Apagón en Ciudad de la Luz
Un proyecto de nombre tan evocador como Ciudad de la Luz es la última pesadilla de la ruinosa política de grandes eventos de la Comunidad Valenciana, una autonomía que roza la quiebra.
La Coalición Compromís ha solicitado a la Unión Europea que haga pública la investigación por la que ha solicitado al complejo cinematográfico impulsado por Eduardo Zaplana, presidente valenciano desde 1995 hasta 2002, que devuelva 265 millones de euros percibidos de la administración.
Ciudad de la Luz, básicamente, unos estudios de rodaje, fue inaugurada en 2005 y ha costado más de 300 millones de euros, arrastra una deuda de 190 millones y ha llegado a perder 24 millones en un solo año, 2009. Ha acogido 65 rodajes, algunos de superproducciones como Lo Imposible, la aclamada película de Juan Antonio Bayona, o Asterix en los Juegos Olímpicos, que fue subvencionada con casi 5 millones de euros por parte de la Generalitat.
18 meses sin actividad
Ahora, Ciudad de la Luz es un páramo. El último rodaje -15 años y un día, de Gracia Querejeta- tuvo lugar en mayo de 2012. Desde entonces, apenas la escuela de cine del complejo, también en entredicho, tiene actividad.La Generalitat, sin dinero, tras la denuncia de la Unión Europea y en medio de un crudo conflicto judicial con la empresa privada a la que se adjudicó la gestión del complejo, Aguamarga, no sabe qué hacer con Ciudad de la Luz.
Su intención es venderla –o, como en otras recientes privatizaciones, pagarle a alguien que la gestione- para al menos mitigar las cuantiosas pérdidas anuales. No va a ser fácil. Además de la denuncia de la UE, la competencia es brutal. Londres (Pinewood Studios), Marruecos (Atlas Films), Malta (Mediterranean Film Studios) o la mítica Cinecittà de Roma ofrecen servicios similares.
Recuperar la inversión inicial, en cualquier caso, parece imposible. El complejo es gigantesco, con 22.000 metros cuadrados de platós, almacenes y talleres y 12 hectareas de zona de rodaje en exteriores. Además, según ha denunciado el PSPV-PSOE, se han acometido obras incomprensibles: la garita de acceso al recinto costó un millón de euros y un edificio de oficinas, 15 millones.
Los socialistas, además, han solicitado reiteradamente al gobierno valenciano que muestre todos los contratos de Ciudad de la Luz, ocultados a la oposición y a la opinión pública por su supuesta confidencialidad al tratarse de una empresa pagada por el contribuyente pero de titularidad privada.