia motivación y la autonomía”. Aunque para conseguirlo, destacó que es importante “enseñarles a investigar”.
“Al alumno le gusta, lo encuentra cercano y propio, se genera expectativas, se implica emocionalmente, se esfuerza...” enumeró Menoyo, en lo que según ella son factores esenciales para cualquier proceso de aprendizaje. “Solo así tendremos niños libres, críticos, informados y felices”, concluyó la galardonada.
“Las familias en Balearos optaron por el catalán porque había una tarea de años detrás”
Los docentes de las Islas Baleares, y su sociedad en general, recibieron ayer su particular homenaje en Cataluña por su “valiente” protesta -en palabras de la presidenta de Rosa Sensat, Irene Balaguer- frente a las políticas del PP, que afectan a la escuela pública y al catalán como lengua vehicular. Maria Antònia Font, del sindicato STEI, recibió el premio en nombre de la asamblea: “Ser maestro es un honor”, dijo, nada más cogerlo.
Font aprovechó para recordar los puentes que unen las Baleares con Cataluña en cuanto a la educación y a la lengua. “La renovación pedagógica llegó a las islas de la mano de Rosa Sensat en los 60”, y con ella, apuntó, “la idea que la escuela debía transformarse permanentemente de acuerdo con las necesidades del presente”.
Y en un contecto de ataque al catalán desde el Gobierno de José Ramón Bauzá -en la Administración, en los medios de comunicación-, Font celebró que en la escuela fueron las familias en general quienes lo rechazaron, ya antes de la aparición del TIL (tratamiento integrado de lenguas): “Bauzá quiso que las familias pudieran escoger con 'libertad' la lengua, y el 87% optó por el catalán, porque había una tarea de 30 años detrás”, dijo, en referencia entre otras cosas a las escuelas de verano de Rosa Sensat.
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