Entierros dignos, también para personas sin recursos: València ya se ha hecho cargo de 42 sepelios
Personas que viven en la calle o en albergues en situación de pobreza extrema y que no tienen a nadie que se haga cargo de ellos.
También ellos tienen un entierro digno cuando fallecen gracias a los llamados entierros de beneficiencia que oficia el Ayuntamiento de València.
Según han informado fuentes municipales, cada año se realizan de media 51 sepelios de este tipo en la ciudad y en lo que va del presente año, ya se han realizado un total de 42.
En estos casos, el propio Consistorio asume los costes, previo informe de los servicios sociales que acredite la situación de insolvencia, incluyendo el ataúd, los traslados y el nicho durante cinco años.
Por otra parte, según han informado fuentes de Funespaña, la concesionaria que gestiona el tanatorio municipal, un total de 56 usuarios no creyentes ya han pedido celebrar las ceremonias de despedida de sus difuntos sin la presencia de símbolos religiosos en las capillas 1 y 2 del recinto.
En concreto, en el año 2016 se realizaron en estas salas un total de 3.034 servicios de los cuales 2.996 fueron servicios religiosos y 38 fueron laicos. Entre enero y octubre del presente año se han realizado 2521 servicios religiosos y 18 actos laicos.
El Ayuntamiento de València, con el alcalde Joan Ribó al frente, aprobó a finales del año 2015 la posibilidad de realizar actos laicos en estas instalaciones dependientes del Consistorio, como fórmula para “garantizar la libertad de culto” en los servicios funerarios municipales.
Además, hasta junio del presente año, el Cementerio General ha acogido 200 entierros musulmanes desde que se habilitó un espacio en el año 2000, y uno judío desde que se abrió la opción en febrero del presente año tras la firma de un convenio con las confesiones religiosas mayoritarias de la ciudad.
Más incineraciones que entierros
En cuanto a las incineraciones y los entierros, ha habido un cambio de tendencia que comenzó a fraguarse en el año 2013, cuando por primera vez las cremaciones (3.861) que inhumaciones (3.651).
Desde entonces, siempre se han producido más de las primeras que de las segundas. Así, el año pasado se produjeron 3.460 incineraciones frente a los 2.835 entierros, mientras que en lo que va del presente año, ya se han superado estas cifras, con 3.690 cremaciones frente a 3.010 inhumaciones.
