El Puerto de Barcelona aprueba la concesión al museo Hermitage sin el visto bueno del Ayuntamiento
El Puerto de Barcelona ha dado luz verde a la concesión de la licencia al Museo Hermitage para que levante su proyecto en los terrenos de la nueva bocana. Este es un nuevo e importante paso para los intereses de la franquicia de instalarse en la ciudad, pero está todavía lejos de ser el definitivo. En la votación del Consejo de Administración del Puerto, celebrada este miércoles, la representante del Ayuntamiento, Janet Sanz, ha votado en contra. Y, según la regulación del espacio, para llevar a cabo la iniciativa hace falta un convenio con el consistorio.
El gobierno municipal se ha opuesto históricamente al proyecto de franquicia del museo ruso, sobre todo por un reclamo más al lado de un barrio como el de la Barceloneta, con mucha presión turística, y sin un plan de movilidad asociado. En verano pasado el consistorio presentó hasta cuatro informes desfavorables a la iniciativa, pero la situación dio el enésimo vuelco en los últimos días cuando puerto anunció una alianza entre el Hermitage y el Liceo de Barcelona para hacer un hub cultural
Ante esta novedad, dada a conocer el fin de semana pasado, el Ayuntamiento pidio retirar la votación del orden del día para tener más tiempo para estudiar lo que consideraban una nueva propuesta de museo. Pero la presidenta, Mercè Conesa, lo rechazó. “Lamentamos que hayan tirado por el camino de en medio, no se entiende sin un acuerdo con el Ayuntamiento”, ha expresado la edil de Urbansimo, Janet Sanz, que ha desvelado que ella, el representante del Ayuntamiento del Prat y el de la Abogacía del Estado han votado en contra.
Pese a la falta de consenso con el consistorio, con la votación de este miércoles la pelota está en el tejado del gobierno de Ada Colau. Lo que se ha aprobado es el otorgamiento de la licencia, sin especificar el perfil del proyecto, con lo que si acaba siendo del agrado del consistorio podrían firmar igualmente el convenio que desencallase definitivamente el museo.
Sin ir más lejos, este martes, en la rueda de prensa en la que pidieron más margen para estudiar la propuesta, los tres ediles del Ayuntamiento (Sanz, de Urbanismo; Joan Subirats, de Cultura, y Laia Bonet, de Agenda 2030) dejaron entrever que la veían con mejores ojos. “Es un proyecto que va en la buena línea, clarísimamente, y puede acabar siendo el desatascador de una situación que se había enquistado”, manifestó Bonet.
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